Síndrome del tampón. ¿Qué es? ¿Existe?

Dormir con un tampón puede ser inofensivo… o no. Y es que cuando hablamos de tampones, hay una regla de oro que jamás se debe romper: cambiarlo frecuentemente. Pero, ¿qué es “frecuentemente”? Según la medicina y los fabricantes de estos productos, cada 4-8 horas, en especial si tu sangrado es abundante.

¿Eso quiere decir que, si sangras levemente, podrías dejarte el tampón por más tiempo? No deberías. El síndrome del tampón (Científicamente conocido como síndrome de shock tóxico) es real, aunque no sea tan común como se piensa.

Empecemos, ¿qué es el síndrome del tampón?

La enfermedad de los tampones no es una leyenda urbana. Sin embargo, no todo lo que se dice sobre ella es real. Afortunadamente, despejaremos todas tus dudas enseguida.

El síndrome del tampón -síndrome de shock tóxico- es una afección causada por una grave infección bacteriana. Esta enfermedad se produce cuando una bacteria específica (la Staphylococcus aureus) se multiplica dentro del canal vaginal y entra al torrente sanguíneo.

¿Por qué se conoce popularmente como el “síndrome del tampón”? Veamos:

  • Cuando las mujeres no cambian su tampón a tiempo y tienen un flujo moderado a alto, promueven, sin quererlo, la proliferación de bacterias dentro de la vagina. En resumen, un tampón que ya ha cumplido con su vida útil debe reemplazarse cuanto antes porque crea el ambiente perfecto para una infección vaginal.
  • El tampón en sí mismo es un producto higiénico. Sin embargo, el Staphylococcus aureus puede estar en tu cuerpo sin que lo sepas. El lado negativo es que solo un 20 % de los seres humanos la tienen en su organismo. ¿El lado positivo? Un tampón usado, ¡la hará crecer sin control!
  • El diseño del tampón podría no ayudar a frenar el avance de esta bacteria. Cuanto más grande y absorbente sea, más humedad retendrá y, por ende, ayudará a las bacterias a reproducirse. Además, su puesta o retirada puede rasgar el conducto vaginal, algo peligroso si se toma en cuenta que la Staphylococcus aureus necesita entrar al torrente sanguíneo para liberar su toxicidad.

¿Cuáles son los síntomas del síndrome del tampón?

En un principio, los síntomas de la enfermedad de los tampones no parecieran ser tan graves como los de otras patologías, pero podrían llegar a serlo¿Por qué? Porque esta es una afección fatal que tiene la capacidad de avanzar a la velocidad de un rayo. ¿Cómo reconocerla? ¡Vamos a verlo!

Por lo general, los síntomas del síndrome de shock tóxico aparecen entre 3-5 días después del uso de los tampones. Esta aparición puede ser progresiva o de un momento a otro y variar en intensidad:

  • Náuseas
  • Vómitos
  • Fiebre alta
  • Escalofríos
  • Hipotensión
  • Dolor de cabeza
  • Dolor de garganta
  • Dolores musculares
  • Baja frecuencia cardíaca
  • Diarrea o malestar estomacal

Como ves, muchos de los signos del shock tóxico son similares a los de una gripe. Sin embargo, hay uno que podría salirse del molde, la mayoría de las mujeres que han sido diagnosticadas con el síndrome del tampón notan que las palmas de sus manos y pies se pintan de rojo a causa de una erupción.

Consejo. Si notas que tienes uno o más de estos síntomas, ¡acude a un centro de emergencias lo antes posible! El síndrome del tampón puede causar convulsiones, una falla multiorgánica e incluso la muerte.

¿Cómo evitar el síndrome del tampón?

La enfermedad de los tampones es sumamente rara. De hecho, menos del 2 % de las mujeres del mundo podrían sufrirla en cualquier momento. ¿Por qué este número es tan bajo? 1) Sólo el 20 % de las personas -hombres y mujeres- tienen esta peligrosa bacteria en su cuerpo y 2) la mayoría de las mujeres cambian su tampón con regularidad.

Como ves, no tienes tanto de qué preocuparte. Sí, estamos ante una enfermedad peligrosa, pero su incidencia es tan baja que quizás no conozcas a nadie que la sufra (ni hoy ni en el futuro). No obstante, queremos darte algunos consejos que te mantendrán segura en todo momento:

  • Si duermes más de 8 horas al día o te cuesta despertarte, ¡no te vayas a la cama con un tampón! Puedes usar unas compresas o nuestra opción preferida, una braguita menstrual. En Loop tenemos modelos que, además de adaptarse a cada parte de tu cuerpo, son cómodos, permiten que el aire circule, reducen la humedad, tienen una capacidad de absorción alucinante y evitan la proliferación de las bacterias.
  • Mantente alejada de las duchas vaginales. Tu vagina tiene su propio mecanismo de limpieza. Aunque creas que la ducha vaginal te puede ayudar, no lo hace. Más bien afecta al pH de tu zona íntima y, por ende, al proceso de higienización natural del cuerpo.
  • Escoge tampones apropiados según tu flujo menstrual. Si finalmente no puedes pasarte de los tampones, asegúrate de comprar los adecuados. Cada tampón está identificado con un nivel de absorción determinado. Usa el que más se ajuste a tus necesidades.
  • Sé cuidadosa al momento del reemplazo del tampón. Es importante que laves muy bien tus manos antes de retirar el viejo tampón (y también antes de ponerte el reemplazo).

Dato curioso. Aunque esta enfermedad está relacionada con el tampón, también puede originarse por el uso de la copa menstrual o de diafragmas, esponjas y otros métodos anticonceptivos femeninos de tipo barrera. Incluso puede afectar a los hombres y niños, en especial después de una cortada profunda, quemadura o cirugía en cualquier zona del cuerpo.

¿Olvidaste cambiar tu tampón? No te asustes: no contraerás la enfermedad tan solo por dejarlo en la vagina un par de horas más. ¿Qué deberías hacer? Quitarte el viejo tampón y mejor aún, para evitar dolores de cabeza,  remplazarlo por una tanga menstrual 😉

Eso debería bastar para evitar que las bacterias sigan en aumento. Eso sí: mantente atenta a cualquier síntoma. Si los primeros signos de la enfermedad del tampón aparecen, ¡llama a tu médico inmediatamente!