¡Debemos hablar sobre la pobreza menstrual!

Según datos reportados por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), más mil ochocientas millones de personas en el mundo están en edad de menstruar. Para poder visualizar este número con facilidad, bastaría con decir que, el día de hoy, casi un millón de mujeres tiene la regla.

Lamentablemente -y a pesar de que las cifras son impactantes- la equidad menstrual no ha podido alcanzarse (al menos, no por ahora). ¿Qué significa esto? Que mientras lees este artículo, miles de mujeres y niñas no pueden llevar una vida normal, ya sea por la falta de productos de higiene o de educación sobre el tema.

Como era de esperarse, esta situación tiene un alto coste emocional sobre las víctimas que, además de perder oportunidades laborales y educativas, deben lidiar con afecciones graves, como la depresión, el insomnio o la ansiedad.

En Loop, queremos ayudar a erradicar la pobreza menstrual de una vez por todas. Pero para ello, primero debemos poner el foco sobre del tema principal: qué es la pobreza menstrual y cómo afecta a los distintos grupos de mujeres del planeta.

cómo la pobreza menstrual afecta a miles de mujeres

Comencemos: ¿qué es la pobreza menstrual?

Técnicamente -y de forma estricta- la pobreza menstrual no es más que la falta de acceso a productos de higiene sanitaria por problemas económicos. Sin embargo, este concepto ha evolucionado hasta incluir un par de causas más a la lista.

Varios estudios (la mayoría de ellos llevados a cabo por organismos internacionales como UNICEF, Amnistía Internacional y la UNFPA) han encontrado una relación entre la pobreza menstrual y factores que no dependen de las limitaciones financieras de la familia.

Hablamos de la falta de acceso al agua potable, a una infraestructura sanitaria adecuada o incluso a información veraz sobre la regla. En pocas palabras, allá afuera hay mujeres, niñas y adolescentes que no viven en las mismas condiciones que otras.

Esto, sin duda, afecta desde su capacidad de crecer y superarse personal y profesionalmente hasta su dieta diaria; llevándolas a buscar soluciones increíbles, como separarse de la sociedad cuando están menstruando, usar cartones como método de protección o dejar de asistir a la escuela.

Como ves, la pobreza menstrual no solo se refiere a no tener compresas, braguitas, tampones o copas menstruales, sino también a la carencia de instalaciones sanitarias privadas e higiénicas, a los mitos y tabúes que giran en torno a la regla y hasta a la falta de información sobre el periodo (algo que conocemos como analfabetismo menstrual).

¿Sabías que… la pobreza menstrual no solo afecta a los países en vías de desarrollo, sino también a las potencias mundiales? En Estados Unidos, 1 de cada 5 niñas falta o deja la escuela por no tener productos de higiene menstrual y casi el 47 % de las mujeres pobres (aquellas con ingresos por debajo de la línea federal de la pobreza) ha tenido que escoger entre la comida de un día y la compra de compresas o tampones.

muchas mujeres escogen entre comida y productos de higiene

Le ponemos rostro a las víctimas de la pobreza menstrual

Hay quienes piensan que solo las mujeres, niñas y adolescentes de países y territorios en guerra, con problemas políticos o limitaciones financieras son víctimas de la pobreza menstrual, pero esto no es más que un mito. Lo cierto es que, incluso la población de naciones ricas, como Estados Unidos y el Reino Unido, se enfrenta a más de un desafío relacionado con el tema.

Si bien la pobreza menstrual es compleja, trataremos de darle rostro a los principales segmentos que han sido golpeados por ella. A fin de cuentas, una imagen vale más que mil palabras.

Dato importante. El 20 % de las mujeres de la Unión Europea no tiene suficiente dinero para comprar protección sanitaria. En otros lugares, como Kenia, el caso es aún más dramático. Un estudio de la UNFPA en África demostró que varias adolescentes en edad escolar se han visto obligadas a tener sexo transaccional por un paquete de compresas sanitarias.

Mujeres privadas de libertad

Las mujeres condenadas o en espera de una condena no la tienen fácil en cuanto a la higiene menstrual se refiere. En las cárceles femeninas estatales y condales de Estados Unidos no se reparten tampones, compresas o bragas menstruales, como sí sucede en los centros de detención federales desde el 2017.

Como consecuencia, se delega la compra de productos de higiene femenina a los familiares de las presas, lo que ha dado pie al reciclaje compresas y tampones dentro de las cárceles. Esta práctica ha incrementado los casos de infecciones vaginales, llegando incluso al diagnóstico del síndrome del shock tóxico por usar papel higiénico como un tampón casero improvisado.

Mujeres sin hogar

Las niñas y mujeres representan un grupo en aumento dentro del segmento de personas sin hogar, un dato preocupante. Además de tener problemas para llevar una alimentación adecuada, este sector no tiene suficientes recursos financieros como para comprar productos sanitarios.

Incluso eliminando este factor de la ecuación, las mujeres sin hogar se enfrentan a otros problemas, como encontrar un baño limpio con acceso a agua y jabón para poder asearse de forma privada y segura.

Mujeres víctimas de mitos y tabúes

Desafortunadamente, la falta de ingresos no es el único culpable de la pobreza menstrual: hay culturas que perciben a la regla como “algo malo”, lo que impide que las niñas, mujeres y adolescentes puedan formar parte activa de la sociedad o protegerse adecuadamente.

Samikshya Koirala, activista de Amnistía Internacional en la Universidad de Katmandú, declara que en Nepal (su país natal) las niñas con la regla son apartadas del sol y de los hombres. En la India, las mujeres que están menstruando no pueden participar en las festividades religiosas y culturales (ni siquiera tienen permiso para entrar a la cocina).

Estos son tan solo algunos ejemplos de cómo los tabúes afectan a las mujeres alrededor del mundo. Lamentablemente, quedan muchos mitos por ser derribados.

Mujeres con necesidades especiales

Las mujeres y niñas con necesidades especiales, discapacidades o movilidad reducida sufren de manera desproporcionada por la pobreza menstrual.

Aún si sus familias tienen suficientes recursos financieros como para llevar una vida digna, se encuentran con que los centros comerciales, escuelas, universidades y otros puntos de encuentro social carecen de instalaciones ajustadas a sus necesidades.

Esta situación tan alarmante se agrava aún en países pobres o zonas afectadas por conflictos armados, como las guerras o el terrorismo.

Mujeres migrantes

La población migrante es un grupo de extrema vulnerabilidad. Veamos un caso para comprender el contexto: los venezolanos -una de las olas de desplazados más grandes del mundo- son víctimas de la pobreza menstrual tanto en su territorio como en los países receptores.

Al momento de escribir este artículo, el salario mínimo en Venezuela era de diez millones de bolívares (2,64€); un monto irrisorio si consideramos que un paquete de compresas menstruales de ocho unidades tiene un coste de 2,42€, ¡casi todo un mes de trabajo!

Si bien no hay estudios sobre el impacto de la pobreza menstrual en los refugiados venezolanos, no quedan dudas de que la viven en carne propia. A fin de cuentas, han pasado a engrosar las filas de la pobreza y pobreza extrema en los países de destino.

¿Sabías que… 1 de cada 4 mujeres en España debe elegir entre comprar alimentos o productos de protección menstrual?

Erradicación de la pobreza menstrual: ¡una meta para el 2030!

como erradicar la pobreza menstrual

En un mundo donde el 40 % de la población no tiene acceso a una infraestructura sanitaria con conexión a agua limpia, superar la pobreza menstrual puede ser todo un reto. No obstante, ya hay iniciativas en marcha para luchar contra el desconocimiento y la falta de artículos de higiene femenina. Y es que, eliminar a la pobreza menstrual del mapa es crucial para alcanzar 4 de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU para el 2030.

Hablar abiertamente de la menstruación es esencial para ganar la guerra. Comprender que la regla es una función biológica normal no solo ayudará a bajar los índices de pobreza menstrual, sino que reducirá la falta de diagnóstico y tratamiento de ciertas enfermedades, como la endometriosis o el trastorno disfórico premenstrual.

La eliminación de la “tasa rosa” de los productos de higiene femenina -un 10 % en España- es otro elemento que nos permitirá combatir el problema. A esto habría que agregarle un par de políticas que deberían ser parte de la agenda pública, como el reparto gratuito de productos higiénicos y la construcción de instalaciones sanitarias apropiadas.

Encontrar alternativas al uso de compresas y tampones también puede marcar la diferencia. Las bragas menstruales, son -a la larga- más económicas que los artículos de protección tradicionales. Como son reutilizables, su popularización minimizaría la emisión de contaminantes coronándolas como una opción sostenible, cómoda y eficiente.

Todo esto en conjunto con otras prácticas positivas -como el activismo menstrual- nos ayudaría a deshacernos del secretismo y estigma social que envuelve a la menstruación; un estereotipo que -hasta ahora- no nos ha dejado avanzar hacia una sociedad más justa y equitativa.

Dolor en los pezones: las causas detrás de la mastalgia

¿Alguna vez te has despertado con dolor en las mamas? ¡No te alarmes! Recuerda que no todo dolor de tu cuerpo debe ser una señal de alarma. En la mayoría de los casos, tan solo se trata de un poco de sensibilidad o hinchazón.

De hecho, muchas -por no decir casi todas- de las causas detrás de los pezones dolorosos son completamente inofensivas y están relacionadas con una serie de cambios naturales que ocurren en tu organismo durante etapas como la adolescencia, el ciclo menstrual o el embarazo.

¿Puede ser un dolor molesto? Sí. Pero -afortunadamente- no suele ser intenso (y tampoco dura mucho tiempo). Incluso hay un par de formas de encontrar alivio. ¿Nos acompañas a explorar el tema?

Pero primero, ¿qué son exactamente los pezones dolorosos?

El dolor en las mamas comprende un amplio abanico de síntomas -por así decirlo- desde una ligera sensibilidad al tacto hasta un dolor punzante. Este dolor puede ser localizado (dolor en los pezones) o generalizado (en todo el tejido).

En cuanto al nivel de dolor, dependerá de la causa y umbral de cada quien. Por lo general, suele ser moderado, pero algunas personas lo perciben como leve o intenso.

¿Sabías que… no solo las mujeres pueden sentir dolor en las mamas? La mastalgia -que es el término médico correcto- también aparece en las personas transgénero y en el cuerpo masculino.

¿Cuándo aparece el dolor en las mamas?

Esto -nuevamente- dependerá de la causa. ¿Traducción? No hay un día específico en el calendario para que tus mamas se sientan más hinchadas o sensibles de lo normal.

No obstante, podríamos dividir la aparición de los pezones dolorosos en tres períodos de tiempo diferentes:

  • Una semana antes de la llegada de la menstruación. Como sospechas, aquí estaríamos ante uno de los síntomas del síndrome premenstrual. La mastalgia, en este caso, puede venir acompañada de otras señales, como cansancio, somnolencia, náuseas, dolores de cabeza o cambios de humor repentinos.
  • En cualquier momento (relacionado con el dolor extramamario). Esto ocurre cuando un tejido que no pertenece a las mamas se inflama o está siendo afectado por algo. ¿Ejemplos? Un desgarro muscular en la zona del tórax, una neuropatía periférica o la costocondritis.
  • Unos cuantos días al mes, generalmente, cuando viene la regla. En este caso, hablamos de un dolor de las mamas provocado por la caída de las hormonas del ciclo menstrual y la consecuente retención de líquidos asociada al periodo.

El embarazo y la lactancia también son algunas alternativas, en especial durante el primer trimestre de gestación o en pleno puerperio. En este caso, el dolor puede extenderse por más de un mes; esto por la serie de cambios que experimenta el cuerpo femenino durante esas etapas específicas de la vida.

¿Cómo se siente el dolor en el tejido mamario?

Hasta aquí, ya sabes que la mastalgia puede ser cíclica -seguir un patrón regular, como en el síndrome premenstrual- o aislada, y que el nivel de dolor va de leve a moderado o intenso. Pero, ¿qué es lo que se siente realmente cuando te duelen las mamas?

  • Hinchazón en los senos
  • Sensación de pesadez en las mamas
  • Ardor leve (que suele activarse con el roce)
  • Dolor en los pezones, especialmente al tacto
  • Molestias durante el movimiento (incluso al caminar)
  • Formación de bultitos en el tejido mamario externo o cerca de las axilas

Nota. Comúnmente, los dolores en las mamas no están relacionados con una enfermedad grave. Simplemente es una muestra de los cambios hormonales que suceden dentro de tu cuerpo. No obstante, si tienes un dolor sordo o crónico que persiste e interfiere con tu vida diaria ¡deberías pedir una consulta con tu médico de confianza! Es importante encontrar el origen para poder deshacerte del dolor o controlarlo.

Causas comunes y factores de riesgo de la mastalgia

El principal culpable del dolor en las mamas son las hormonas, especialmente si estamos hablando del síndrome premenstrual. Tanto en el ciclo como en las etapas clave del cuerpo femenino -el desarrollo, el embarazo, la perimenopausia y la menopausia- hay subidas y bajadas hormonales abruptas que generan hinchazón, pesadez o una respuesta exagerada ante el dolor.

Los desequilibrios hormonales, si bien son normales en escenarios como estos, incluso pueden provocar que las glándulas mamarias se inflamen creando pequeños quistes que desaparecen con la llegada de la regla.

Aunque no todas las mujeres sienten dolor en las mamas, hay algunos factores que podrían aumentar el riesgo de sufrir de mastalgia con frecuencia, como:

  • Algunos medicamentos. ¿Por qué? Porque ciertos fármacos -como las terapias hormonales o la píldora anticonceptiva- han sido relacionados con la aparición del dolor en las mamas o en los pezones. Los antidepresivos y antihipertensivos también incluyen a la mastalgia dentro de su lista de efectos secundarios.
  • Cirugía mamaria previa. ¿Por qué? La cicatrización de las incisiones de una operación en las mamas suele ser mucho más rápida que la desaparición del dolor e hinchazón interna.
  • Mamas de tamaño grande. ¿Por qué? Pues, las mujeres con senos voluptuosos suelen sufrir de dolor de mamas continuamente; esto por el peso y el efecto de la gravedad. El dolor, que puede incrementar su intensidad antes o durante la regla, suele estar presente todo el tiempo y viene acompañado de otros, como dolor cervical, cefaleas y problemas de postura.
  • Falta de vitamina B12 y ácido fólico. ¿Por qué? Porque la carencia de ácidos grasos, común en la anemia y ciertos episodios hipotiroideos, adelgaza la capa protectora de los nervios: la mielina. Las mamas están llenas de terminaciones nerviosas que, sin esta protección, podrían enviarle al cerebro una señal errada de dolor, cambios térmicos u hormigueo.

¿Cuándo se produce dolor en las mamas? 5 escenarios posibles

Antes de despedirnos, nos gustaría explorar los escenarios más comunes del dolor en las mamas.

¿Son los únicos? No, de hecho, hay muchos más, como una infección en la piel (en especial si la temperatura de tus senos aumenta sin explicación alguna) o una dermatitis por contacto. No obstante, te dejaremos una lista con los más frecuentes:

Dolor en los pezones durante la lactancia

La lactancia materna es una época bonita, pero -en ocasiones- dolorosa. Durante el puerperio y las primeras semanas de la lactancia, el organismo ordena la subida de la leche materna, lo que provoca hinchazón y dolor generalizado en las mamas. A esto se le conoce como congestión primaria.

Luego -durante la lactancia en sí misma- la piel de los pezones comienza a mostrar signos de sequedad; esto por la fricción y la succión realizada por el bebé. Mantener la zona bien hidratada con una crema especial podría ayudarte con el dolor.

Consejo. ¿Necesitas protección menstrual y un buen nivel de absorción después del parto? Échale un vistazo a la nueva braguita Roma de Loop, diseñada para que las mamás puedan sentirse guapas, cómodas, protegidas y radiantes en todo momento.

Dolor en los pezones después de la ovulación

Es decir, mastalgia clásica. En este caso, estamos ante un dolor cíclico con un patrón que puede predecirse: aparece después de la ovulación y desaparece con la llegada de la regla.

El dolor de las mamas después de la ovulación -que ocurre justo a la mitad del ciclo menstrual, aproximadamente- está relacionado con el síndrome premenstrual, pero también podría asociarse al trastorno disfórico premenstrual, en especial si es muy intenso.

¿Cómo aliviarlo? Generalmente, los fármacos antiinflamatorios no esteroideos (AINES) recetados por tu médico para los cólicos menstruales sirven también para reducir la mastalgia.

Tomar la pastilla anticonceptiva bajo recomendación y vigilancia del ginecólogo puede ayudar a disminuir las molestias porque impide las variaciones abruptas de las hormonas.

¿Sabías que… las náuseas menstruales y otros signos del síndrome premenstrual son una señal de que la regla está por venir? ¡Protégete y siéntete estupendamente con la tanga Paris de Loop, una braguita menstrual perfecta para los días previos al periodo.

Dolor en los pezones durante el embarazo

Aunque las náuseas y la falta de la menstruación son los signos característicos de un embarazo, hay otros (como el dolor de las mamas). La mastalgia asociada con el embarazo -que es más bien una especie de sensibilidad- suele aparecer justo después de la fertilización y comienza a reducirse después de la semana 12 de gestación.

¿Por qué duelen las mamas o pezones durante el embarazo? Por una subida en los niveles de progesterona, algo normal durante el primer trimestre.

La mejor forma de calmar el dolor es comprando un sujetador cómodo y con buen soporte. Y recuerda, ¡ten paciencia! Esta molestia desaparecerá con el tiempo.

Dolor en los pezones antes de la menopausia

Justo antes de la llegada de la menopausia -en la perimenopausia- el dolor en los senos se convierte en algo común. ¿Por qué? Pues, porque los niveles de estrógeno caen de forma repentina.

Afortunadamente, la sensibilidad y el dolor desaparece cuando la menopausia toca la puerta. Mientras tanto, puedes reducir la hinchazón limitando tu consumo de sal, hidratándote apropiadamente y alejándote de la cafeína.

Dolor en los pezones después de las relaciones sexuales

Durante las relaciones sexuales, las mamas se hinchan ligeramente. A esto habría que añadirle la fricción corporal, el rebote de los senos y el aumento del tacto en la zona. La combinación de estos elementos puede causar dolor en los pezones o mamas, pero -afortunadamente- es leve y temporal. ¿Cómo aliviarlo? ¡Dándole tiempo! En 1-2 días, desaparecerá por completo.

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¿Puedo bañarme con la regla de forma cómoda, segura y con estilo? ¡Claro que sí!

Con el verano a la vuelta de la esquina, es casi imposible dejar de pensar en las vacaciones, ¿cierto? Y es que, tras un año caótico, pandémico y lleno de estrés laboral, cualquiera necesitaría tiempo libre para disfrutar del mar, la arena y el buen clima.

¿Te preocupa que la menstruación llegue en el peor momento? ¡Relájate! Bañarse con la regla no es una misión imposible y -afortunadamente- no afectará ni tus vacaciones ni tu autoestima. Puedes sumergirte sin miedos (y sin que nada te detenga).

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Derribando algunos mitos sobre nadar con la menstruación

Ya sabes que en Loop nos encanta derribar los mitos que giran en torno a la regla (de hecho, hemos venido haciéndolo uno a uno) y, aunque te sorprenda, hay un par de ellos relacionados con nadar mientras se tiene la menstruación.

Por eso, vamos a hacer una pausa en nuestro especial de verano para responder las preguntas frecuentes de nuestra comunidad. Una vez que todas las piezas estén en el tablero, ¡seguiremos con el resto!

¿Puedo nadar con la menstruación sin problemas?

¡Claro que sí! Al menos, siempre que quieras hacerlo. De hecho, la actividad física es estupenda para aliviar los calambres menstruales, la hinchazón y parte de las molestias asociadas al síndrome premenstrual.

Incluso si no te sientes como pez en el agua y prefieres tumbarte sobre un hinchable para recargarte con los rayos del sol, te caerá como anillo al dedo: mientras menos estrés tengas acumulado, menor será tu respuesta ante el dolor y viceversa.

Pero, ¿no es antihigiénico bañarse con la regla?

¡Para nada! Eso no es más que un mito. La menstruación, además de ser un proceso natural del que no debes avergonzarte, se puede controlar con ayuda de la protección higiénica adecuada. ¿Traducción? Si el manchado es lo que más te preocupa, ¡no debería!

En un par de párrafos, encontrarás una solución eficiente, cómoda y a la moda para que no tengas que limitar tu vida bajo el mar.

¿Sabías que… un estudio arrojó que más del 60 % de las españolas evitan ir a la playa o a la piscina durante la regla? Este número solía ser mayor, pero la aparición de nuevos -y más eficientes- métodos de protección e higiene menstrual ha hecho que el 40 % restante cambie de opinión. ¡Tú puedes ser una de ellas!

¿Es cierto que bañarse con la regla corta el sangrado menstrual?

No. Nuevamente, estamos ante un mito. Lo que sucede con la regla mientras te bañas en el mar o la piscina es que cuando nuestro cuerpo está en el agua fría los músculos pélvicos y vaginales tienden a contraerse, lo que disminuye el flujo.

No obstante, después de salir del mar o la piscina, tu periodo volverá a la normalidad. Poco a poco el cuerpo irá recuperando la velocidad de expulsión del flujo menstrual.

¿El cloro o la sal del agua puede dañarme durante la menstruación?

No. Las fórmulas químicas de las piscinas de interior y exterior -bromo o cloro, dependiendo del caso- han sido diseñadas para mantener las bacterias y otros microbios a raya sin perjudicar a quienes se sumergen en el agua. En otras palabras, ¡no hay un lugar más higiénico y seguro para nadar que este!

En cuanto al mar, ¡no te preocupes! Si bien no tiene halógenos de purificación y limpieza, es perfectamente seguro y no supondrá un riesgo para tu salud.

Si el agua está fría, ¿pueden empeorar mis calambres menstruales?

No hay una respuesta definitiva para esta pregunta. En principio, no debería. Pero sí que es cierto que hay una relación entre el frío excesivo y el dolor menstrual.

Ahora bien, ¡no dejes que esto te desanime! Muchas piscinas del mundo moderno cuentan con climatización. Además, en verano es difícil que las masas de agua alcancen una temperatura insoportable.

Por otro lado, recuerda que moverte y relajarte tiene el efecto contrario: en vez de sentir dolor, ¡disfrutarás un montón!

¡Sumérgete en el agua con la regla sin preocuparte por el manchado!

Si te preguntas cómo ir y disfrutar al máximo de la playa o a piscina con la regla, ¡llegaste al lugar apropiado! Con los accesorios adecuados, podrás saltar y nadar bajo el agua sin tener que preocuparte por un posible manchado.

¿Cómo bañarse en la piscina con la regla sin tampón ni compresas?

fonctionnement du maillot de bain de règles

En su época, los tampones fueron un producto revolucionario. Una de sus tantas ventajas era que las mujeres, niñas y adolescentes podían bañarse en el mar o la piscina con la menstruación. Sin embargo, tener que cambiarlo cada 4 horas para evitar infecciones o un shock tóxico desanimaba a muchas personas, alejándolas del agua.

Si no te gusta usar el tampón mientras estás nadando, ¡no eres la única! Afortunadamente, hay opciones más cómodas y eficientes. No, no hablamos de compresas menstruales. De hecho, moverse mucho bajo el agua con una compresa puede ser complicado. Recuerda que se hinchan al entrar en contacto con los líquidos y, siendo el agua uno de ellos, tendrías que estarte cambiando a cada momento. (Además, pueden ser bastante incómodas y hasta irritar la zona íntima)

Entonces, ¿a qué nos referimos? ¡A los trajes de baño menstruales! En Herloop, hemos diseñado bañadores y bikinis perfectos para disfrutar del mar o la piscina y protegerte del manchado, ¡todo al mismo tiempo!

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Además de contar con la capacidad de absorción perfecta para esos días, tiene un corte con mucho estilo que hará que nadar, saltar o simplemente estar en el agua sea tan fácil como respirar. ¿Conclusión? ¡Te verás y sentirás estupenda!

¿Cómo bañarse en el mar con la regla sin los métodos de protección tradicionales?

¡De la misma forma! El bikini menstrual Miami y nuestros bañadores Tampa y Pensacola también son aptos para el agua salada. Pueden absorber el equivalente de 1 a 2 tampones y conviene para flujos ligeros a moderados.

Cualquier modelo que elijas, te permitirá nadar con la regla sin tener que temerle a las fugas, manchas o incomodidades (y, por supuesto, sin renunciar a tu estilo).

¿Debo cambiar mi bikini o bañador menstrual Loop con frecuencia?

Claro que no. Cada pieza del catálogo de verano ha sido creada por diseñadores que comprenden tus miedos e inquietudes a la perfección. Nuestros bañadores menstruales te ofrecen hasta 12 horas de protección, ¡toda una vida bajo el sol sin preocupaciones!