Guía para la primera regla: ¿cómo abordar este tema con mi hija?

La menarquia (primera menstruación) marca la llegada de la pubertad; una etapa llena de cambios físicos que suele generar dudas y miedos en niñas y adolescentes. Afortunadamente, ¡el temor es tan solo una palabra de cinco letras! Como padre, puedes preparar a tu hija con toda la información que necesita para facilitar su transición hacia el desarrollo

La clave está en mantener conversaciones abiertas, derribar los mitos que giran en torno al periodo y responder cualquier pregunta que tenga en mente. Si no sabes cómo comenzar, ¡no te preocupes! En Loop, hemos preparado una guía que te ayudará a comprender la menarquia de pies a cabeza. Así, sabrás qué decir cuando llegue el momento.

¿Qué es la menarquia?

La primera menstruación -científicamente conocida como menarquia- es una de las tantas señales de la pubertad; una etapa de cambios naturales que se producen para abrirle paso al desarrollo (maduración física). En palabras simples, podríamos definir la menstruación, regla o periodo como la expulsión de una secreción roja – compuesta de sangre pero también de muchas más cosas como por ejemplo mucosa, células madres y células del revestimiento uterino – a través de la vagina. Por lo general, dura entre 3 y 5 días (o quizás un poco más). ¡Cada cuerpo es un universo aparte!

¿Por qué se produce la primera menstruación?

La primera menstruación se produce durante el desarrollo del cuerpo femenino, es decir, en la etapa de la pubertad. Desde la menarquia (primera regla) hasta la menopausia (ausencia de la regla), el organismo experimentará una serie de cambios cíclicos impulsados por dos hormonas específicas: el estrógeno y la progesterona.

Los aumentos y caídas de estas hormonas promoverán el engrosamiento del revestimiento del útero (matriz) y la liberación de un óvulo maduro. Cuando el óvulo no es fecundado, el cuerpo se deshace del óvulo maduro, la matriz y los restos de sangre para después ordenar la expulsión del flujo menstrual. Estos cambios corporales suceden cada 28 días (aproximadamente) y tienen nombre propio: el ciclo menstrual.

¿Quieres saber más sobre este tema? Conoce las fases del ciclo menstrual con Loop. Te dejamos una guía completa con lo que debes saber al respecto. Así, tendrás toda la información que necesitas a la mano para responder las consultas de tu hija.

¿Qué tiene que ver la ovulación con la regla?

La ovulación es un proceso importante en el cuerpo femenino y, en consecuencia, también en la menstruación. Pero, ¿qué es la ovulación? Básicamente, la maduración y liberación de un óvulo. Este óvulo saldrá de los ovarios y viajará a través de las trompas de Falopio para llegar al útero. La función del óvulo es facilitar la reproducción. Cuando el óvulo no es fecundado, el útero comienza a contraerse para expulsarlo a través de la regla.

La ovulación puede ayudar a las mujeres jóvenes y adultas a predecir la llegada de la menstruación, ya que, por lo general, el periodo aparece entre 13 y 15 días después de la fase ovulatoria. Sin embargo, justo después de la menarquia, será difícil calcular cuándo bajará la regla. Habla con tu hija al respecto y hazle saber que el cuerpo necesita pasar primero por un proceso de adaptación para que el periodo se regularice.

¿Quieres saber más sobre la ovulación? Descubre qué es la ovulación, cuándo ocurre y cuáles son sus síntomas en esta entrada de blog.

¿Cuándo aparece la primera regla?

La menarquia sucede en la adolescencia, a los 12-13 años de edad (en promedio). Sin embargo, es perfectamente normal que llegue un poco antes o después. Según los expertos, puede suceder entre los 10 y los 15 años. ¿La razón? ¡Cada cuerpo tiene su propio calendario biológico!

¿Cuál es el método de higiene menstrual ideal para mi hija?

¡Hablemos de la higiene menstrual! Las niñas y adolescentes tienen muchas opciones para evitar el manchado durante la regla. Si bien las compresas sanitarias y los tampones podrían ser una opción, son un poco incómodos y complicados de usar (en especial en esta etapa tan temprana de la vida). Afortunadamente, ¡hay otras alternativas para tu hija! En Loop, tenemos una línea de braguitas menstruales para niñas y adolescentes de 12 años a la talla M: las First Loop

Su diseño -además de cómodo, seguro y bonito a la vista- se ha convertido en la herramienta de protección perfecta para las primeras reglas. ¿La razón? No genera molestias, no se cambia con tanta frecuencia (ofrecen hasta 12 horas de protección) y parece una braga común. Sin duda, usar bragas menstruales hará sentir a tu hija como pez en el agua, facilitando su transición hacia la juventud.  

¿La primera menstruación duele?

No siempre, aunque es normal que las niñas y adolescentes sientan algunas molestias en el bajo abdomen. Los calambres menstruales son un síntoma frecuente en la regla, pero -en la mayoría de los casos- no suceden sino hasta los 2 años después de la menarquia.

¿Por qué la bajada de la regla produce dolor? La razón detrás de los cólicos menstruales son las contracciones que realiza el útero para expulsar los restos del óvulo y del engrosamiento del endometrio. Por fortuna, hay maneras naturales de ayudar a tu hija a sentir menos molestias.

Podrías, por ejemplo, prepararle un baño o ducha caliente, ponerle pañitos tibios en el vientre, o hacerle una infusión de manzanilla. Asegúrate también de que esté consumiendo suficiente agua, frutas y verduras. Una buena hidratación y alimentación puede ser suficiente para calmar los cólicos menstruales.

Consejo. ¡No compres analgésicos de venta libre para tu hija sin consultarlo primero con el ginecólogo! Y recuerda: si se queja de dolores fuertes, fiebre, náuseas o escalofríos durante la regla, es importante que la lleves a tu médico de confianza. Sentir tanto dolor durante la menstruación no es normal.

¿Cada cuánto tiempo baja la regla después de la menarquia?

El hecho de que una niña o adolescente ya haya experimentado su primera regla no quiere decir que tendrá un ciclo menstrual regular de buenas a primeras. ¿Traducción? Es posible que tu hija no tenga el periodo todos los meses.

¿Esto es normal? ¡Por supuesto! Al principio, el cuerpo necesita un tiempo para acostumbrarse. Lo cierto es que la regularidad en la ovulación y, por ende, en el ciclo menstrual, comenzará entre 1-3 años después de la menarquia. Pasado este tiempo, la regla debería bajar cada 21-35 días, aproximadamente.

¿Cuánto dura la menstruación después de la primera regla?

Realmente, no hay una sola respuesta para esta pregunta. Hay niñas y adolescentes con menarquias de un solo día. Otras, de 2-3 días de duración. Después de varios periodos, lo normal es que la menstruación dure de 3-7 días.

Después de que se regule el periodo, ¿pueden haber ausencias de regla?

La menstruación es una constante en la vida de una mujer en edad reproductiva hasta la menopausia; una etapa que comienza entre los 45 y los 55 años de edad. En ese momento, el ciclo menstrual dejará de ocurrir y, por ende, también la regla.

Ahora bien, hay momentos en los que puede ser normal que tu hija tenga ausencias o retrasos menstruales temporales. ¿Algunos ejemplos? Los cambios drásticos en la alimentación o en el peso, el jet lag, realizar entrenamientos físicos exigentes, etc. Incluso el estrés de la escuela podría generar retrasos en la llegada de la menstruación.

Para saber más sobre este tema y tener toda la información que necesitas a la mano, no dejes de leer nuestra entrada de blog dedicada a los retrasos menstruales. En Loop, ¡pensamos en todo!

¿Qué cantidad de flujo menstrual tendrá mi hija durante su primera menstruación?

La cantidad de flujo menstrual varía de una niña o adolescente a otra, incluso después de la menarquia. Generalmente, la primera regla, además de ser corta, suele ser bastante leve. Este patrón se repetirá por unos cuantos meses hasta que los cambios hormonales no sean tan abruptos y el ciclo menstrual se estabilice.

¿Cuánta sangre se expulsa después de la regularización del ciclo menstrual? Pues, unas 5-7 cucharadas. Puede que parezca mucho flujo, pero lo cierto es que esta cantidad no llega ni a la mitad de una taza.

¿Te parece que el cuerpo de tu hija produce mucho flujo menstrual mes a mes? ¡Mantén la calma! Las menstruaciones abundantes no son necesariamente un motivo de preocupación.

Durante la pubertad y a lo largo de las distintas etapas de la vida de una mujer, los niveles de estrógeno y progesterona pueden cambiar de manera repentina, haciendo que algunos periodos sean más pesados que otros.

Consejo. Si tu hija se queja de la cantidad de flujo menstrual, ayúdala a calcular el volumen de su regla y comparte estos hallazgos con tu médico de confianza.

¿Qué cambios ocurren antes de la menarquia?

La primera menstruación puede bajar en cualquier momento de la pubertad. No obstante, hay tres señales que suelen anunciar que la llegada de la menarquia está cerca:

  • Descargas de flujo vaginal. La mayoría de los padres notan por primera vez un flujo en la braguita de sus hijas unos 6-12 meses antes de la menarquia.
  • Crecimiento del vello púbico. Especialmente, la aparición del vello axilar (la zona que está justo debajo de los brazos). La primera regla también puede ocurrir después del crecimiento del vello en el área genital.
  • Desarrollo de las mamas. Muchas niñas y adolescentes tienen su primera regla entre 1 y 2 años después de que sus senos comienzan a crecer.

Estos cambios pueden venir acompañados de algunos de los síntomas del síndrome premenstrual:

¿Qué otros cambios hay en la pubertad?

Además de la menarquia, la aparición del vello púbico y el desarrollo de las mamas; el cuerpo de tu hija se preparará para experimentar otros cambios, como:

  • Ensanchamiento de las caderas
  • Inestabilidad emocional (cambios de humor)
  • Crecimiento acelerado (aumento de la estatura)
  • Olor corporal por el incremento de la transpiración en las axilas

¿Con quién más puede hablar mi hija sobre los cambios que ocurren en su cuerpo?

Cuando hables con ella, hazle saber que toda la familia está dispuesta a responder cualquier duda que tenga sobre la pubertad y que, si prefiere consultar algo fuera de casa, puede hacerlo, ya sea con su profesora favorita o con la enfermera de la escuela.

Consejo. Si tu hija tiene su primera cita con el ginecólogo pronto, ¡anímala a consultar sus dudas con el médico! Hazle saber que no hay nada de qué avergonzarse, que tener preguntas es normal y que no está sola. A fin de cuentas, los cambios que está experimentando le pasan a todas las mujeres. 

¿Cuándo agendar la primera cita de mi hija con el ginecólogo?

Deberías agendar su primera visita al ginecólogo justo después de la menarquia. Es recomendable comenzar los controles anuales, bianuales o trianuales en esta etapa porque esto ayudará a tu hija a establecer un vínculo de confianza con el especialista.

Además, los ginecólogos pueden responder dudas comunes -como qué cambios le están sucediendo a su cuerpo o por qué las mamas están más sensibles o hinchadas antes de la regla- y llevar un control apropiado de su desarrollo.

¿Qué señales de alarma podrían estar relacionadas con la menarquia?

Como padre, debes saber que la mayoría de las adolescentes no suelen tener problemas con su periodo. En otras palabras, un chequeo ginecológico cada 1-3 años después de la primera regla será más que suficiente para mantenerlo todo bajo control.

No obstante, es importante que lleves a tu hija a una cita médica si:

  • Sangra o mancha entre periodos.
  • Sus menstruaciones duran más de una semana.
  • Tiene 15 años o más y todavía no ha tenido su primera regla.
  • Sufre de dolores severos o nota un sangrado abundante.
  • Después de 2-3 años de la menarquia, sigue teniendo ciclos irregulares.

¿Qué es la fase lútea, cómo funciona y cuánto dura?

El ciclo menstrual se compone de tres fases importantes: la fase folicular (estrogénica), la fase ovulatoria (interludio) y la fase lútea o luteinizante (progesterogénica). Comprender cómo funcionan te ayudará a saber qué es la menstruación, cuánto dura el ciclo menstrual y cómo facilitar un posible embarazo.

En Loop ya hemos hablado de la ovulación y de los cambios que esta genera en tu cuerpo. Hoy le toca el turno a la fase lútea. ¿Nos acompañas?

¿Qué es la fase lútea?

La fase luteinizante o lútea comprende la segunda mitad del ciclo menstrual y es la encargada de asegurar que el embarazo se produzca sin problemas (siempre que el óvulo haya sido fecundado) o generar el desprendimiento de la matriz y las contracciones que terminarán en la regla.

Duración de la fase lútea

La fase lútea suele durar 14 días, pero este lapso puede ser más largo o más corto: todo dependerá de la regularidad de tu ciclo. Por lo general, la media va desde los 11 días (en ciclos más cortos) hasta los 17 días (en ciclos más largos).

¿Cuándo comienza la fase lútea?

La fase lútea comienza después de la fase ovulatoria. Si tomamos como ejemplo un ciclo menstrual de 28 días, comenzaría el día 15 y terminaría el día 28 (con la llegada de la menstruación).

¿Qué pasa en el cuerpo durante la fase lútea?

La fase luteinizante recibe su nombre porque una de sus funciones es crear el cuerpo lúteo. El cuerpo lúteo se conforma, principalmente, por el folículo vacío que libera el óvulo durante la fase ovulatoria.

En la fase luteinizante, el cuerpo femenino estará atento a la posible fecundación del óvulo liberado. Mientras espera a los espermatozoides, ordenará que el revestimiento del endometrio aumente su grosor para que el óvulo fecundado pueda fijarse en él y crecer (feto).

Todo esto es posible gracias al cuerpo lúteo, que será quién segregue grandes cantidades de progesterona.

¿Sabías que… el cuerpo lúteo está conformado por el folículo dominante que creó y liberó al óvulo maduro? Cuando el folículo queda vacío, se transforma en una glándula temporal con una sola misión de vida: segregar progesterona.

Lo que ocurre ante la fecundación

Si el óvulo maduro se encuentra con un espermatozoide y la fecundación ocurre, el óvulo fecundado se implantará en el útero. El cuerpo lúteo seguirá produciendo progesterona y también estradiol para nutrir el ambiente y permitir el desarrollo del feto.

Lo que ocurre si el óvulo no es fecundado

En este caso, el cuerpo lúteo comenzará a contraerse, haciendo que los niveles de progesterona caigan abruptamente. El cuerpo interpretará esto como una señal de que debe ordenar la descamación del endometrio y las contracciones uterinas que le abrirán paso a la regla.

¿Qué fases anteceden y prosiguen a la fase lútea?

Lo que precede a la fase luteinizante se conoce como fase ovulatoria. Lo que le sigue a la fase luteinizante es la secreción de la regla y el comienzo de la fase folicular.

¿Cómo saber si estoy en la fase lútea?

Una de las formas de saber si ya estás en la fase lútea es prestar atención a los cambios que ocurren en tu cuerpo. Y es que, la fase luteinizante no viene sola. Siempre está acompañada del síndrome premenstrual.

Durante esta etapa, podrías notar uno o más de estos síntomas: retención de líquidos, hinchazón en el abdomen, náuseas o mareos, un par de granitos de más, irritabilidad y cambios de humor, sensibilidad mamaria o dolor en los pezones, antojos, fatiga, entre otros.

¿Cómo calcular la fase lútea?

La mejor forma de calcular la fase lútea es identificando la fecha de la ovulación. También podrías analizar tus ciclos anteriores para obtener un estimado o estar atenta a las señales que suelen preceder a la llegada de la regla (síndrome premenstrual).

Resta 14 días a la llegada de la regla

Si tu ciclo es regular, bastará con tomar el primer día de tu periodo y restarle 14 días. Si tu ciclo es irregular, el cálculo será un poco más complicado: podrás obtener un estimado restando de 11 a 17 días.

Veámoslo en un ejemplo para comprenderlo mejor. Si tu menstruación bajó el 14 de julio y tienes ciclos menstruales regulares, entonces tu fase lútea habrá comenzado el 1 de julio. Si tus ciclos son irregulares, entre el 27 de junio y el 3 de julio.

Calcula tu fase de ovulación

Si tus ciclos menstruales son regulares, la fecha de la ovulación debería ser justo en la mitad del ciclo. Para un ciclo de 30 días, el día de ovulación sería el 15.

Si combinas este método con otros, como revisar la consistencia del moco cervical (recuerda que en la fase ovulatoria el flujo es elástico, como una clara de huevo) y anotar tu temperatura basal cada mañana (suele ser más alta durante la fase ovulatoria), tendrás un resultado más acertado.

Comprar un test de ovulación casero también es una alternativa. De hecho, es la más recomendable (al menos si quieres quedar embarazada) porque arrojará una fecha precisa. Además, te liberará de todos los cálculos matemáticos.

Cuando conozcas tu día de ovulación con la prueba casera, ¡tendrás el resultado en tus manos! A partir del día siguiente y hasta que tu próxima regla baje, estarás en la fase luteinizante.

Consejo. Si ya sabes cuándo terminará (aproximadamente) tu fase lútea, ¡prepárate para la regla! Comienza a usar tus braguitas menstruales Herloop un par de días antes para que la menstruación no te coja desprevenida.

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Señales de alerta en la fase lútea. ¿Cuándo acudir al médico?

Si uno de tus ciclos menstruales es más corto que otro, ¡no te preocupes! Recuerda que factores como el estrés, saltarse las comidas o el insomnio pueden afectar la ovulación y, por ende, también la llegada de la regla.

Pero si tu menstruación se separa de su patrón “normal” por 2-3 ciclos consecutivos, te recomendamos acudir al médico. ¿Deberías preocuparte? No. Posiblemente, se trate de un desajuste hormonal (y eso se puede revertir).

¿Qué señales emite tu cuerpo para alertarte de que la fase lútea es más corta o larga de lo que debería? En principio, las siguientes:

Spotting menstrual

El manchado entre ciclos menstruales puede producirse por el acortamiento de la fase lútea. Si no estás entre los 45 y los 55 años de edad (años de la perimenopausia y comienzo de la menopausia) y notas manchitas de sangre en tu braguita un par de semanas antes de la llegada de la menstruación, programa una visita con tu ginecólogo.

Reglas cortas y livianas

Las deportistas que entrenan constantemente -siempre poniendo su cuerpo al límite- suelen tener menstruaciones más cortas y menos abundantes. Sin embargo, si no has cambiado tu rutina y comienzas a notar que tu periodo dura la mitad de lo “normal” para ti -o que la cantidad de flujo menstrual es muy poca- ¡llama a tu médico de confianza!

Lo más probable es que tengas un desequilibrio hormonal. A juzgar por los síntomas, tus niveles de progesterona podrían estar más altos de lo que deberían.

Cambios físicos

El antojo descontrolado de dulces y bollería, la fatiga crónica y tener una sensibilidad mayor ante el frío son síntomas de problemas metabólicos. También podrías notar taquicardia, arritmia, somnolencia o, por el contrario, problemas para conciliar el sueño.

Si este cuadro viene acompañado de la caída del cabello, pérdida de la libido y aumento de peso; es posible que haya un desajuste tiroideo o pancreático detrás. Esto podría reflejarse también en tu regla, dejándote ciclos irregulares o periodos abundantes.

Si reconoces algunos de estos síntomas en ti misma, ¡ya sabes lo que debes hacer! Visita el consultorio de tu ginecólogo para descubrir la causa y comprobar que todo está bien con las fases de tu ciclo menstrual.

Recuerda. Las hormonas pueden descontrolarse en cualquier momento. En otras palabras, ¡no te alarmes! Quizás con un cambio en la alimentación, un reajuste de la actividad física y un par de buenas noches de sueño; ¡todo vuelva a la normalidad!

¿Tu primera visita al ginecólogo está cerca? Qué esperar

Si se acerca la fecha de tu primera visita al ginecólogo, ¡no desesperes! Es normal que sientas miedo, nervios o ansiedad; pero pronto descubrirás que no hay nada que temer. Y es que, la primera consulta ginecológica es más común e inofensiva de lo que parece.

El especialista usará el espacio seguro de su consultorio para conocerte, despejar tus dudas y abrir tu historia médica. ¿Es posible que realice una evaluación física? Sí, pero ¡no te preocupes! De ser el caso, será un examen no invasivo y completamente indoloro.

Acudir al ginecólogo después de la primera menstruación es un ganar-ganar por donde quiera que lo mires. Por un lado, tendrás alguien con quién hablar sobre los cambios que experimenta tu cuerpo durante la pubertad y, por el otro, te asegurarás de que todo va como debería.

¿Ya eres una mujer adulta, pero tienes mucho tiempo sin visitar al ginecólogo? Entonces, esta guía también es para ti.

¿A qué edad debería tener mi primera cita ginecológica?

Lo ideal es que los padres o tutores legales programen la primera visita al ginecólogo en la menarquia, es decir, después de la primera menstruación. ¿Puede ser antes? Sí. Cuando una adolescente de 15 años o más no ha tenido su periodo, es importante que acuda al especialista para saber a qué se debe el retraso.

Aunque cada cuerpo avanza a su propio ritmo, hay edades tempranas y tardías para tener la primera menstruación. Un retraso o adelanto en comparación con las demás mujeres no es necesariamente malo o grave: por lo general, la causa es más inofensiva de lo que se piensa.

¿Qué esperar de la primera visita al ginecólogo?

Si acabas de tener la menarquia, la primera visita al ginecólogo será muy sencilla. De hecho, es posible que ni siquiera necesites una evaluación física.

Entonces, ¿qué esperar de la primera cita ginecológica? ¡Una conversación! Sí, así como lo lees. El médico usará esta primera consulta para conocerte un poco más. Después de abrir tu historia médica con tu nombre, apellido, edad, datos de contacto, alergias, enfermedades, etc.; te hará un par de preguntas:

  • A qué edad -o hace cuánto- tuviste tu primera regla.
  • Qué sientes antes, durante y después del periodo.
  • Cuál fue el primer día (fecha) de tu última menstruación.
  • Cada cuánto tiempo suele venir tu periodo menstrual.
  • Cuántos días -aproximadamente- dura tu regla.

El especialista también podría preguntarte otras cosas, como si ya has tenido relaciones sexuales y, de ser así, qué método de protección usaste o estás usando.

Como ves, ¡no hay nada que temer! Puedes abrirte al 100 % con el médico. Todo lo que digas en la consulta será privado (ni siquiera tus padres tienen por qué saberlo).

Consejo de Loop. Te recomendamos aprovechar este espacio para preguntarle al ginecólogo todo lo que quieras: si es malo dormir con tampones, qué color debería tener la regla; por qué sientes náuseas premenstruales, qué causa el acné hormonal; qué es normal y qué no; etc.

¿Tendré una exploración ginecológica en mi primera cita?

Lo común -al menos en el caso de niñas y adolescentes- es dejar la evaluación física para después. Sin embargo, solo el médico sabrá si el examen ginecológico es necesario o no. Todo dependerá de tu edad y de las respuestas que hayas dado durante el cuestionario.

Piensa que, si sueles tener menstruaciones abundantes y dolorosas -por poner tan solo un ejemplo- ¡el ginecólogo querrá ayudarte a vivirlas mejor! No obstante, para ello necesitaría echar un vistazo a tu cuerpo.

¿Cómo es la primera evaluación ginecológica?

Antes de comenzar con la explicación, debes saber que la primera evaluación ginecológica es completamente normal y no invasiva. ¿Traducción? No tiene por qué ser dolorosa o causarte temor. Teniendo en cuenta que el miedo es una reacción a lo desconocido, quizás conocer lo que sucederá en el consultorio ginecológico te ayudará a reducir la ansiedad:

  • Si tienes menos de 21 años, es probable que no necesites una exploración pélvica ni un test de Papanicolaou. ¿Tienes 21 años o más? En un par de minutos, retomaremos este tema.
  • ¿Cuál es el procedimiento si se trata de una niña o adolescente? Pues, en este caso, es bastante simple. El médico te pedirá que de tumbes en la camilla para realizar un eco pélvico.
  • ¿El eco pélvico duele? ¡Para nada! Te pondrán un gel en el vientre (estará un poco frío) y pasarán el aparato de imagenología por la zona. Este procedimiento es completamente indoloro. Así que, ¡relájate!
  • ¿Por qué se realiza un eco pélvico? Para ver de cerca los órganos de la pelvis. El ginecólogo anotará el tamaño del útero y examinará las caderas, los ovarios y las trompas de Falopio. ¡El examen terminará antes de que lo notes!
  • ¿Qué más puede ocurrir durante la primera visita al ginecólogo? Generalmente, el ginecólogo también tomará nota de tu presión arterial, temperatura, altura y peso corporal. ¡Esto es todo!

Dependiendo de tu edad, podrías tener también una revisión mamaria. ¿Qué es una revisión mamaria? Un examen visual y táctil que sirve para comprobar el tamaño de las mamas, su simetría y conformación.

En este punto, el ginecólogo te enseñará a hacer una exploración mamaria por tu cuenta. No hay nada que empodere más a las mujeres que conocer su propio cuerpo al 100 %. Así que, cuanto antes aprendas, ¡mejor!

Tengo 21 años o más: ¿cómo será mi primera cita con el ginecólogo?

Los exámenes ginecológicos de rutina incluyen la realización del ultrasonido (eco), además de una evaluación pélvica y mamaria. Si tienes 21 años o más y ya has tenido relaciones sexuales, se recomienda que acudas al ginecólogo cada 1-3 años.

El comienzo de la consulta será el mismo que en el caso anterior: abrir la historia clínica, hablar un poco sobre tu menstruación y sobre la duración del ciclo menstrual, etc. También tendrás que indicar si sufres de alguna enfermedad (como diabetes o asma, por ejemplo) y el método anticonceptivo que sueles usar.

¿Qué pasará después? Una vez que haya culminado esta primera parte, el ginecólogo dejará el consultorio para que puedas cambiarte de ropa. Después de ponerte la bata de exploración médica, volverá a entrar para comenzar con el examen físico.

Paso a paso del examen ginecológico físico

Si estás en tu primera evaluación con el ginecólogo, es posible que no sepas qué sucederá de aquí en adelante. De ser este el caso, ¡no te preocupes! En Loop, ¡te lo decimos todo!

#1 Evaluación médica general

La primera parte es similar a cualquier otra cita médica. El ginecólogo medirá tu frecuencia cardíaca y respiratoria, presión arterial y temperatura. ¡Nada fuera de lo normal!

#2 Evaluación de las mamas

Si es tu primera cita ginecológica y ya tienes más de 21 años, el médico querrá examinar tus mamas. ¿Cómo lo hará? Tal como en el caso anterior: palpando sistemáticamente cada seno para detectar anomalías o bultos inusuales.

Consejo. ¿Todavía no sabes hacerte el autoexamen mamario? Pídele al médico que te muestre cómo hacerlo. Después de la cita, ¡serás una experta!

#3 Examen externo de los genitales

Luego de revisar las mamas, el ginecólogo te pedirá que te sientes al borde de la camilla. Una vez que te tumbes boca arriba y pongas los pies en los estribos, comenzará a examinar los genitales externos (la vulva).

¡Que no te dé vergüenza! Piensa que este examen es tan solo una parte de ser mujer (y es muy importante para tu estado de salud). ¿Por qué el ginecólogo examina la vulva? Pues, para asegurarse de que no haya ninguna anomalía, como:

  • Cortes
  • Verrugas
  • Erupciones
  • Hinchazón de la vulva
  • Crecimiento anormal del vello púbico

#4 Examen pélvico interno

En este punto, el médico usará un espéculo (una herramienta similar a un tubo que se abre para separar ligeramente el canal vaginal). ¡No te asustes! No duele nada. Primero, el espéculo estará lubricado (no sentirás dolor, quizás solo un poco de frío). Segundo, solo ocupará 2/3 de tu canal vaginal.

Si el ginecólogo lo considera apropiado, tomará una muestra del fluido vaginal para comprobar que no haya infecciones. Esto puede suceder si te quejas de picores, ardores, malos olores o un flujo vaginal anormal.

Cada cierto tiempo, el médico aprovechará el examen para hacer también un Papanicolaou. ¿Cómo lo hace? Cogiendo una diminuta muestra de las células del cuello uterino.

Nota. Por lo general, la toma de muestras es indolora. ¡Ni siquiera sentirás el hisopado! Lo máximo que podrías experimentar es cosquillas y, ante mucha sensibilidad, un ligero hormigueo.

#5 Examen pélvico manual

Para finalizar, el ginecólogo efectuará un examen pélvico manual. Esto le ayudará a determinar el tamaño del útero y asegurarse de que no haya anormalidades o dolor en los ovarios o en las trompas de Falopio.

¿Duele? Realmente, no. Recuerda que el médico tendrá guantes y usará lubricación. Sin embargo, podrías sentir algo raro. ¿Por qué? Mientras el ginecólogo palpa la vagina, presionará suavemente el bajo abdomen. Esto podría generarte una sensación de incomodidad.

Consejo de Loop. La exploración ginecológica no debería doler. Si sientes dolor o punzadas, ¡comunícaselo al médico inmediatamente!

#6 Final de la evaluación ginecológica

Cuando la exploración finalice, podrás sentarte como normalmente lo haces y escuchar las observaciones de tu médico de confianza. Si tienes alguna pregunta sobre las pruebas, ¡este será el momento perfecto para hacerlas!

Recuerda. ¿Crees que la cita con el ginecólogo es muy larga? ¡Es una ilusión! Lo cierto es que todo esto sucede en menos de 15 minutos.

¿Cómo prepararme para la cita con el ginecólogo?

Técnicamente, no debes hacer nada. No necesitas ir depilada o lavar tu zona íntima con algún producto especial (recuerda que debes proteger el pH de tu vagina). Lo que sí te recomendamos es tener a la mano:

  • Información sobre tu ciclo menstrual. Si no sabes calcular la duración de tu ciclo, bastará con que lleves las fechas de inicio de tus últimas tres reglas.
  • Información sobre tu flujo menstrual. Si tienes dudas sobre el volumen o color de tu menstruación, ¡tenlas en mente para despejarlas con el ginecólogo!
  • Información sobre tus síntomas premenstruales. O también de cualquier otro síntoma asociado a la llegada de la regla. Hablamos de calambres, dolor de cabeza, fatiga, cambios de humor, etc.
  • Información sobre tu vida sexual. Es decir, si eres activa sexualmente hablando, qué método de protección utilizas, entre otros.

En caso de dudas sobre tu ciclo menstrual o del periodo en general, anótalas para que no se te olvide hacerte las preguntas al ginecólogo.

¿Cada cuánto tiempo debo acudir al ginecólogo?

Generalmente, se recomienda acudir al ginecólogo cada 1-3 años después de que se comiencen a tener relaciones sexuales. Sin embargo, cada vez son más los padres que siguen este patrón con sus hijas adolescentes. De esta manera, las ayudan a prepararse para el futuro.

Como dijimos anteriormente, no siempre se realiza un examen físico, incluso si se es mayor de 21 años y se mantiene una vida sexual activa. Los exámenes pélvicos suelen realizarse cada 3 años.

¿Con qué frecuencia debo hacerme un Papanicolaou?

Las citologías (examen de Papanicolaou) comienzan a partir de los 21 años de edad y se efectúan cada 3 años, aproximadamente.

Después de la citología, podrías manchar un poco. ¡No te alarmes! Es perfectamente normal. ¿Nuestra recomendación? Usa tu braguita menstrual preferida por un par de días -incluso si tu menstruación no está cerca- para mantenerte seca y protegida.

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Primeras menstruaciones : Herloop contesta a todas tus preguntas

La llegada de las primeras menstruaciones suscita muchas preguntas entre las chicas jóvenes y ¡es muy normal! Su aparición representa un cambio importante que puede asustar, pero no tienes porqué preocuparte. Se trata de un fenómeno natural que demuestra que creces y que tu cuerpo funciona perfectamente. Heroop quiere desdramatizar y desmitificar este tema, es por eso que hoy voy a intentar contestar al mayor número de preguntas que puedas tener. 

LA REGLA : ¿A QUÉ SIRVE?

Desde la pubertad, el ciclo menstrual se pone en marcha. Esto significa que a partir de este momento tu cuerpo está listo para el día en el que decidirás tener hijes. 

Desde este momento, cada mes, durante la primera parte del ciclo, la mucosa que recubre el útero (que llamamos también el endometrio) se engrosa y se llena de vasos sanguíneos. En caso de fecundación, es aquí que el óvulo va a anidar el principio de un embarazo. Si no hubo fecundación, durante la segunda fase del ciclo, el endometrio se desintegra y se evacua por el cuello del útero y luego por la vagina: esto es la regla. Y como ya entendiste, este fenómeno se repetirá cada mes de ahí su nombre de « ciclo menstrual ».

Primeras menstruaciones y fertilidad

La aparición del periodo marca el momento en el que te vuelves fértil. Esto significa que puedes quedar embarazada tras una relación sexual. ¡Ojo que en algunos casos puedes estar fértil incluso antes de que llegue tu primera regla! La menstruación marca el principio de un nuevo ciclo menstrual, lo que significa que probablemente uno de tus ovarios ya produjo un óvulo algunos días antes. De todos modos, es imprescindible protegerse a mínima con un preservativo, porque también hay que protegerse de las infecciones de transmisión sexual. 

¿A QUÉ EDAD TENEMOS NUESTRA PRIMERA MENSTRUACIÓN?

En general, las adolescentes tienen su primer periodo entre 11 y 13 años, pero puede ser antes (desde 9 años para algunas chicas) o más tarde (hasta 16 años). Ves, existe diferencia de una chica jóven a otra, y es muy normal ya que cada una de nosotras es única. No debes preocuparte si tus amigas ya tienen su regla y tú no. Cada cosa llega en su tiempo, solo hace falta que dejes que tu cuerpo siga su propio ritmo. 

¿CÓMO SABER CUANDO TENDRÉ MI PRIMER PERIODO?

¡Esa es la gran pregunta! ¿Cuándo verás llegar a tu primera menstruación? ¿Es posible anticipar este gran cambio? 

Para ser sincera contigo, no podemos saber el día exacto de tu primera menstruación, pero hay algunas pistas que podrán ayudarte a saber si tu periodo llegará pronto o no. 

De hecho, para la mayoría de las chicas jóvenes, la regla aparece tras tres cambios relacionados con la perpetrad: 

  • La aparición de pelos en la zona del pubis, de las axilas y de las piernas;
  • El desarrollo del pecho: se estima que los pechos tardan 4 años antes de alcanzar su tamaño definitivo pero la regla aparece generalmente dentro de los dos primeros años que siguen el principio de este desarrollo (este crecimiento puede estar acompañado de pequeñas molestias)  
  • La aparición del flujo blanquecino vaginal: durante las semanas incluso meses que preceden la llegada de las primeras menstruaciones, podrás notar algunas manchas blanquecinas en el fondo de tu braga. Una vez más, no te preocupes; al contrario, las pérdidas vaginales tienen como objetivo limpiar y lubricar tu vagina. ¡Además, sepas que tu vagina se limpia sola, no es necesario lavarla! 

Sin embargo, no se puede generalizar, también puede que tu periodo llegue antes o después de estos cambios corporales. 

¿Hasta qué edad menstruamos?

La mayoría de las mujeres tienen su periodo cada mes hasta los 50 años aproximadamente (edad de la menopausia) excepto si quedan embarazadas (momento en el que habrá una pausa menstrual). 

No obstante, debido a la fatiga, un mal estado de vida, una actividad deportiva intensa, una enfermedad, ciertas medicinas, un pérdida excesiva de peso o al contrario en caso de obesidad, el ciclo menstrual puede desaparecer. En este caso, es importante consultarlo con un ginecólogo/a o un médico/a para que te tranquilices y que encuentres, cuando proceda, un tratamiento adaptado. 

Hay que saber también que algunos métodos anticonceptivos pueden impedir la llegada de la regla (como el implante anticonceptivo o la píldora progestativa que tomas en continuo).

¿QUÉ ASPECTO TIENEN LAS PRIMERAS MENSTRUACIONES?

¡Es posible que el aspecto de tu primera regla te sorprenda! En efecto, para las adolescentes las primeras menstruaciones rara vez son de color rojo vivo sino más bien marrón. Esto se explica por la escasez del flujo: presente en poca cantidad, la sangre toma más tiempo en fluir y por lo tanto se oxida más rápidamente. Por lo general, las primeras menstruaciones son escasas y duran de 2 a 7 días. 

¿VOY A TENER DOLORES? 

No necesariamente. Te puede doler un poco la barriga debido a las leves contracciones de tu útero para expulsar la sangre. A algunas mujeres les duele un poco la cabeza, los senos, tienen diarrea, náuseas… Puedes también sentirte un poco más cansada, triste o irritable. Toma el tiempo de conocerte y escuchar a tu cuerpo, verás que muchas veces te dará señales de la llegada de tu próximo periodo 🙂

De todos modos, tener la regla no debería ser un obstáculo para tu desarrollo personal y tus actividades. Además si tienes un periodo doloroso al punto de impedirte vivir tu vida del modo que quieras, no es normal. En este caso, no dudes en hablarlo con tu médico/a ya que existen soluciones. 

Algunos trucos:

Si te duele un poco, puedes intentar darte un masaje, ponerte una bolsa de agua caliente en tu barriga o hacer un poco de ejercicio puesto que esto podría ayudarte a aliviar el dolor. Igualmente, evita la ropa muy apretada. 

PRIMERAS MENSTRUACIONES Y REGULARIDAD DEL CICLO

No vamos a mentir, las primeras menstruaciones raramente son regulares: pueden estar muy cercanas en el tiempo o, al revés, muy distantes. El ciclo menstrual se instala adecuadamente después de uno o dos años, dura aproximadamente entre 21 y 35 días (si después de 3 años, todavía es irregular, demasiado corto o muy largo, es necesario consultarlo con un/a ginecólogo/a). 

En Heroop, te recomendamos acostumbrarte a calcular tu ciclo. Existen aplicaciones móviles muy bien hechas para esto. Esto te permite verificar que todo está bien y, cuando tu ciclo menstrual esté bien instalado, sabrás exactamente en qué día verás volver tu menstruación. De esta manera, ¡no te pillará desprevenida!

¿Tuve mi primera regla, cuando volverá? 

Aquí también, no hay ninguna certeza. Debido a la irregularidad de los primeros ciclos menstruales, tu regla puede volver algunos días después de la primera vez o bien unos meses más tarde. Ojo, sin embargo si tuviste una o varias relaciones sexuales, puede ser que estés embarazada; en este caso, no hay que esperar y consultar rápidamente tu ginecólogo/a. 

¿VOY A OLER MAL? 

La sangre tiene un olor metálico que es casi imperceptible. Sin embargo, al entrar en contacto con  los productos químicos de las protecciones íntimas desechables, sí que puede tener un olor desagradable. Las bragas Heroop están fabricadas con tejidos respetuosos de tu intimidad, sin productos nocivos para la salud y no contienen ninguna nanopartícula de plata. 

Las bragas menstruales Heroop te ofrecen una verdadera comodidad ya que te protegen hasta 12 horas, sin fugas ni olores. Gracias a su diseño único, te permiten sentirte libre y segura en cualquier circunstancia. 

¿QUÉ PROTECCIÓN ÍNTIMA ELEGIR? ¿CÓMO PREPARARSE A LA LLEGADA DE SUS PRIMERAS MENSTRUACIONES?

Muchas chicas jóvenes tienen sus primeras menstruaciones cuando menos las esperan. Si te ocurre, pide a una amiga, un profesor o una enfermera de echarte un cable. Si no tienes nada a mano, puedes poner en el fondo de tu braga un pañuelo de papel o un poco de papel higiénico. Sin embargo, lo más sencillo es tener en tu mochila una braga menstrual especial para las adolescentes, de esta manera cuando sea el gran día estarás lista. 

Ten cuidado con la composición de algunas protecciones íntimas desechables. A veces, no se especifican todos los componentes que contienen. Además, el uso prolongado de tampones y/o compresas desechables pueden causar infecciones, irritaciones o también sequedad vaginal. 

¿Cómo utilizar una braga menstrual?

¿PODEMOS SEGUIR HACIENDO DEPORTE O IR A LA PISCINA?

¡Por supuesto! No hay ninguna contraindicación a practicar una actividad física durante el periodo. Al contrario, es bastante recomendado moverse un poco ya que haciendo deporte el cuerpo secreta beta-endorfina: una hormona que relaja y alivia los dolores. Puedes también ir a la piscina gracias a nuestros bonitos bañadores menstruales (por ejemplo, me encantan los modelos con brillantes ya que da un toque festivo a nuestras vacaciones). 

¿EN QUÉ CIRCUNSTANCIAS HAY QUE CONSULTAR CON UN MÉDICO? 

Te recomendamos consultar con tu médico/a  o tu ginecólogo/a si:

  • Tu regla dura más de 7 días durante 3 ciclos, 
  • Tu menstruación es muy abundante hasta tal punto que debes cambiar de protección íntima cada hora,
  • Tu periodo es muy doloroso (el dolor no se alivia tomando algún analgésico que encuentres en farmacia),
  • Tienes coágulos de sangre muy grandes, 
  • Tus ciclos son irregulares después de 2 años, 
  • Tienes sangrados entre reglas,
  • No tuviste tu menstruación durante más de 6 meses seguidos, 
  • Tienes 16 años o más y nunca tuviste tu periodo, 
  • Tienes una vida sexual activa y tu regla no volvió,
  • Tienes dolores de barriga o al nivel de la zona pélvica sin que sea relacionado con tu menstruación 

A esta lista, se añade todas las preguntas que tienes. No debes tener vergüenza de preguntar a tu médico/a, tu ginecólogo/a, o tu entorno. No debes quedarte con tus dudas y también si quieres saber más sobre algún tema en particular, no dudes en dejarnos un comentario.

Estrógeno y progesterona: ¡las protagonistas de la menstruación!

Detrás del correcto funcionamiento del cuerpo humano están, entre otras cosas, las hormonas. El cortisol (la hormona del estrés) aumenta la respuesta de alerta del organismo. La melatonina regula el sueño y el reloj interno. La insulina mantiene el azúcar a raya. Y así sucesivamente.

Dentro del cuerpo femenino, hay dos hormonas que tienen un papel fundamental: el estrógeno y la progesterona. Si bien las mujeres también producen andrógenos (hormonas masculinas) lo hacen en menores cantidades.

La función e importancia de estas hormonas es crucial, en especial en el ciclo menstrual y el desarrollo de los caracteres sexuales secundarios. Es por esto que hoy hablaremos de ellas a profundidad.

¿Sabías que… el cuerpo masculino también produce estrógeno y progesterona? De hecho, su desequilibrio puede causar algunos síntomas molestos para los hombres, como disfunción eréctil, aumento de las glándulas mamarias (ginecomastia), pérdida ósea, alopecia y depresión.

¡Hablemos sobre el estrógeno! Qué es, qué función tiene y qué pasa si bajan sus niveles

El estrógeno (clasificado en estrona, estradiol y estriol) tiene varias funciones importantes en una gran parte de la vida de la mujer. Aunque es vital en la fertilidad y la salud del sistema sexual reproductivo, también tiene funciones añadidas que se alejan de la menstruación, el embarazo y la menopausia.

¿Qué es estrógeno?

El estrógeno es una hormona esteroidea generada por los ovarios y las glándulas suprarrenales. Su principal misión es encargarse del correcto desarrollo de los órganos y caracteres sexuales femeninos durante la pubertad (crecimiento de las mamas, la menarquia, buen tamaño uterino, ensanchamiento de las caderas, etc.)

Durante y después del desarrollo, el estrógeno tendrá un papel fundamental. ¿Dónde? Principalmente, en el ciclo menstrual, la fertilidad y el embarazo. Aunque en menor medida, el estrógeno también influirá en otras funciones corporales (de las que hablaremos más adelante).

¿Cuál es la función del estrógeno?

El estrógeno es como el director de orquesta del ciclo menstrual. De hecho, se encarga de dos procesos sumamente importantes: la ovulación y la fecundación. ¿Qué más hace el estrógeno? Veamos:

  • Libera relaxina (otra hormona que prepara el cuerpo para el parto).
  • Ordena la distribución uniforme de grasa en zonas como los muslos y las caderas.
  • Es responsable del deseo sexual. Un buen nivel de estrógeno en el cuerpo conserva la libido arriba.
  • Mantiene los niveles de colesterol bajo control, cuidando así de la circulación sanguínea y la presión arterial.
  • Previene la pérdida de masa ósea. De ahí que, a partir de la menopausia, las mujeres se expongan a un mayor riesgo de fracturas.
  • Participa en la tonificación y jovialidad de la piel. ¿Por qué? Pues, porque estimula la formación de colágeno, dándole al cutis un aspecto más jugoso y radiante.

Baja de estrógeno: ¿qué sucede?

En las mujeres, la baja de estrógeno suele tener un par de síntomas molestos, como, por ejemplo:

  • Pérdida de la libido. El estrógeno tiene un papel fundamental en el deseo sexual. Cuando sus niveles son demasiado bajos, podría ocasionar inapetencia de tener relaciones sexuales.
  • Problemas para conciliar el sueño. El insomnio es común ante la baja de estrógeno. ¿Por qué? Pues, porque esta sustancia también interactúa con otras hormonas. Un desequilibrio específico puede activar una reacción en cadena en el cuerpo femenino (y también en el masculino).
  • Ciclos menstruales irregulares o amenorrea. Común en personas con bajo nivel de grasa corporal, trastornos alimentarios o atletas de alto nivel. Poner el cuerpo al límite reduce el estrógeno considerablemente, lo que podría causar periodos irregulares, retrasos menstruales o la ausencia temporal de la regla.
  • Cambios bruscos en la temperatura corporal. Y también en cómo se percibe el clima en sí mismo. Esto es común en las mujeres con la menopausia, que a menudo sufren de sofocos, calores nocturnos, sudor en exceso, entre otros síntomas.
  • Síntomas del síndrome premenstrual más intensos. Hablamos de la hinchazón, sensibilidad o dolor mamario, cambios de humor, cefaleas y náuseas premenstruales, fatiga, somnolencia, etc.

Subida de estrógeno: ¿qué sucede?

Nada en exceso es bueno para la salud y el estrógeno no es la excepción. El subidón repentino de una de las principales hormonas sexuales femeninas podría producir:

  • Pérdida de la libido.
  • Depresión o ansiedad.
  • Inflamación en las mamas.
  • Sangrados leves o reglas abundantes.
  • Incremento de la intensidad del síndrome premenstrual.
  • Aumento repentino de peso, en especial en la zona media (muslos, caderas y cintura).

¿Cómo saber cuál es mi nivel de estrógenos?

Cuando los ginecólogos sospechan que hay un bajón o subidón de estrógenos en el cuerpo, ordenan un test de medición de esta hormona. En sí, la prueba no es complicada. Se realiza con una simple muestra de sangre, por lo que no deberías preocuparte.

¡Pasemos a la progesterona! Qué es, qué función tiene y qué pasa si bajan sus niveles

Así como el estrógeno, la progesterona forma parte de las hormonas sexuales femeninas. Comprender su función e importancia puede ayudarte a reconocer los cambios que suceden en tu cuerpo mes a mes y a lo largo de la vida.

¿Qué es progesterona?

La progesterona, tal como el estrógeno, es una hormona esteroidea. En este caso, es segregada por el cuerpo lúteo; una glándula temporal conformada por el folículo ovárico (esa especie de cápsula que se abre para liberar un óvulo maduro durante la fase de la ovulación).

¿Cuál es la función de la progesterona?

La progesterona es la encargada de preparar el terreno para un posible embarazo. ¿Cómo lo hace? Ordenando el engrosamiento de las paredes del endometrio. También es responsable de detener las contracciones uterinas que provocan la regla en caso de embarazo y de aumentar la irrigación sanguínea hacia el útero cuando el óvulo es fecundado.

Baja de progesterona: ¿qué sucede?

Normalmente, las mujeres con bajos niveles de progesterona suelen tener ciclos menstruales anormales o irregulares y problemas de fertilidad. Afortunadamente, todos estos síntomas son temporales: una vez que se restablezca el equilibrio, ¡todo debería volver a la normalidad!. El spotting menstrual también es común ante la baja de progesterona, así como el aumento repentino de peso.

Subida de progesterona: ¿qué sucede?

Tener un alto nivel de progesterona no es algo común. Sin embargo, suele aumentar en circunstancias normales: ante un embarazo, en distintas fases del ciclo menstrual, etc. Normalmente, cuando la progesterona se pasa de sus límites naturales, puede provocar:

  • Depresión
  • Estreñimiento
  • Sequedad vaginal
  • Aumento de peso
  • Fatiga o somnolencia
  • Infecciones urinarias frecuentes
  • Migrañas y cefaleas tensionales intensas
  • Ligero aumento de la temperatura corporal

¿Cómo saber cuál es mi nivel de progesterona?

La prueba de niveles de progesterona, tal como en el caso del estrógeno, se realiza con una muestra de sangre. Tu médico de confianza podría ordenar un test de progesterona si sospecha que tus niveles están descontrolados, ante un embarazo o incluso para ayudarte a quedar embarazada.

Consejo de Loop. Si tus niveles de estrógeno o progesterona están fuera de control, ¡no te alarmes! Modificar un poco la dieta y el estilo de vida puede ser más que suficiente para poner tus hormonas femeninas a punto.

Causas detrás de los desequilibrios de estrógeno y progesterona

desequilibrio hormonal estrógeno y progesterona

Hay muchas causas que podrían estar detrás de los desequilibrios hormonales, desde el insomnio hasta la mismísima píldora anticonceptiva. ¿Qué otros factores podrían generar problemas en los niveles de estrógeno y progesterona? Veamos:

  • Exceso de peso. El sobrepeso y la obesidad pueden desencadenar distintos desequilibrios hormonales (y no solo en el estrógeno y la progesterona). Incluso los niveles de insulina, cortisol y melatonina pueden verse afectados.
  • Perimenopausia. Durante los años anteriores a la llegada de la menopausia (perimenopausia) los niveles de estrógeno suben y bajan sin control. Como consecuencia, las mujeres notan que sus ciclos menstruales son más cortos o largos y que su flujo menstrual puede variar en intensidad. La sequedad vaginal también suele comenzar en este período.
  • Trastornos hepáticos. La falla hepática, la cirrosis alcohólica y el hígado graso (dependiendo de su estadio) pueden afectar tus niveles de hormonas femeninas.
  • Altos niveles de estrés. El estrés en exceso y la fatiga mental tienen un impacto negativo en el cuerpo y también en sus funciones naturales. Puede que te hayas dado cuenta que, cuando tienes mucho trabajo, tu periodo no llega cuando debería. ¿Por qué sucede esto? Por un exceso de cortisol en el organismo. Esto, además de generar una baja hormonal, activa una reacción en cadena que ocasiona ansiedad, insomnio, tensión muscular, etc.
  • Trastornos de la tiroides. La tiroides es sumamente importante en la regulación de varias actividades corporales, incluyendo el metabolismo, la sensación ante el frío o calor y el sueño. Es normal que, ante el hipotiroidismo o el hipertiroidismo, haya problemas con el estrógeno y la progesterona.
  • Diabetes o resistencia a la insulina. La insulina, como ya sabrás, regula el nivel de glucosa en el cuerpo. Si la secreción de insulina no es suficiente (o la hormona es poco efectiva) es probable que la producción de estrógeno y progesterona se desplome.
  • Malnutrición o trastornos alimenticios. La anorexia, la bulimia, la desnutrición, e incluso la anemia; pueden estar detrás de los desequilibrios hormonales. ¿Por qué? Pues, porque el organismo no cuenta con los nutrientes, vitaminas y aminoácidos esenciales para ordenar su secreción.
  • Síndrome de ovarios poliquísticos. Las mujeres con ovarios poliquísticos suelen tener un nivel de hormonas anormal. Las hormonas masculinas (andrógenos) suben como la espuma, mientras que el estrógeno baja. Regular el síndrome de ovarios poliquísticos te permitirá librarte de este problema.

Recuerda. Si sospechas que el estrógeno y la progesterona están fuera control, toma nota de los síntomas y haz una cita con el ginecólogo. Descubrir la causa detrás de este desequilibrio y tratarla adecuadamente te ayudará a recuperar tus niveles normales.

¿Cómo regular mi nivel de hormonas sexuales naturalmente?

Como ves, el estrógeno y la progesterona son hormonas muy importantes para el cuerpo femenino. Por tanto, tomar algunos correctivos para subir su nivel -en caso que lo necesites- no suena nada descabellado, ¿o sí?

Si has descubierto recientemente que la cantidad de estrógeno o progesterona que secreta tu cuerpo está por debajo de los límites normales, ¡tenemos un par de soluciones! Puedes ayudarte naturalmente con estos simples consejos.

aumento de los niveles de estrógeno y progesterona

¡Aumenta tus niveles de estrógeno de forma natural!

  • ¡Ejercítate! Mantenerte activa y dejar de lado el sedentarismo te ofrecerá muchos beneficios, entre ellos, un nivel de estrógeno normal. Si no te gusta mucho ir al gimnasio, ¡no hay problema! Puedes tomar una caminata de 15-20 minutos al día, bailar mientras escuchas tus canciones favoritas, nadar un poco en el verano o subir y bajar las escaleras en vez de usar el elevador.
  • Mejora tu dieta: en ocasiones, el exceso de grasa visceral puede afectar los niveles de estrógeno.
  • ¡No te olvides de las vitaminas! La deficiencia de B2 y B6 es más común de lo que se piensa. Lamentablemente, estas vitaminas tienen un papel fundamental en la secreción de estrógenos. ¿Nuestra recomendación? Deja que la luz del sol te caliente por al menos 15 minutos al día y aumenta tu consumo de alimentos ricos en vitaminas del complejo B: lácteos, huevos, legumbres, nueces, salmón, carnes magras y cereales fortificados.
  • Incrementa el consumo de soja. La soja, el tofu y el miso son ricos en fitoestrógenos; una sustancia que incrementa la actividad de los receptores de estrógeno en el cuerpo. Incluye un poco de soja o de sus derivados en tu día a día para equilibrar tus niveles.
  • ¿Te gustan los panes con semillas? ¡Perfecto! Varios estudios han demostrado que consumir semillas de lino y de sésamo con frecuencia mejora los marcadores de estrógeno en el organismo. También puedes incluirlas en tus ensaladas para darles un toque crujiente, saludable y delicioso.

¡Aumenta tus niveles de progesterona de forma natural!

  • ¡Duerme bien! El insomnio y otros trastornos de sueño impactan negativamente en el reloj biológico del cuerpo. ¿Traducción? Terminará afectando tus niveles hormonales. Trata de tener una buena higiene de sueño y duerme entre 7-9 horas al día.
  • Dile ¡sí! a los cereales. En especial si son de grano entero. La avena, además de mantenerte saciada y aportarte la fibra que necesitas para gozar de una buena digestión, incrementa los niveles de progesterona.
  • Incluye las hojas verdes en tu dieta. Ya sea en forma de verduras, hortalizas o vegetales. ¿Algunos ejemplos? Rúcula, brócoli, col y coliflor. Estos ingredientes culinarios contienen una bomba de nutrientes y vitaminas que te ayudará a equilibrar los niveles hormonales de tu cuerpo.
  • Las nueces serán tus mejores amigas. La mayoría de los frutos secos, a excepción de algunos pocos, ayuda a elevar el nivel de progesterona en el cuerpo. No obstante, las nueces son las más efectivas. Acompaña tu desayuno o tus snacks de media tarde con nueces y notarás la diferencia.
  • ¡No te olvides de mover el esqueleto! El ejercicio y la actividad física en general libera endorfinas, las “hormonas de la felicidad”. Las endorfinas te ayudarán a reducir el estrés y a dormir mucho mejor, en especial si combinas tus movimientos con infusiones de manzanilla o movimientos de yoga, por ejemplo. Mientras menos estresada estés, mejores niveles de progesterona tendrás. Como ves, ¡te conviene moverte un poco más!

Recuerda. Aunque la dieta y el ejercicio tienen un peso fuerte en este tema, la última palabra siempre la tendrá tu médico de confianza. Dependiendo de qué tan fuerte sea el desequilibrio hormonal, tu ginecólogo podría recetarte pastillas anticonceptivas o algún medicamento para regular las hormonas sexuales.

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¿Entrenar con la regla? ¡Claro que sí!

Muchas mujeres se preguntan: ¿puedo hacer ejercicio con la regla? Si bien la mayoría de las encuestadas suele responder con un rotundo no, lo cierto es que sí. No hay ningún impedimento para moverte más de la cuenta en tus días rojos. ¡Ni uno! (De hecho, quizás hasta te beneficie)

Entonces, ¿por qué se suele creer que la regla y el deporte no se llevan? Pues, todo proviene de un mito de tiempos antiguos. Hace siglos, los métodos de higiene menstrual no eran tan efectivos y fáciles de usar como ahora, lo que ocasionaba miedo al manchado e incomodidad.

Por supuesto, los síntomas del síndrome premenstrual también tienen su peso. A fin de cuentas, algunos calambres menstruales podrían animar a cualquiera -incluso a una atleta de élite- a tirar sus zapatillas preferidas.

En Loop, estamos comprometidos a derrumbar los mitos que giran en torno al periodo. Usaremos la ciencia para demostrarte que la menstruación y el ejercicio se llevan mejor de lo que piensas. ¿Te sumas al reto?

La regla y el ejercicio no son incompatibles

¿Realmente se puede entrenar con la menstruación? ¡Por supuesto! Está bien hacer ejercicio con el periodo. Si fuese de otro modo, no sería uno de los tantos consejos que se repiten en las consultas ginecológicas.

¿Tienes tus dudas? ¡No te preocupes! Hemos reunido preguntas frecuentes de mujeres de todas partes del mundo para explicarte este tema en detalle.

¿La regla afecta mi rendimiento físico?

¡Para nada! No hay ni un estudio científico que haya demostrado que la menstruación afecte el rendimiento deportivo, la respuesta del organismo, los niveles de fuerza, la rapidez o la resistencia física.

Pero, ¿el deporte no afecta la menstruación?

No necesariamente. Como sabrás, nada en exceso es bueno (y el entrenamiento no es la excepción). Hacer deporte de manera regular respetando los límites normales del organismo más bien tiene un sinfín de beneficios, por ejemplo, el alivio de los cólicos menstruales o el control de las menstruaciones abundantes.

Sin embargo, someterse a una dieta y a un entrenamiento extremo podría originar un ciclo anovulatorio, o al menos retrasar la ovulación. Si la fase ovulatoria no ocurre, la regla tardará muchos más días en bajar o, en casos contados, podría llegar a producir amenorrea (ausencia de la menstruación).

¿Eso quiere decir que haciendo deporte desaparece el periodo? ¡Nada de eso! Una vez que se baje el ritmo e intensidad del entrenamiento, los ciclos menstruales volverán a regularizarse. Además, debes comprender que los casos de amenorrea son contados en el mundo real. A menos que estés entrenando para las olimpíadas, ¡estarás bien!

¿Por qué las atletas sufren de amenorrea?

Según Roberto Gutiérrez Cazorla y Juan Antonio Rangel García, expertos en actividad física y deporte, la amenorrea es más frecuente en las deportistas de élite que en la población femenina general. Mientras que de un 2 % a un 5 % de las mujeres (que no sean deportistas de élite) tienen faltas en su periodo, la amenorrea afecta entre un 3,4 % y un 66 % de las deportistas; un porcentaje que se traduciría entre 3 y 66 mujeres de cada 100.

Antes de perder la cabeza, ¡respira! Estos datos son obtenidos de atletas con un bajo umbral de grasa corporal que entrenan muchas horas al día. En pocas palabras, son personas que llevan su cuerpo al límite a diario.

Trotar por el parque, ir al gimnasio o andar en la bici no te generarán una falta menstrual. (Puedes estar tranquila)

Consejo de Loop. ¿Tienes una falta menstrual tras un entrenamiento vigoroso? ¡Mantén la calma! Acude a tu ginecólogo de confianza con las últimas tres fechas de inicio de tu ciclo para que pueda ayudarte a regular la menstruación.

¿Cómo hacer ejercicio con la menstruación si no tengo energía?

Sí que es cierto que durante el primer día del ciclo menstrual (la fecha de llegada de la regla) hay una caída abrupta en los niveles de estrógeno y progesterona. Esto podría generarte una sensación de fatiga, pesadez o cansancio (e incluso, desánimo).

No obstante, a partir del día 2-3 los niveles comienzan a subir estrepitosamente. ¿Traducción? Te sentirás como nunca. Si tomamos en cuenta que el ejercicio libera endorfinas (y que las endorfinas te harán sentir muy bien) quizás quedarse en la cama no sea la mejor opción.

Lo que puedes hacer en caso que estés más desanimada de lo normal es reemplazar tu rutina habitual por otra un poco más relajada. Podrías, por ejemplo, practicar yoga, salir a caminar o nadar.

Bañarte con la regla no es un problema. Así que, no necesitas renunciar a la playa o a la piscina: puedes nadar de forma segura con el periodo.

¿Es cierto que hacer deporte con el periodo me ayuda con mis calambres menstruales?

Puede que te sorprenda, pero la respuesta es un rotundo sí. Varias investigaciones ginecológicas han encontrado que el entrenamiento físico disminuye los cólicos menstruales. Es por ello que los ginecólogos suelen aconsejarle a las mujeres con dismenorrea (reglas dolorosas) moverse un poco antes, durante y después de sus días rojos.

Afortunadamente, ¡no tendrás que correr una maratón de 30 km! Basta una caminata a buen ritmo por el parque para experimentar una mejoría notable.

¿El ejercicio no hará que tenga periodos más abundantes?

¡Todo lo contrario! Las mujeres que se ejercitan normalmente notan que la cantidad de flujo menstrual que expulsan mes a mes se reduce. También podrían experimentar menstruaciones más cortas, pero nada de esto es un problema.

La razón detrás del misterio está en los niveles hormonales. Con el ejercicio regular, la producción de estrógeno baja ligeramente. Esto influye en el engrosamiento del útero. Tener una matriz más delgada significa una menstruación más liviana. ¡Es lógica pura!

Beneficios de practicar un deporte con la regla (porque los tiene)

Ahora que hemos hablado de tus principales dudas, vamos a hacer una pausa para tocar un tema muy importante: qué beneficios nos deja hacer ejercicio con la menstruación.

  • Baja la hinchazón. Cuanto te ejercitas, sudas. Por ende, tu cuerpo elimina el exceso de agua y ordena dejar de lado la retención de líquidos. ¿Resultado? Estarás menos hinchada durante tu periodo.
  • Estarás más activa. Primero, por las endorfinas (hormonas de la felicidad), que también te ayudarán a sentirte mejor contigo misma. ¿Segundo? La subida del estrógeno y la progesterona: te dará un impulso de otro mundo.
  • Menos cambios de humor. Durante el síndrome premenstrual, algunas mujeres sufren de cambios repentinos en el humor. Pueden tener irritabilidad, fatiga o quizás un poco de depresión. Como el ejercicio libera endorfinas, mejora la oxigenación y combate los radicales libres; ¡esto ya no será un problema! Incluso un entrenamiento ligero te ayudará.
  • Tendrás cólicos más suaves. Y por varios motivos. El deporte hace mucho más que liberar endorfinas: también facilita un buen descanso y nos libera del estrés. Un cuerpo más descansado y sin tensiones es menos sensible ante el dolor. ¿Qué quiere decir esto? Que tus calambres menstruales serán mucho más llevaderos.
  • Podrás seguir con tu ritmo de vida. Siempre lo decimos: la menstruación es algo natural que no debe avergonzarte ni limitarte. Si disfrutas de hacer ejercicio al aire libre o a puertas cerradas, ¡que la regla no te detenga!

¿Cómo evitar el manchado al hacer ejercicio con la menstruación?

Algunas mujeres dejan el ejercicio de lado cuando tienen la menstruación. ¿El motivo? Evitar el manchado, la irritación y la quemazón que produce el roce de la compresa sanitaria con la vulva. También piensan en la incomodidad (en especial cuando su periodo suele ser muy abundante).

No obstante, ¡no tienen por qué hacerlo! La clave para entrenar con la regla de forma cómoda, higiénica y segura está en el método de protección que se utilice. Nuestro accesorio de higiene menstrual favorito, tal como imaginas, es la braguita menstrual. ¿Tenemos buenas razones? Sí (y muchas):

  • El tejido de las bragas y tangas menstruales MoovLoop es muy suave y transpirable. ¡Adiós a la quemazón o a las irritaciones por el roce!
  • El diseño de las bragas Loop es superabsorbente. De hecho, te mantendrá seca y protegida por hasta 12 horas.
  • La forma de nuestras braguitas es prácticamente idéntica a la de tu ropa íntima. Podrás moverte con libertad y sin temor a fugas.

¿Quieres saber la mejor parte? Si te encantan las actividades náuticas y deportes acuáticos, ¡podrás practicarlos sin problemas! ¿Cómo? Con nuestra colección de bikinis menstruales SwimLoop. Pon un par de ellos en tu armario y tendrás la excusa perfecta para olvidarte del tampón.

Menstruación y deporte: ¿qué ejercicios se llevan bien con la regla?

Técnicamente, ¡cualquiera! Sin embargo, hay actividades mucho más beneficiosas que otras, al menos cuando se tiene el periodo. Los expertos recomiendan entrenamientos cardiovasculares, de tonificación y de estiramiento durante esta época del mes. Podrías, por ejemplo:

  • Bailar
  • Trotar
  • Nadar
  • Caminar
  • Hacer yoga
  • Practicar Pilates
  • Irte de senderismo
  • Andar en bici o patinar

Si te gusta levantar pesas para tonificar tus músculos, ¡te damos la bienvenida! Solo trata de no excederte con la cantidad de repeticiones y el peso en sí mismo.

ejercicios que se llevan bien con la regla

Cosas a evitar cuando se entrena con la menstruación

Si eres de las que no se salta ni un día de entrenamiento, ¡felicidades! Estamos seguras de que ganarás la medalla olímpica (al menos de forma simbólica). Para ayudarte a llegar a la meta y hacerte con el primer puesto, te dejamos un par de recomendaciones:

  • ¡No lo lleves al límite! Sí. Hacer ejercicio con la regla no tiene nada de malo. Sin embargo, ¡tampoco debes excederte! Los entrenamientos extenuantes podrían afectar tu próximo periodo.
  • ¡No dejes de hidratarte! De seguro ya lo sabes, pero el agua es el secreto de la vida. Mantén una buena hidratación para no sufrir las consecuencias.
  • ¡Presta atención a tu cuerpo! Toda buena deportista sabe que no es bueno seguir con el entrenamiento físico en caso de náuseas, fiebre, escalofríos o dolor. Si te sientes mareada o tus cólicos menstruales han vuelto con más fuerza, ¡descansa! Ya habrá otro día para conquistar el mundo.
  • ¡No limites tu ingesta calórica! El ejercicio quema calorías, así que siempre es buena idea llevar snacks en la mochila para reponer energías.

Ovulación: ¿Qué es, cuándo ocurre y cuáles son sus síntomas?

El fin principal del ciclo menstrual y del aparato sexual reproductivo es la ovulación. Pero, ¿qué se siente ovular? ¿Qué es exactamente la ovulación? ¿Cuáles son sus síntomas? ¿Cómo se relaciona la ovulación con el embarazo? Si todas estas preguntas están flotando en tu cabeza, ¡enhorabuena! Hoy te decimos todo lo que debes saber sobre la ovulación.

¿Qué es la ovulación?

La ovulación no es más que la liberación de un óvulo que deberá emprender un viaje desde el ovario hasta las trompas de Falopio. Pero retrocedamos un poco para comprenderlo mejor.

El ciclo menstrual se compone de tres fases principales (y hasta cuatro, según algunos autores). ¿Lo que tienen en común? Su comienzo o final está relacionado con la liberación de ese óvulo:

  • Durante la fase folicular (y justo después de la regla), el cuerpo se prepara para liberar un óvulo fértil. Para ello, estimula el crecimiento de los folículos (unos pequeños saquitos localizados en los ovarios). Cada folículo tiene un óvulo, pero para poder cumplir con su misión y liberarlo, primero debe desarrollarse al máximo. Como dato curioso, el crecimiento de los folículos coincide con la producción de estrógenos.
  • Entre la fase folicular y durante la fase ovulatoria (que es la que nos interesa) las gonadotropinas trabajan a toda máquina para producir dos hormonas: la hormona foliculoestimulante (FSH) y la hormona luteinizante (LH). Una se encarga de la producción de óvulos, mientras que la otra ordena su liberación (y también la segregación de testosterona).
  • La fase ovulatoria tiene una duración de 16-32 horas y comienza justo después de la concentración de las hormonas FSH y LH. Justo en ese momento, el folículo se abre liberando un óvulo maduro que viajará desde el ovario hasta las trompas de Falopio. Durante esta fase, los niveles de estrógeno llegan al pico máximo y el cuerpo ordena el incremento de la producción de progesterona.
  • ¿Qué pasa con el folículo después de liberar el óvulo? Un folículo roto solo tiene una misión: cerrarse y formar parte del cuerpo lúteo (que será muy importante para la siguiente fase, en especial si hay un embarazo). Mientras tanto, el útero se prepara para una posible concepción haciéndose más mullidito (o en jerga científica, engrosando sus paredes).
  • Ya en esta etapa del ciclo menstrual, el óvulo está preparado para ser fertilizado (y así será por hasta 24 horas después de su liberación). Si ocurre la fertilización, el cuerpo lúteo empezará a crecer y a segregar las hormonas que se necesitan para un embarazo viable. Si la fecundación no ocurre, el cuerpo lúteo se degenerará, bajarán los niveles de progesterona y estrógeno, y comenzará el proceso de descamación que dará lugar a la regla.

¿Sabías que… el flujo menstrual es una mezcla de los restos del engrosamiento del útero y que también contiene parte del cuerpo lúteo, el óvulo no fecundado y sangre residual?

¿Qué es la ovulación?

¿Cuál es la función de la ovulación?

El cuerpo femenino ovula durante sus años de fertilidad para permitir un posible embarazo. Aproximadamente en la mitad de cada ciclo -con contadas excepciones- se liberará un óvulo que esperará ser fecundado.

Si la fertilización ocurre, el óvulo fecundado se implantará en el útero y comenzará su desarrollo. Si la fertilización no ocurre, el óvulo se desintegrará para ser expulsado a través de la menstruación.

Es importante destacar que el desarrollo de un óvulo comienza mucho antes de cualquier fase menstrual. De hecho, ¡ni siquiera ocurre al inicio del último ciclo!

Lo cierto es que cada óvulo tardará unos 6 ciclos menstruales (175-180 días) en estar completamente preparado para convertirse en el protagonista de un ciclo menstrual.

¿Sabías que… el cuerpo femenino nace con un montón de óvulos inmaduros? Estos óvulos, cada uno en sus saquitos, esperan su turno para madurar y ser fecundados.

¿Cuándo se ovula? Comprendiendo el calendario femenino

Comprendiendo el calendario femenino

Por lo general, la ovulación ocurre entre el día 13 y 15 de un ciclo menstrual de 28 días, pero esto es solo un cálculo aproximado. Algunos elementos podrían retrasar o adelantar la ovulación, como el síndrome de ovarios poliquísticos, la anorexia, la bulimia, trastornos endocrinos, la lactancia, la diabetes, el hipotiroidismo, la anemia, el insomnio, etc. Incluso factores externos, como el estrés y el jet lag, podrían afectar la maduración y liberación de un óvulo.

Además, no todos los ciclos tienen la misma duración. Algunas mujeres tienen ciclos menstruales cortos (de 21-24 días) y otras mucho más largos (de hasta 35 días). Es por ello que los expertos recomiendan usar otros métodos para confirmar la ovulación, como, por ejemplo:

Hacerle un seguimiento al ciclo menstrual

Mientras más conozcas tu ciclo menstrual -duración, síntomas, entre otros elementos- más oportunidades tendrás de calcular con certeza tus días de fertilidad.

Tomar la temperatura basal cada mañana

Es decir, la temperatura en reposo. Factores como la temperatura se ven afectados por la producción de hormonas.

Durante la fase folicular, la temperatura basal es más baja. Una vez que la ovulación comienza, se incrementa ligeramente (entre 0,3 °C y 0,6 °C). ¿Por qué? La respuesta es simple: es una reacción del cuerpo ante un posible embarazo (y una consecuencia del aumento de progesterona en esta fase del ciclo).

Nota. La temperatura basal por sí sola no es un indicador de la ovulación, pero ayuda a que las predicciones sean más precisas. Para obtener mejores resultados, realiza la medición al despertarte y lleva un diario con los datos.

Tomar la temperatura basal cada mañana

Echarle un vistazo al moco cervical

Uno de los síntomas de la ovulación -o, mejor dicho, señales- es el cambio del flujo vaginal y el moco cervical, los encargados de proteger al semen del pH interno y facilitarles el viaje a los espermatozoides. Cuando una mujer está en un día muy fértil, el moco cervical parece una clara de huevo: es transparente, elástico y resbaladizo.

Hacer una prueba de ovulación

Las pruebas de ovulación se parecen mucho a un test de embarazo casero. ¿Qué miden y cómo saben cuándo estás ovulando? Pues, tienen un reactivo que reacciona ante la presencia de la hormona luteinizante (de la que hablamos hace un momento).

Si estás intentando quedar embarazada y quieres llevar un registro más exacto, puedes usar un test de ovulación digital, ya que almacena la data de varios ciclos menstruales.

Prestar atención a los síntomas de la ovulación

Aunque todavía no hemos hablado de esto -lo haremos en un momento- una clave que podría ayudarte a determinar cuándo estás ovulando es prestar atención a los síntomas. Algunas mujeres sienten un ligero dolor en uno de los lados del abdomen o un extra de sensibilidad en las mamas.

Dato curioso. Es difícil predecir cuándo se ovula porque la fase folicular es flexible. ¿Qué quiere decir esto? Que puede ser más corta en un ciclo menstrual y más larga en otro. Tal y como sospechas, esto afecta el comienzo de la ovulación.

Ovulación: síntomas. ¿Qué señales emite tu cuerpo?

Antes de comenzar, queremos decirte algo importante: no todas las mujeres experimentan los síntomas de la ovulación. ¿La razón? Las personas tenemos diferentes niveles de sensibilidad ante los cambios que ocurren en nuestro cuerpo.

Dicho esto, hay algunas señales que emite el organismo para hacerte saber que estás ovulando. Si notas una o varias de ellas cerca de la mitad de tu ciclo, es posible que estés entrando en el período de fertilidad:

  • Sensibilidad olfativa. ¿Hay algunos días del mes en que pareciera que tu olfato se hubiera desarrollado de repente? ¡Tranquila! No se trata de superpoderes. Varias mujeres sienten lo mismo que tú durante la ovulación.
  • Dolor en la ovulación. Por lo general, el dolor en la ovulación aparece en el abdomen bajo, mayormente, en el lado derecho. ¿Cómo se siente? Pues, es muy parecido a los cólicos menstruales. Sin embargo, hay mujeres que lo describen como algo más agudo. Este dolor puede durar desde un par de horas hasta un par de días.
  • Cambio del moco cervical. Si tu flujo -que contiene moco cervical- deja de ser blanco y húmedo para adquirir la consistencia de una clara de huevo, ¡puede que estés en tus días fértiles!
  • Sensibilidad en las mamas. Varias mujeres notan que sus senos se hinchan ligeramente y que son un poco más sensibles de lo normal. ¡Esto es un signo de ovulación!
  • Aumento del deseo sexual. La naturaleza es sabia y por eso nos envía señales. Una de ellas es el incremento de la libido durante la ovulación. ¿Traducción? Tendrás más ganas de tener sexo en estos días del mes.
  • Sangrado en la ovulación. Lo que comúnmente se conoce como manchado entre reglas. No ocurre siempre. De hecho, solo le sucede a 5 de cada 100 mujeres en edad fértil. A diferencia de la menstruación, el sangrado en la ovulación o spotting es muy leve -similar a un goteo- y no viene acompañado de dolor.

¿Por qué ocurre el spotting? El manchado entre reglas puede ser común en la menarquia, durante desórdenes hormonales o incluso en el embarazo (sangrado de implantación). ¿Por qué aparece como signo de la ovulación? Normalmente, porque el cuerpo sigue produciendo estrógenos sin que haya un óvulo fecundado.

Consejo de Loop. La mejor forma de protegerte durante el sangrado entre reglas es con una braga menstrual de baja absorción, como nuestra tanga London. ¡Anímate a conocerla!

¿Cuánto dura la ovulación?

La ovulación es realmente rápida, al menos si se le compara con las distintas fases que componen el ciclo menstrual. Si bien no podemos medir el tiempo que tarda el organismo en liberar un óvulo maduro y su viaje hasta las trompas de Falopio, sabemos que ocurre dentro de las 12-24 horas después de que la hormona luteinizante aumenta de forma repentina. Es por ello que se estima que el óvulo puede ser fecundado en un día específico del calendario.

¿La ovulación coincide con el período de fertilidad?

Sí y no. Los días que preceden y le siguen a la ovulación es lo que llamamos período fértil. Si bien cada mujer tiene su propio reloj biológico y ritmo del ciclo, este suele situarse entre el día 10 y el día 18 de un ciclo menstrual de 28 días.

¿Todas las mujeres ovulan?

De hecho, no. En algunos casos, puede ser normal -un ciclo sin ovulación por el cambio de estación, estrés, hacer mucho ejercicio o modificaciones drásticas en la dieta- y en otros, una señal de que hay algo más, como un desequilibrio hormonal.

La anovulación -no ovulación- puede producir retrasos menstruales, amenorrea (falta de la menstruación), ciclos irregulares (9 reglas o menos a lo largo de un año) o cambios en el flujo menstrual (periodos más ligeros o abundantes)

Otra cosa que también puede ocurrir es ovular más de una vez en un mismo ciclo menstrual. Un estudio publicado en Fertility and Sterility arrojó que el 10 % de sus participantes produjo dos óvulos en un mismo mes.

Nota. Tener una ovulación irregular es normal durante la menarquia, después de un embarazo, en plena lactancia o antes en la perimenopausia (el período que antecede a la menopausia).

¿Cómo regular la ovulación de forma natural?

Lo primero que debes hacer si tienes amenorrea, ciclos irregulares o retrasos de más de 1-2 semanas es acudir al ginecólogo para que realice una evaluación exhaustiva y encuentre el origen. Si el problema es la ovulación -y siempre que el especialista lo considere pertinente- te recetará medicamentos hormonales para regular el ciclo.

Mientras tanto, hay algunos cambios naturales que puedes hacer por ti misma para regular la ovulación, como:

  • Mantener un peso estable. La anovulación suele relacionarse con problemas hormonales, como el hipotiroidismo, la diabetes y la resistencia a la insulina. La parte buena es que mantener un peso saludable reduce la intensidad de los síntomas de estas afecciones.
  • Renunciar a los malos hábitos. Como fumar cigarrillos o tomar alcohol en exceso. También es recomendable decirle adiós al sedentarismo y ejercitarse al menos tres veces por semana.
  • Descansar apropiadamente. Y no solo hablamos del sueño (recuerda que debes dormir entre 7 y 9 horas), sino también de la manera en que usas tu tiempo libre. Intenta desconectarte y dejar el estrés de lado, trabajar solo en horario laboral y practicar esas actividades que tanto disfrutas.
  • Llevar una dieta saludable, rica en proteínas, vegetales, frutas y nutrientes de todo tipo. Trata de evitar las bebidas azucaradas, las frituras y los alimentos procesados.

Ahora que ya sabes qué es la ovulación y cuáles son sus síntomas, conoces más sobre tu ciclo menstrual y la regla. ¿Quieres saber algo más? ¡Visita nuestro blog! En Loop siempre hablamos sobre la menstruación, las hormonas femeninas y el ciclo.

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¿Cómo fortalecer el suelo pélvico durante el embarazo?

Muchas de nosotras conocemos los beneficios de tener un cuerpo activo y en forma. No, no hablamos de lucir unas piernas de encanto o de despedirnos de la piel de naranja de una vez por todas, sino de disfrutar de un buen estado de salud.

Mantenerse saludable, especialmente durante el embarazo, es esencial para asegurar el correcto desarrollo del bebé y también servirá para reducir los síntomas e incomodidades asociados a la gestación.

¿Te interesa este tema? ¡Enhorabuena! En Loop, hemos decidido hablar de la importancia de ejercitar el suelo pélvico durante el embarazo.

¿Por qué las futuras madres deberían fortalecer su suelo pélvico?

fortalecer su suelo pélvico para futuras madres

Tonificar el suelo pélvico no es un capricho (y mucho menos en el embarazo). Cuando se espera un bebé, el cuerpo experimenta una serie de cambios, siendo quizás el más evidente el crecimiento de la zona abdominal.

Si bien el aumento de peso sobrecarga zonas como las caderas, las rodillas y parte de la columna vertebral; el incremento localizado de medidas contribuye con la modificación de la postura.

La combinación entre el aumento de peso, la presión que ejerce el bebé en el bajo abdomen y los cambios del centro de gravedad son la receta perfecta para la pérdida de tono del suelo pélvico.

Esta disminución en la tonificación se agrava, además, con la liberación de progesterona; una hormona que se encarga -entre otras cosas- de relajar los músculos uterinos para facilitar el trabajo de parto.

Consecuencias de la pérdida de tono del suelo pélvico

Las consecuencias de la pérdida de tono del suelo pélvico son variadas. Aunque suele afectar a las futuras madres, también pueden reducir la calidad de vida de los hombres y de las mujeres no gestantes. ¿Algunos ejemplos?

  • Dolor durante las relaciones sexuales (ya sea leve o moderado).
  • Problemas de evacuación, siendo el más común el estreñimiento.
  • El prolapso del útero o de los órganos que se encuentran en la zona pélvica.
  • El aumento de dolor durante el parto (y también en el período de posparto).
  • Incontinencia urinaria por esfuerzo (es decir, pérdida de la orina al moverse repentinamente, toser o estornudar).

¿La solución? Hacer ejercicios de suelo pélvico para embarazadas

Los ejercicios de suelo pélvico, conocidos como los ejercicios de Kegel, son la mejor herramienta que tienes para fortalecer y tonificar el grupo de músculos y ligamentos del bajo abdomen.

Practicar ejercicios de Kegel antes, durante y después del embarazo es esencial para compensar el esfuerzo extraordinario que recae sobre el aparato femenino.

¿Qué son los ejercicios de Kegel y cuáles puedes hacer durante la gestación? ¡Quédate un poco más y descúbrelo con nosotros!

¿Qué son los ejercicios de Kegel?

Los ejercicios de Kegel son simples y fáciles de completar. En este caso, no tendrás que sudar la gota gorda: lo único que deberás hacer es contraer y relajar los músculos de la zona pélvica. De ahí que se conozcan como “ejercicios invisibles”.

¿Necesitas ir al gimnasio para fortalecer tu musculatura genital? ¡Nada de eso! Justamente la parte buena de los ejercicios del suelo pélvico para embarazadas es que se pueden hacer desde la comodidad de la casa, en el trabajo, mientras se hacen las compras, etc.

Beneficios de hacer ejercicios de Kegel en el embarazo

Realizar ejercicios de suelo pélvico para embarazadas –antes, durante y después del nacimiento del bebé– te dará ciertas ventajas, como:

  • Un parto menos doloroso. Dominar la relajación y contracción de los músculos pélvicos te ayudará a reducir el dolor durante el parto y también acelerará el tiempo de recuperación del tejido perineal.
  • Idas regulares al baño. Practicar regularmente los ejercicios de Kegel te permitirá reducir el riesgo de incontinencia fecal o estreñimiento.
  • Mejor control sobre la vejiga. Al ejercitar el suelo pélvico, podrás despedirte de las pérdidas urinarias, tanto durante como después de la gestación.
  • Buen soporte a los órganos pélvicos. Es decir, al útero, a la uretra y a los intestinos. Recuerda que estos órganos pueden sufrir un prolapso durante el parto natural.

Es importante que sepas que los ejercicios de suelo pélvico para embarazadas también mejoran la circulación sanguínea; lo que contribuye con la disminución de la retención de líquidos y la consecuente hinchazón.

Consejo de Loop. Combina tus ejercicios de Kegel para embarazadas con una respiración consciente. De esta manera, te olvidarás del estrés y mejorarás la oxigenación del organismo, ¡todo al mismo tiempo!

Tres ejercicios clave para fortalecer el suelo pélvico durante el embarazo

Tres ejercicios clave para fortalecer el suelo pélvico durante el embarazo

En Loop, queremos dejarte algunos trucos sencillos para aumentar la fuerza, tonicidad y resistencia de los músculos, tejidos y ligamentos de la pelvis. ¿Nos acompañas a verlos?

  1. Sentada en el suelo. Flexiona las piernas y junta las palmas de los pies. Sin cambiar de posición, abre y cierra las piernas subiendo y bajando las rodillas ligeramente con respecto al suelo.
  2. Tumbada boca arriba. Túmbate en la cama o en una esterilla de yoga. Flexiona las rodillas hasta crear un triángulo con tus piernas. Cuando estés lista, contrae los músculos pélvicos. Mantén la contracción por 1-3 segundos y relájate por la misma cantidad de tiempo. Este ejercicio también se puede hacer sentada, e incluso caminando.
  3. Sobre un balón de pilates. Si tienes un balón de pilates, siéntate sobre él cuidando que tus pies toquen el suelo en todo momento. Abre un poco las piernas hasta que te sientas lo suficientemente cómoda. Cuando estés en posición, balancea tus caderas hacia delante, hacia atrás y de lado; como si estuvieras haciendo un ocho.

Recuerda. Antes de comenzar con tu sesión de ejercicios de Kegel, vacía la vejiga. No es bueno ponerse a fortalecer el suelo pélvico con ganas de orinar.

Combinar los ejercicios de Kegel con yoga para embarazadas es una buena opción para las futuras madres. Si el yoga no es para ti, ¡no te preocupes! Incluso caminar es un buen entrenamiento.

Truco de Loop. Sentarse en el váter apoyando los pies en un banco bajo o escalón te ayudará a reducir la presión sobre el suelo pélvico durante el embarazo.

Alimentos que te ayudarán a fortalecer el suelo pélvico

Si no tienes ninguna limitación en materia de comidas, incluye estos alimentos en tu dieta. Así, notarás mejores resultados:

  • Frutos del bosque, especialmente arándanos. ¿Por qué? Porque su alto contenido de vitamina C y antioxidantes promueve la desinflamación de la zona abdominal.
  • Probióticos, como el yogur. Los probióticos te ayudarán a mantener un buen movimiento intestinal, lo que mejorará el tono pélvico.
  • Vegetales verdes, como las espinacas y las acelgas. La clorofila de estos alimentos reduce la hinchazón abdominal (y son un cóctel de vitaminas).
  • Legumbres y cereales. La avena de hojuela entera y las lentejas pueden hacer maravillas; esto por sus propiedades nutricionales y depurativas.

No sería mala idea preguntarle a tu médico/a o ginecólogo/a de toda la vida si hay algún alimento o suplemento vitamínico específico que puedas tomar para ayudar a tu cuerpo a fortalecer el suelo pélvico. Mantener un buen consumo de lácteos y de proteínas animales y vegetales también podría beneficiarte. ¿Dónde puedes encontrar estos nutrientes?

  • Leche
  • Huevos
  • Pollo
  • Pavo
  • Pescados
  • Carnes rojas

Consejo. Limita el consumo de pescados durante el embarazo. Recuerda que algunos especímenes -como el atún y las sardinas- podrían contener altos niveles de mercurio, cuya toxicidad afecta el desarrollo del bebé. Si vas a consumir pescado, te aconsejamos comprar piezas libres de mercurio o de químicos dañinos para la salud.

¿Cuándo debo comenzar con los ejercicios de suelo pélvico para embarazadas?

Por lo general, se recomienda comenzar a practicar ejercicios de Kegel en el segundo trimestre del embarazo y -siempre que el parto ocurra sin complicaciones- un par de días después de la llegada del bebé.

Además, no olvides que para acompañarte cuando vuelves a casa justo después de haber dado la luz, tienes a Roma, la braga postparto de Loop. Esta braga de talle alto te aportará toda la delicadeza que necesitarás en ese momento.

 

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Eso sí: decidas lo que decidas, no deberías practicarlos sin hablar con tu médico de cabecera. Aunque los ejercicios de Kegel no representan un peligro para la madre o el bebé, siempre es importante contar con acompañamiento profesional. En cuanto a la frecuencia, bastará con hacer 50 repeticiones de cada ejercicio (o unos 10 minutos al día). Y recuerda: ¡no te excedas! La clave está en no esforzarse demasiado.

Sexo con la regla, ¡tan natural como tú!

Aunque tener sexo con la regla es algo natural, saludable y -si nos preguntas- toda una experiencia- sigue siendo tabú en casi todos los países del mundo. Esto es una verdadera lástima porque, para algunas mujeres, puede ser hasta más placentero que hacerlo en otra fecha del calendario.

¡Aceptémoslo! El sexo, al igual que la menstruación, es algo tan normal como respirar. Además, los miedos asociados al tema no tienen fundamento. (Es probable que a tu pareja sexual ni siquiera le importe en qué día del mes estás)

Sí, ya sabemos que tus series y celebridades favoritas no hablan sobre ello, pero eso no quiere decir que el tema no esté en la mente de todas. ¡Prepárate para vencer los miedos de una vez por todas! Hoy descubrirás todo lo que debes saber sobre tener relaciones sexuales durante el periodo.

¿Puedo tener sexo con la regla?

sexo con la regla natural

¡Por supuesto que sí! No hay evidencia científica que demuestre o respalde que tener relaciones sexuales durante la menstruación pueda ser perjudicial para ti o tu pareja (ni siquiera hay pruebas que nos hagan sospechar lo contrario).

En otras palabras, no hay nada de malo en disfrutar de un momento íntimo si estás menstruando. De hecho, animarte a soltar las riendas durante los días rojos del mes podría ayudarte a lidiar con varios de los síntomas del síndrome premenstrual y también con los cólicos y cefaleas tensionales.

Si lo vemos desde otra perspectiva, sería absurdo pensar que la naturaleza te impida disfrutar de tu sensualidad durante esos días, considerando que, a lo largo de todos tus años de fertilidad reproductiva, tendrás la regla cerca de una vez al mes.

¿Por qué tener relaciones sexuales durante la menstruación es tabú?

tener relaciones sexuales durante la menstruación es tabú

La mayoría de los postulados a favor de no tener sexo con la regla se basan en ideas arcaicas que lo consideran sucio, peligroso y hasta pecado. Sin embargo, el origen detrás de los mitos no es más que incomodidad. Hay mujeres que se preocupan demasiado por el manchado, pero lo que ellas no saben es que la ciencia tiene buenas noticias.

Verás, los últimos estudios realizados en torno al tema sexual y la regla han demostrado que, durante períodos de intensa excitación, el ser humano suprime el miedo y la sensación de rechazo hacia los fluidos corporales, siendo uno de ellos el flujo menstrual.

¿Necesitas algo más para convencerte de que tener sexo con la regla no es algo malo? Entonces, bastaría con recordarte que la madre naturaleza no se equivoca. Uno de los cambios hormonales que ocurren durante la menstruación (día 3, aproximadamente) es justamente el incremento de estrógeno y testosterona.

Este aumento repentino hace que el cuerpo femenino se excite con mayor facilidad y que sus terminaciones nerviosas sean mucho más sensibles al tacto, al deseo y a los estímulos sexuales.

¿Es seguro tener sexo con la regla?

En general, sí lo es. Sin embargo, algunos casos requieren de cuidados extra, como las personas que tienen una enfermedad de transmisión sexual o que han dado positivo para VIH o hepatitis. ¿Por qué? Veamos:

La sangre y los restos del tejido uterino que se expulsan a través del canal vaginal durante la menstruación pueden aumentar el riesgo de contagio. Además, no hay que olvidar que el cuello uterino está más abierto durante estos días del mes, lo que podría exponerlo a virus o bacterias.

¿Eso quiere decir que estas personas no pueden tener sexo con la regla? No necesariamente. Lo que los estudios recomiendan es que no se obvie el uso de un método anticonceptivo de barrera, como el condón. De todas formas, si tienes dudas sobre el tema, te recomendamos consultarlo con tu médico de confianza.

¿El flujo menstrual no es dañino para mi pareja?

¡Claro que no! Hay personas -cada vez menos, afortunadamente- que creen que el flujo menstrual es “impuro” o “antihigiénico”, pero esto no es más que un mito absurdo. La menstruación solo es una combinación de sangre, flujo vaginal y tejidos que el útero ya no necesita porque no se produjo un embarazo en ese ciclo.

Visto de otro modo, ¡es un fluido tan natural como el sudor! Si tú o tu pareja se manchan con un poco de sangre, ¡no habrá de qué preocuparse!

¿Tener sexo con el periodo tiene efectos secundarios?

Fuera de un aumento en el riesgo de contraer infecciones sexuales -del que ya hemos hablado en los apartados anteriores- no hay efectos secundarios, al menos no negativos. (Más adelante verás que tener sexo con la regla incluso puede dejarte algunos beneficios).

Algunas mujeres creen que mancharse a sí mismas o a sus parejas durante la relación sexual es una desventaja, en especial si suelen tener una menstruación abundante. Pero sentir que están en medio de una situación embarazosa no es un efecto secundario, ¿o sí?

Además, siempre hay maneras de sentirse más cómodas y sensuales, independientemente del día del mes en el que estén, como proteger la cama con una sábana extra o salir de ella y experimentar en la bañera.

Tener sexo con el periodo en la bañera

¿Necesito usar protección si tengo sexo con la regla?

Todo depende de la situación. Si tú y tu pareja están tratando de concebir y no tienen enfermedades de transmisión sexual o cualquier otra afección que se transmita a través de los fluidos, no. Para todos los demás casos -incluyendo relaciones casuales- se recomienda usar un método anticonceptivo de barrera, como el condón.

Consejo de Loop. ¿Alguno de los dos es alérgico al látex? ¡No te desanimes! Tu médico de cabecera les puede recomendar otras formas efectivas de protección.

usar protección si tengo sexo con la regla

¿Es cierto que tener sexo con la regla provoca infecciones vaginales?

No, aunque hay varias mujeres que relacionan una cosa con la otra. ¿La razón? Nuevamente, debemos recurrir a la ciencia: tu vagina tiene varios sistemas naturales de protección, como el pH. A lo largo del ciclo menstrual, los niveles de pH vaginal se mantienen entre 3,8 y 4,5 puntos.

Según ACOG (American College of Obstetricians and Gynecologists), este nivel aumenta con la menstruación, creando un ambiente propicio para la proliferación de hongos. No obstante, la infección sucederá tengas o no relaciones sexuales. Lo único que puede hacer el sexo, en este caso, es incrementar la intensidad de los síntomas.

Recuerda. Hay muchas cosas que pueden crear un desequilibrio en el pH vaginal, como usar tampones o compresas menstruales perfumadas. Evítate cualquier molestia escogiendo una braguita menstrual que te dé la protección y comodidad que necesitas sin poner tus niveles de pH en jaque. ¡Hay una Loop para cada mujer del planeta!

¿Puedo quedar embarazada si tengo sexo durante el periodo?

Si bien la posibilidad de un embarazo es más baja por cuestiones hormonales y del ciclo menstrual, es posible. Verás: el punto de fertilidad más alto del mes ocurre en la fase ovulatoria -unos 14 días antes de la llegada de la regla- pero, ¡cada mujer es un mundo!

El riesgo de embarazo durante el periodo aumenta en mujeres con ciclos menstruales cortos o irregulares. Además, los espermatozoides pueden vivir hasta cinco días dentro del cuerpo femenino. Si ovulas antes de tiempo, podrías quedar embarazada.

¿Puedo usar tampón o protección menstrual para tener sexo oral con la regla?

Técnicamente, sí. Pero, ¡ten mucho cuidado al hacerlo! Hay mujeres que usan tampones o copas menstruales para recibir sexo oral y evitar el manchado. El problema surge cuando olvidan que lo estaban usando en un primer momento.

Si no retiras el tampón antes de la penetración o lo dejas demasiado tiempo, corres el riesgo de enfermarte y de tener que ir a un hospital para una extracción de emergencia. Recuerda que el síndrome del tampón es una realidad.

Si el sexo oral no está en el menú, te recomendamos usar algo menos invasivo y más sensual, como una tanga London de Loop. ¡Te verás deslumbrante!

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Beneficios de tener sexo con la regla (porque los hay)

No deberías temerle al sexo menstrual (si es que se le puede llamar así). Dicho de otro modo, el hecho de que estés en tus días rojos no significa que tengas que renunciar a la intimidad. Si te animas a derribar las barreras mentales que te impiden tener sexo con la regla, descubrirás que puede ser tan o más placentero de lo que imaginas.

De hecho, tener relaciones sexuales durante la menstruación podría dejarte algunos beneficios. ¿Quieres saber cuáles son?

Menos calambres menstruales (y menos hinchazón)

Durante el orgasmo femenino, el cuerpo libera una enorme cantidad de endorfinas que, además de disminuir el estrés, reducen las molestias asociadas con el síndrome premenstrual. En otras palabras, el clímax del momento aliviará tus calambres menstruales, la hinchazón y hasta esas cefaleas que no te dejan trabajar o descansar.

El sexo podría ser más placentero de lo que recuerdas

La excitación sexual no disminuye con la regla: todo lo contrario. Alrededor del día 3 del ciclo menstrual, el cuerpo comienza a liberar estrógeno y testosterona. Esto hace que las terminaciones nerviosas del clítoris estén abiertas a cualquier estímulo positivo, por lo que los orgasmos podrían ser mucho más intensos.

¿Un dato extra? El flujo menstrual es bueno reduciendo las molestias asociadas a la falta de lubricación femenina, lo que significa menos dolor y más placer.

La excitación y la actividad sexual pueden acortar tu periodo

Algunas mujeres que afirman que, durante el sexo con la regla, expulsan más sangre de lo habitual. ¿Es un mito? No exactamente. Lo que sucede es que la excitación, el orgasmo y las contracciones musculares aceleran la expulsión de flujo, lo que se traduce en un ligero aumento de volumen en el acto.

Como tu organismo se deshará de los restos uterinos con más prisa, podrías notar una reducción en la duración habitual de tu periodo.

¿Debería tener sexo con la regla? ¡Es tu decisión!

Tener intimidad con tu pareja durante el periodo es una decisión personal que nadie puede tomar por ti (ni siquiera tu media naranja). Lo importante es que sepas es que tienes la alternativa. Si decides hacerlo, recuerda que es algo natural, que no es dañino y que hay maneras de evitar que sea incómodo para ti.

Quiero sentirme más cómoda cuando tengo sexo con la regla

¡Y puedes hacerlo! Si te preocupa la limpieza, protege la cama con una toalla o anímate a tener sexo en la bañera. ¿Otra opción? Intenta jugar con la fecha del mes: el flujo no será tan abundante durante los primeros o últimos días de la menstruación.

La clave de tener sexo con la regla -y sentirte cómoda con ello- también se basa en la comunicación: abrirte con tu pareja y comentarle tus miedos o inseguridades podría cambiar cómo te sientes al respecto.

¿Qué es el flujo vaginal (y cuántos tipos hay)?

Toda mujer, al menos una vez en su vida, ha notado que su flujo vaginal tiene un color o textura diferente a la habitual. ¿No se supone que esto es algo invariable? ¿Acaso el flujo cambia? Pues, lo cierto es que sí. Muchas de las variaciones son completamente normales. Por lo general, ¡no hay de qué preocuparse!

Las secreciones vaginales están diseñadas para protegernos (no lo contrario). Entonces, ¿todos tipos de flujo vaginal son normales? No realmente. La segunda misión de tu flujo es alertarte de que algo va mal.

Pero, ¡no te preocupes! En Loop, hemos preparado una súper guía del flujo vaginal para responder a tus dudas. Si quieres saber qué es y qué significa eso que ves en tu braguita, ¡quédate con nosotras!

¿Qué es el flujo vaginal?

El flujo vaginal no es más que una especie de líquido secretado por unas diminutas glándulas que están dentro de la vagina. ¿Para qué? Principalmente, para mantener toda la zona lubricada y actuar como un sistema natural de protección.

En palabras simples, el flujo vaginal tiene la finalidad de limpiar y proteger a la vagina. ¿Cómo lo hace? De varias maneras: controlando el pH vaginal, eliminando células viejas, arrastrando desechos de otras reglas y manteniendo el canal uterino saludable.

Como el flujo y el pH están relacionados, también impide que proliferen hongos y bacterias (muchos de ellos, presentes en la flora vaginal y 100 % inofensivos en cantidades normales).

¿Sabías que… el flujo contiene un montón de microorganismos que componen lo que llamamos flora vaginal? Estos organismos, invisibles al ojo humano, previenen que los virus, hongos y bacterias afecten la salud del aparato genital.

microorganismos flora vaginal

¿Cómo sé si mi flujo vaginal es normal?

Es difícil definir un flujo vaginal como normal. ¿Por qué? Porque, tal como nos ha demostrado la menstruación, el ciclo menstrual y el embarazo; cada cuerpo termina siendo un mundo aparte. Incluso con información científica, la cosa se complica aún más, ya que el flujo también cambia a lo largo del ciclo.

En otras palabras, tenemos definiciones de libro, es decir, estimaciones medias que podrían variar de una mujer a otra.

  • En cuanto a la cantidad, es normal expulsar hasta 1 cucharadita de flujo vaginal al día.
  • En cuanto a olores, debes saber que el flujo vaginal es inodoro o huele muy poco.
  • En cuanto a colores, puede ir desde el blanco al transparente.

Ahora bien, estos datos pueden cambiar también dependiendo del día del ciclo en el que estés. Por ejemplo, cuando tu regla acaba de irse, notarás que el volumen de la secreción baja considerablemente (1-3 días después de la menstruación).

Desde el día 9 hasta el día 14 de un ciclo de 28 días, el flujo vaginal comenzará a ser más abundante. En este punto, tendrá una consistencia viscosa, pegajosa y puede ir desde un color turbio a uno blanquecino.

¿Sabías que… el flujo vaginal turbio contiene restos de la menstruación? Es por ello que tiene este color tan característico.

Justo antes de la ovulación, el flujo vaginal volverá a cambiar radicalmente, haciéndose más resbaladizo (pero no tan elástico). Cuando tu cuerpo libere un óvulo maduro (ovulación) irá modificándose a sí mismo hasta ser parecer una clara de huevo (transparente y muy elástica).

Después de la ovulación (y antes de la regla), el flujo vaginal volverá a hacer un cambio. Perderá su elasticidad y será cada vez más escaso.

Flujo vaginal, moco cervical y lubricación: ¿es lo mismo?

No exactamente. Aunque el moco cervical también está presente en el flujo vaginal, tiene una misión diferente. El moco cervical es segregado por el cuello uterino para facilitar el embarazo durante los días de fertilidad.

La lubricación, en cambio, ocurre como una respuesta ante el estímulo sexual. Durante la excitación, la irrigación de la sangre se concentra en la vulva y el clítoris, provocando que las venas circundantes se hinchen.

Esta serie de cambios momentáneos provocan que las paredes vaginales segreguen un líquido acuoso y resbaloso. ¿Por qué aparece? Técnicamente, para lubricar la zona e impedir que haya dolor durante la penetración.

¡Recuerda! El flujo vaginal puede cambiar (y es normal)

El flujo vaginal, además de cambiar a lo largo del ciclo menstrual, puede variar dependiendo de la etapa de la vida. Factores como el embarazo, el período de lactancia y la menopausia modifican su consistencia, volumen y textura. Así que, si notas que tu flujo es diferente, ¡no te alarmes! Posiblemente, es normal.

El flujo vaginal y la menarquia

Seis meses antes de la menarquia, las niñas y adolescentes comienzan a notar secreciones densas, pegajosas y blanquecinas en su braguita. Los cambios de flujo no son perceptibles -porque el ciclo menstrual todavía no comienza- pero es un buen indicador de que la primera menstruación está cerca.

El flujo vaginal y el embarazo

Durante las primeras semanas de gestación, tu flujo vaginal podría ser más abundante de lo normal. ¿Esto significa que algo va mal? ¡Para nada! Es común que las mujeres embarazadas produzcan más flujo de lo habitual (leucorrea).

Esto se debe a dos cosas: 1) los cambios hormonales del embarazo y 2) el aumento en la secreción de moco cervical. ¿Cómo es el flujo vaginal durante los primeros meses del embarazo? Abundante, blanquecino y casi sin olor.

Si quieres mantenerte seca y protegida durante esta etapa, puedes usar una braga Heroop. ¡Las ediciones London y Oslo te irán genial!

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El flujo vaginal y la menopausia

La producción de hormonas sexuales, como el estrógeno, tiende a bajar durante la perimenopausia, alcanzando su límite en la menopausia. El descenso en picada de estas hormonas reduce la producción de flujo, dejándole a las mujeres una sensación de sequedad vaginal.

Tipos de flujo vaginal – Un paseo de texturas y colores

Si bien es normal que el flujo vaginal cambie a lo largo del ciclo menstrual (o en una etapa específica de la vida, como el embarazo), hay variaciones en el color, cantidad, olor o textura que pueden representar una señal de alerta:

Flujo amarillo

Si tu flujo vaginal tiene una coloración amarillenta y viene acompañado de otros síntomas, como picazón, ardor, enrojecimiento genital, sensación de calor o dolor durante las relaciones sexuales; es posible que tengas una infección de transmisión sexual (ETS).

La más común es la tricomoniasis, una infección provocada por un parásito conocido como Trichomonas vaginalis. Si notas un flujo como este en tu braguita, ¡haz una cita con tu ginecólogo! La tricomoniasis se trata con antibióticos recetados por un profesional de la salud.

Flujo verdoso

El flujo verdoso también es común ante una infección de transmisión sexual. Tal como en el caso anterior, deberás consultar tu médico de confianza.

Flujo marrón o rojizo

Si tu flujo es amarronado o tiene restos de sangre y sientes ardor en la vulva o al orinar, dolor pélvico y escalofríos; podrías tener una infección bacteriana conocida como gonorrea.

Eso sí: para que sea una señal de alerta, el flujo debe estar acompañado de síntomas. De lo contrario, podrías estar ante un manchado entre reglas o quizás ante un flujo vaginal normal, especialmente si aparece justo después de tu menstruación.

Flujo blanco espeso y con grumos

Por lo general, el flujo blanco es normal. Sin embargo, si su consistencia cambia y se parece más al requesón o a la leche cortada, debes visitar a tu ginecólogo. Este tipo de flujo suele aparecer con olor fétido, picazón y ardor; y nos indica un desequilibrio en la flora vaginal (candidiasis).

La candidiasis es más común de lo que parece. De hecho, 3 de cada 4 mujeres la han tenido al menos una vez en su vida. Por tanto, ¡no tienes nada de qué avergonzarte! Tu ginecólogo sabrá cómo equilibrar la flora vaginal de nuevo.

Flujo blanco cremoso o grisáceo

Un flujo cremoso y blanquecino puede ser normal. Pero si cambia a una tonalidad grisácea, emite un fuerte olor -similar al pescado- y viene acompañado de picazón e hinchazón vaginal; te aconsejamos acudir a tu médico de confianza. Podría ser una vaginosis bacteriana, es decir, una inflamación vaginal ocasionada por una proliferación anormal de bacterias.

¿Recuerdas que el flujo está lleno de microorganismos inofensivos para la vagina? Pues, en la vaginosis bacteriana, estas bacterias comienzan a multiplicarse hasta sobrepasar las cantidades normales. Ciertas actividades, como hacerse duchas vaginales con frecuencia, pueden aumentar el riesgo de sufrir vaginosis bacteriana.

Problemas con el flujo vaginal. ¿Cuándo visitar al médico?

Problemas con el flujo vaginal. ¿Cuándo visitar al médico?

Si tu flujo vaginal tiene una textura, tonalidad u olor inusual; pide una cita con tu ginecólogo (en especial, si los cambios vienen acompañados de algunos de estos síntomas):

  • Fiebre
  • Comezón
  • Escalofríos
  • Ardor al orinar
  • Olor fuerte y desagradable
  • Dolor durante las relaciones sexuales
  • Sangrado vaginal (diferente a la regla)

Nota. Ante un cambio drástico en el flujo vaginal, ¡mantén la calma y visita a tu médico de confianza! En la mayoría de los casos, las variaciones de flujo tienen que ver con una infección por hongos o bacterias.

Recomendaciones para mantener tu flujo vaginal sano

Mantener la vagina y la vulva sanas no es tarea difícil. De hecho, podrás hacerlo siguiendo un par de recomendaciones simples:

¡No uses duchas vaginales!

No te hacen falta. Justamente, una de las funciones de tu flujo vaginal es expulsar la suciedad y los restos de reglas pasadas, entre otras cosas. Las duchas vaginales desequilibran la flora del canal vaginal. Solo deberías hacértelas si tu ginecólogo te lo receta para tratar algo puntual.

Lava la zona íntima con agua

No uses jabones corporales para asearte. Aunque suene increíble, las fórmulas jabonosas pueden causar desequilibrios en el pH vaginal (y esto sería como darle la bienvenida a una infección).

Mantén una alimentación saludable

Puedes ayudar a tu cuerpo a mantener la flora vaginal intacta con la alimentación. Toma suficiente agua e incrementa el consumo de antioxidantes y ácidos grasos esenciales presentes en alimentos como los arándanos, frutos secos, chía, aguacate y quinoa. El vinagre de manzana y los probióticos, como el yogur natural, también te ayudarán a nutrir tu flora vaginal.

Elige ropa interior cómoda y transpirable

Las braguitas 100 % de algodón ayudarán a que tu vagina esté lejos de la humedad. También impedirán que se cree un microclima desagradable en la zona íntima, manteniendo el pH bajo control. Si tu regla está por venir o tienes mucho flujo vaginal, puedes usar nuestras braguitas Loop. Además, la parte interior de nuestras bragas (en contacto con tu intimidad) es 100% algodón y tienen un diseño especial que permite la transpiración y repele la humedad.

¡Protégete durante las relaciones sexuales!

Practicar sexo seguro te ayudará a reducir el riesgo de contraer una enfermedad de transmisión sexual, además de prevenir un embarazo no deseado. Pero, ¡cuidado! No hablamos de métodos orales para el control de la natalidad, como la píldora anticonceptiva, sino de protección tipo barrera (condón).

Evita los tampones (y las compresas perfumadas)

Los tampones están llenos de componentes que podrían ser tóxicos para la vagina, en especial si se crean arañazos dentro del conducto o no se cambian con regularidad. Además, modifican el pH vaginal y pueden producir una infección por estafilococos. Reemplázalos por un método de protección inodoro, más seguro y menos invasivo, como una braga menstrual.

Antes de despedirnos, nos gustaría dejarte una recomendación: la mejor forma de saber si tu flujo vaginal es normal o no es conociéndolo. Préstale atención a su apariencia para encontrar tu “normal” y, en caso de cambios drásticos o inusuales, avísale a tu médico de cabecera.

Dolor de cabeza premenstrual. ¿Por qué la cefalea precede a la regla?

Durante las fases del ciclo menstrual, el cuerpo femenino experimenta un conjunto importante de cambios. Las hormonas viajan como en una montaña rusa: bajan, suben y vuelven a bajar sin dejar de interactuar con el metabolismo y el sistema endocrino.

Los protagonistas de esta historia son dos: el estrógeno y la progesterona; pero incluso los neurotransmisores tienen un papel secundario. ¿El resultado? En la segunda fase del ciclo, además del síndrome premenstrual -del que ya hemos hablado- podrías experimentar cefaleas premenstruales.

Acompáñanos a descubrir por qué muchas mujeres tienen dolores de cabeza antes de la regla.

¿Qué es el dolor de cabeza premenstrual?

El dolor de cabeza es, a la vez, un síntoma y una afección. De hecho, podría decirse que es una de las señales de alerta más variadas del mundo. La razón está en sus tipos: podemos estar ante una migraña cíclica o en racimo, cefalea ocular o tensional, y -por supuesto- ante un dolor de cabeza premenstrual.

Pero, ¿qué es una cefalea premenstrual? Como su nombre lo indica, es el dolor de cabeza que aparece unos 2-3 días antes de la llegada de la regla.

Puede venir solo o como síntoma del síndrome premenstrual y también extenderse más allá de la bajada del periodo. Afortunadamente, es molesto pero inofensivo.

¿Cómo reconocer el dolor de cabeza premenstrual?

¿Te preguntas cómo diferenciar una cefalea clásica -de esas de toda la vida- del dolor de cabeza antes o durante la regla? La cercanía de la llegada de la menstruación te dará, tal y como sospechas, una buena pista; pero hay otros síntomas que podrían ayudarte a identificarlo con más facilidad:

  • Acné
  • Fatiga
  • Palidez
  • Náuseas
  • Vómitos
  • Hinchazón
  • Escalofríos
  • Sudoración
  • Aumento del apetito
  • Falta de coordinación
  • Cuero cabelludo delicado
  • Sensibilidad ante el ruido o la luz
  • Antojos, en especial, de chocolate
  • Dolor punzante en un solo lado de la cabeza

También podrías notar que tus micciones son menos frecuentes o que sufres de estreñimiento temporal.

Como ves, muchos de los síntomas asociados al dolor de cabeza de la regla se parecen a los del síndrome premenstrual. ¿Por qué sucede esto? Porque ambos fenómenos naturales van de la mano.

Causas del dolor de cabeza antes o durante la regla

El dolor de cabeza premenstrual puede afectar a cualquier mujer en edad fértil. Sin embargo, suele aparecer con más frecuencia entre los 18 y los 29 años de edad, durante la perimenopausia y en pacientes con historial de migrañas o dolores de cabeza hormonales (como el producido en una crisis hipotiroidea no tratada). Dentro de las causas más comunes, encontramos:

Hormonas del ciclo menstrual

La teoría mayoritaria señala a las hormonas como las principales culpables del dolor de cabeza premenstrual. Recuerda que, durante el ciclo, el estrógeno y la progesterona emprenden una danza intermitente. Cuando uno baja, el otro sube y viceversa.

Las caídas y subidas abruptas de estas hormonas generan una respuesta corporal inflamatoria que, aunque no se manifieste en todas las mujeres, sí lo hace en aquellas que son más sensibles al dolor.

Caída de la serotonina

Antes de la bajada de la regla, los niveles de serotonina -conocida como el neurotransmisor de la felicidad- disminuyen. No ocurre en todos los casos, pero el fenómeno es más común de lo que se piensa.

Es por ello que durante el síndrome premenstrual algunas mujeres se sienten cansadas o ligeramente deprimidas. Como dato curioso, es justamente la caída de los niveles de serotonina lo que está detrás de los antojos de un delicioso chocolate.

¿La explicación científica? El cacao es sumamente rico en triptófano; un aminoácido esencial para la producción de este neurotransmisor.

Píldora anticonceptiva

Los métodos anticonceptivos orales pueden aumentar la cantidad de cefaleas premenstruales, pero -afortunadamente- también disminuyen el nivel de dolor. ¿Traducción? Pues, si bien los dolores de cabeza son más frecuentes, decrecerán en intensidad.

La disminución en la intensidad del dolor es comprensible, ya que la píldora impide que los niveles de estrógeno se desplomen repentinamente. Por ende, le da al cuerpo mucho más tiempo para adaptarse a los nuevos niveles hormonales.

Perimenopausia

La perimenopausia -es decir, la etapa que precede a la menopausia- podría ser la causa detrás de los dolores de cabeza premenstruales. Durante los últimos años de fertilidad, se produce una alteración en los niveles de estrógeno. La subida abrupta de esta hormona puede generar, entre otras cosas, migrañas en un solo lado de la cabeza justo antes de la llegada de la regla.

¿Cuándo aparece el dolor de cabeza premenstrual?

Este dolor de cabeza aparece, por lo general, antes de la llegada de la regla. Hablamos de unos 2-3 días antes de la menstruación, e incluso durante el periodo. La parte buena es que las cefaleas premenstruales son intermitentes, lo que quiere decir que van y vienen. En otras palabras, ¡no duran demasiado!

Consejo de Loop. Si el dolor de cabeza premenstrual toca la puerta, ¡llegó la hora de protegerte! Usa una braga menstrual cómoda, suave y sensual como la tanga London y ¡olvídate del manchado!

¿Qué tan común es el dolor de cabeza premenstrual?

Más de lo que creerías. El 70 % de las personas que sufren de cefaleas y migrañas en el mundo son mujeres y -curiosamente- 6 de cada 10 de ellas afirman que hay una conexión entre el dolor de cabeza y la llegada de la menstruación. ¿Cómo se traduce esto? Veamos:

  • En España, 4 000 000 de personas sufren de dolores de cabeza, migrañas y cefaleas tensionales.
  • El 80 % de las personas afectadas son mujeres de 20-40 años de edad, es decir, están en edad fértil.
  • 6 de cada 10 de estas mujeres experimentan el dolor justo antes de la llegada de la regla (o durante la menstruación).
  • Por ende, el dolor de cabeza premenstrual afecta a unas 2 000 000 de españolas -al menos- una vez al año.
  • Como la prevalencia del dolor de cabeza premenstrual es del 12 %, cerca de 250 000 mujeres tendrían cefaleas cada mes.

¿Cómo aliviar -o evitar- el dolor de cabeza premenstrual?

Si no quieres que el dolor de cabeza aparezca antes de la llegada de la regla -o estás decidida a disminuir su intensidad- hay algunos consejos que pueden ayudarte:

  • ¡Relájate! La meditación y otras prácticas similares -como el mindfulness– pueden reducir la cantidad de dolores de cabeza premenstruales y la intensidad del dolor. ¿Por qué? Porque combaten los efectos negativos del estrés.
  • Duerme bien. La carencia de descanso o los problemas para conciliar el sueño amplifican la respuesta del cerebro ante el dolor, lo que quiere decir que sentirás más molestias de las que deberías.
  • El frío será tu mejor amigo. Ponerte una compresa de hielo en la zona de la cabeza, cuello o cuero cabelludo disminuye la intensidad de la cefalea premenstrual. ¡Inténtalo!
  • Cuídate durante el cambio de estación. Durante el verano e invierno, los dolores de cabeza premenstruales aumentan. Trata de abrigarte bien en los meses de frío y de mantenerte hidratada durante el calor extremo.
  • Eleva el consumo de magnesio. Hay una relación comprobada entre el magnesio y la reducción de los dolores de cabeza en general. Durante la segunda mitad de tu ciclo menstrual, trata de incluir más espinacas, aguacates, chocolate negro y frutos secos en tus comidas.

Tu médico de cabecera también puede ayudarte a reducir los dolores de cabeza relacionados con la regla, en especial cuando son muy intensos.

Algunos de los analgésicos de venta libre (AINES) que se usan contra los cólicos menstruales alivian la cefalea. La terapia hormonal también puede ser una buena opción.

Sin embargo, en ningún caso intentes poner en práctica estos métodos por tu cuenta: necesitas supervisión profesional.

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¡Debemos hablar sobre la pobreza menstrual!

Según datos reportados por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), más mil ochocientas millones de personas en el mundo están en edad de menstruar. Para poder visualizar este número con facilidad, bastaría con decir que, el día de hoy, casi un millón de mujeres tiene la regla.

Lamentablemente -y a pesar de que las cifras son impactantes- la equidad menstrual no ha podido alcanzarse (al menos, no por ahora). ¿Qué significa esto? Que mientras lees este artículo, miles de mujeres y niñas no pueden llevar una vida normal, ya sea por la falta de productos de higiene o de educación sobre el tema.

Como era de esperarse, esta situación tiene un alto coste emocional sobre las víctimas que, además de perder oportunidades laborales y educativas, deben lidiar con afecciones graves, como la depresión, el insomnio o la ansiedad.

En Loop, queremos ayudar a erradicar la pobreza menstrual de una vez por todas. Pero para ello, primero debemos poner el foco sobre del tema principal: qué es la pobreza menstrual y cómo afecta a los distintos grupos de mujeres del planeta.

cómo la pobreza menstrual afecta a miles de mujeres

Comencemos: ¿qué es la pobreza menstrual?

Técnicamente -y de forma estricta- la pobreza menstrual no es más que la falta de acceso a productos de higiene sanitaria por problemas económicos. Sin embargo, este concepto ha evolucionado hasta incluir un par de causas más a la lista.

Varios estudios (la mayoría de ellos llevados a cabo por organismos internacionales como UNICEF, Amnistía Internacional y la UNFPA) han encontrado una relación entre la pobreza menstrual y factores que no dependen de las limitaciones financieras de la familia.

Hablamos de la falta de acceso al agua potable, a una infraestructura sanitaria adecuada o incluso a información veraz sobre la regla. En pocas palabras, allá afuera hay mujeres, niñas y adolescentes que no viven en las mismas condiciones que otras.

Esto, sin duda, afecta desde su capacidad de crecer y superarse personal y profesionalmente hasta su dieta diaria; llevándolas a buscar soluciones increíbles, como separarse de la sociedad cuando están menstruando, usar cartones como método de protección o dejar de asistir a la escuela.

Como ves, la pobreza menstrual no solo se refiere a no tener compresas, braguitas, tampones o copas menstruales, sino también a la carencia de instalaciones sanitarias privadas e higiénicas, a los mitos y tabúes que giran en torno a la regla y hasta a la falta de información sobre el periodo (algo que conocemos como analfabetismo menstrual).

¿Sabías que… la pobreza menstrual no solo afecta a los países en vías de desarrollo, sino también a las potencias mundiales? En Estados Unidos, 1 de cada 5 niñas falta o deja la escuela por no tener productos de higiene menstrual y casi el 47 % de las mujeres pobres (aquellas con ingresos por debajo de la línea federal de la pobreza) ha tenido que escoger entre la comida de un día y la compra de compresas o tampones.

muchas mujeres escogen entre comida y productos de higiene

Le ponemos rostro a las víctimas de la pobreza menstrual

Hay quienes piensan que solo las mujeres, niñas y adolescentes de países y territorios en guerra, con problemas políticos o limitaciones financieras son víctimas de la pobreza menstrual, pero esto no es más que un mito. Lo cierto es que, incluso la población de naciones ricas, como Estados Unidos y el Reino Unido, se enfrenta a más de un desafío relacionado con el tema.

Si bien la pobreza menstrual es compleja, trataremos de darle rostro a los principales segmentos que han sido golpeados por ella. A fin de cuentas, una imagen vale más que mil palabras.

Dato importante. El 20 % de las mujeres de la Unión Europea no tiene suficiente dinero para comprar protección sanitaria. En otros lugares, como Kenia, el caso es aún más dramático. Un estudio de la UNFPA en África demostró que varias adolescentes en edad escolar se han visto obligadas a tener sexo transaccional por un paquete de compresas sanitarias.

Mujeres privadas de libertad

Las mujeres condenadas o en espera de una condena no la tienen fácil en cuanto a la higiene menstrual se refiere. En las cárceles femeninas estatales y condales de Estados Unidos no se reparten tampones, compresas o bragas menstruales, como sí sucede en los centros de detención federales desde el 2017.

Como consecuencia, se delega la compra de productos de higiene femenina a los familiares de las presas, lo que ha dado pie al reciclaje compresas y tampones dentro de las cárceles. Esta práctica ha incrementado los casos de infecciones vaginales, llegando incluso al diagnóstico del síndrome del shock tóxico por usar papel higiénico como un tampón casero improvisado.

Mujeres sin hogar

Las niñas y mujeres representan un grupo en aumento dentro del segmento de personas sin hogar, un dato preocupante. Además de tener problemas para llevar una alimentación adecuada, este sector no tiene suficientes recursos financieros como para comprar productos sanitarios.

Incluso eliminando este factor de la ecuación, las mujeres sin hogar se enfrentan a otros problemas, como encontrar un baño limpio con acceso a agua y jabón para poder asearse de forma privada y segura.

Mujeres víctimas de mitos y tabúes

Desafortunadamente, la falta de ingresos no es el único culpable de la pobreza menstrual: hay culturas que perciben a la regla como “algo malo”, lo que impide que las niñas, mujeres y adolescentes puedan formar parte activa de la sociedad o protegerse adecuadamente.

Samikshya Koirala, activista de Amnistía Internacional en la Universidad de Katmandú, declara que en Nepal (su país natal) las niñas con la regla son apartadas del sol y de los hombres. En la India, las mujeres que están menstruando no pueden participar en las festividades religiosas y culturales (ni siquiera tienen permiso para entrar a la cocina).

Estos son tan solo algunos ejemplos de cómo los tabúes afectan a las mujeres alrededor del mundo. Lamentablemente, quedan muchos mitos por ser derribados.

Mujeres con necesidades especiales

Las mujeres y niñas con necesidades especiales, discapacidades o movilidad reducida sufren de manera desproporcionada por la pobreza menstrual.

Aún si sus familias tienen suficientes recursos financieros como para llevar una vida digna, se encuentran con que los centros comerciales, escuelas, universidades y otros puntos de encuentro social carecen de instalaciones ajustadas a sus necesidades.

Esta situación tan alarmante se agrava aún en países pobres o zonas afectadas por conflictos armados, como las guerras o el terrorismo.

Mujeres migrantes

La población migrante es un grupo de extrema vulnerabilidad. Veamos un caso para comprender el contexto: los venezolanos -una de las olas de desplazados más grandes del mundo- son víctimas de la pobreza menstrual tanto en su territorio como en los países receptores.

Al momento de escribir este artículo, el salario mínimo en Venezuela era de diez millones de bolívares (2,64€); un monto irrisorio si consideramos que un paquete de compresas menstruales de ocho unidades tiene un coste de 2,42€, ¡casi todo un mes de trabajo!

Si bien no hay estudios sobre el impacto de la pobreza menstrual en los refugiados venezolanos, no quedan dudas de que la viven en carne propia. A fin de cuentas, han pasado a engrosar las filas de la pobreza y pobreza extrema en los países de destino.

¿Sabías que… 1 de cada 4 mujeres en España debe elegir entre comprar alimentos o productos de protección menstrual?

Erradicación de la pobreza menstrual: ¡una meta para el 2030!

como erradicar la pobreza menstrual

En un mundo donde el 40 % de la población no tiene acceso a una infraestructura sanitaria con conexión a agua limpia, superar la pobreza menstrual puede ser todo un reto. No obstante, ya hay iniciativas en marcha para luchar contra el desconocimiento y la falta de artículos de higiene femenina. Y es que, eliminar a la pobreza menstrual del mapa es crucial para alcanzar 4 de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU para el 2030.

Hablar abiertamente de la menstruación es esencial para ganar la guerra. Comprender que la regla es una función biológica normal no solo ayudará a bajar los índices de pobreza menstrual, sino que reducirá la falta de diagnóstico y tratamiento de ciertas enfermedades, como la endometriosis o el trastorno disfórico premenstrual.

La eliminación de la “tasa rosa” de los productos de higiene femenina -un 10 % en España- es otro elemento que nos permitirá combatir el problema. A esto habría que agregarle un par de políticas que deberían ser parte de la agenda pública, como el reparto gratuito de productos higiénicos y la construcción de instalaciones sanitarias apropiadas.

Encontrar alternativas al uso de compresas y tampones también puede marcar la diferencia. Las bragas menstruales, son -a la larga- más económicas que los artículos de protección tradicionales. Como son reutilizables, su popularización minimizaría la emisión de contaminantes coronándolas como una opción sostenible, cómoda y eficiente.

Todo esto en conjunto con otras prácticas positivas -como el activismo menstrual- nos ayudaría a deshacernos del secretismo y estigma social que envuelve a la menstruación; un estereotipo que -hasta ahora- no nos ha dejado avanzar hacia una sociedad más justa y equitativa.

Dolor en los pezones: las causas detrás de la mastalgia

¿Alguna vez te has despertado con dolor en las mamas? ¡No te alarmes! Recuerda que no todo dolor de tu cuerpo debe ser una señal de alarma. En la mayoría de los casos, tan solo se trata de un poco de sensibilidad o hinchazón.

De hecho, muchas -por no decir casi todas- de las causas detrás de los pezones dolorosos son completamente inofensivas y están relacionadas con una serie de cambios naturales que ocurren en tu organismo durante etapas como la adolescencia, el ciclo menstrual o el embarazo.

¿Puede ser un dolor molesto? Sí. Pero -afortunadamente- no suele ser intenso (y tampoco dura mucho tiempo). Incluso hay un par de formas de encontrar alivio. ¿Nos acompañas a explorar el tema?

Pero primero, ¿qué son exactamente los pezones dolorosos?

El dolor en las mamas comprende un amplio abanico de síntomas -por así decirlo- desde una ligera sensibilidad al tacto hasta un dolor punzante. Este dolor puede ser localizado (dolor en los pezones) o generalizado (en todo el tejido).

En cuanto al nivel de dolor, dependerá de la causa y umbral de cada quien. Por lo general, suele ser moderado, pero algunas personas lo perciben como leve o intenso.

¿Sabías que… no solo las mujeres pueden sentir dolor en las mamas? La mastalgia -que es el término médico correcto- también aparece en las personas transgénero y en el cuerpo masculino.

¿Cuándo aparece el dolor en las mamas?

Esto -nuevamente- dependerá de la causa. ¿Traducción? No hay un día específico en el calendario para que tus mamas se sientan más hinchadas o sensibles de lo normal.

No obstante, podríamos dividir la aparición de los pezones dolorosos en tres períodos de tiempo diferentes:

  • Una semana antes de la llegada de la menstruación. Como sospechas, aquí estaríamos ante uno de los síntomas del síndrome premenstrual. La mastalgia, en este caso, puede venir acompañada de otras señales, como cansancio, somnolencia, náuseas, dolores de cabeza o cambios de humor repentinos.
  • En cualquier momento (relacionado con el dolor extramamario). Esto ocurre cuando un tejido que no pertenece a las mamas se inflama o está siendo afectado por algo. ¿Ejemplos? Un desgarro muscular en la zona del tórax, una neuropatía periférica o la costocondritis.
  • Unos cuantos días al mes, generalmente, cuando viene la regla. En este caso, hablamos de un dolor de las mamas provocado por la caída de las hormonas del ciclo menstrual y la consecuente retención de líquidos asociada al periodo.

El embarazo y la lactancia también son algunas alternativas, en especial durante el primer trimestre de gestación o en pleno puerperio. En este caso, el dolor puede extenderse por más de un mes; esto por la serie de cambios que experimenta el cuerpo femenino durante esas etapas específicas de la vida.

¿Cómo se siente el dolor en el tejido mamario?

Hasta aquí, ya sabes que la mastalgia puede ser cíclica -seguir un patrón regular, como en el síndrome premenstrual- o aislada, y que el nivel de dolor va de leve a moderado o intenso. Pero, ¿qué es lo que se siente realmente cuando te duelen las mamas?

  • Hinchazón en los senos
  • Sensación de pesadez en las mamas
  • Ardor leve (que suele activarse con el roce)
  • Dolor en los pezones, especialmente al tacto
  • Molestias durante el movimiento (incluso al caminar)
  • Formación de bultitos en el tejido mamario externo o cerca de las axilas

Nota. Comúnmente, los dolores en las mamas no están relacionados con una enfermedad grave. Simplemente es una muestra de los cambios hormonales que suceden dentro de tu cuerpo. No obstante, si tienes un dolor sordo o crónico que persiste e interfiere con tu vida diaria ¡deberías pedir una consulta con tu médico de confianza! Es importante encontrar el origen para poder deshacerte del dolor o controlarlo.

Causas comunes y factores de riesgo de la mastalgia

El principal culpable del dolor en las mamas son las hormonas, especialmente si estamos hablando del síndrome premenstrual. Tanto en el ciclo como en las etapas clave del cuerpo femenino -el desarrollo, el embarazo, la perimenopausia y la menopausia- hay subidas y bajadas hormonales abruptas que generan hinchazón, pesadez o una respuesta exagerada ante el dolor.

Los desequilibrios hormonales, si bien son normales en escenarios como estos, incluso pueden provocar que las glándulas mamarias se inflamen creando pequeños quistes que desaparecen con la llegada de la regla.

Aunque no todas las mujeres sienten dolor en las mamas, hay algunos factores que podrían aumentar el riesgo de sufrir de mastalgia con frecuencia, como:

  • Algunos medicamentos. ¿Por qué? Porque ciertos fármacos -como las terapias hormonales o la píldora anticonceptiva- han sido relacionados con la aparición del dolor en las mamas o en los pezones. Los antidepresivos y antihipertensivos también incluyen a la mastalgia dentro de su lista de efectos secundarios.
  • Cirugía mamaria previa. ¿Por qué? La cicatrización de las incisiones de una operación en las mamas suele ser mucho más rápida que la desaparición del dolor e hinchazón interna.
  • Mamas de tamaño grande. ¿Por qué? Pues, las mujeres con senos voluptuosos suelen sufrir de dolor de mamas continuamente; esto por el peso y el efecto de la gravedad. El dolor, que puede incrementar su intensidad antes o durante la regla, suele estar presente todo el tiempo y viene acompañado de otros, como dolor cervical, cefaleas y problemas de postura.
  • Falta de vitamina B12 y ácido fólico. ¿Por qué? Porque la carencia de ácidos grasos, común en la anemia y ciertos episodios hipotiroideos, adelgaza la capa protectora de los nervios: la mielina. Las mamas están llenas de terminaciones nerviosas que, sin esta protección, podrían enviarle al cerebro una señal errada de dolor, cambios térmicos u hormigueo.

¿Cuándo se produce dolor en las mamas? 5 escenarios posibles

Antes de despedirnos, nos gustaría explorar los escenarios más comunes del dolor en las mamas.

¿Son los únicos? No, de hecho, hay muchos más, como una infección en la piel (en especial si la temperatura de tus senos aumenta sin explicación alguna) o una dermatitis por contacto. No obstante, te dejaremos una lista con los más frecuentes:

Dolor en los pezones durante la lactancia

La lactancia materna es una época bonita, pero -en ocasiones- dolorosa. Durante el puerperio y las primeras semanas de la lactancia, el organismo ordena la subida de la leche materna, lo que provoca hinchazón y dolor generalizado en las mamas. A esto se le conoce como congestión primaria.

Luego -durante la lactancia en sí misma- la piel de los pezones comienza a mostrar signos de sequedad; esto por la fricción y la succión realizada por el bebé. Mantener la zona bien hidratada con una crema especial podría ayudarte con el dolor.

Consejo. ¿Necesitas protección menstrual y un buen nivel de absorción después del parto? Échale un vistazo a la nueva braguita Roma de Loop, diseñada para que las mamás puedan sentirse guapas, cómodas, protegidas y radiantes en todo momento.

Dolor en los pezones después de la ovulación

Es decir, mastalgia clásica. En este caso, estamos ante un dolor cíclico con un patrón que puede predecirse: aparece después de la ovulación y desaparece con la llegada de la regla.

El dolor de las mamas después de la ovulación -que ocurre justo a la mitad del ciclo menstrual, aproximadamente- está relacionado con el síndrome premenstrual, pero también podría asociarse al trastorno disfórico premenstrual, en especial si es muy intenso.

¿Cómo aliviarlo? Generalmente, los fármacos antiinflamatorios no esteroideos (AINES) recetados por tu médico para los cólicos menstruales sirven también para reducir la mastalgia.

Tomar la pastilla anticonceptiva bajo recomendación y vigilancia del ginecólogo puede ayudar a disminuir las molestias porque impide las variaciones abruptas de las hormonas.

¿Sabías que… las náuseas menstruales y otros signos del síndrome premenstrual son una señal de que la regla está por venir? ¡Protégete y siéntete estupendamente con la tanga Paris de Loop, una braguita menstrual perfecta para los días previos al periodo.

Dolor en los pezones durante el embarazo

Aunque las náuseas y la falta de la menstruación son los signos característicos de un embarazo, hay otros (como el dolor de las mamas). La mastalgia asociada con el embarazo -que es más bien una especie de sensibilidad- suele aparecer justo después de la fertilización y comienza a reducirse después de la semana 12 de gestación.

¿Por qué duelen las mamas o pezones durante el embarazo? Por una subida en los niveles de progesterona, algo normal durante el primer trimestre.

La mejor forma de calmar el dolor es comprando un sujetador cómodo y con buen soporte. Y recuerda, ¡ten paciencia! Esta molestia desaparecerá con el tiempo.

Dolor en los pezones antes de la menopausia

Justo antes de la llegada de la menopausia -en la perimenopausia- el dolor en los senos se convierte en algo común. ¿Por qué? Pues, porque los niveles de estrógeno caen de forma repentina.

Afortunadamente, la sensibilidad y el dolor desaparece cuando la menopausia toca la puerta. Mientras tanto, puedes reducir la hinchazón limitando tu consumo de sal, hidratándote apropiadamente y alejándote de la cafeína.

Dolor en los pezones después de las relaciones sexuales

Durante las relaciones sexuales, las mamas se hinchan ligeramente. A esto habría que añadirle la fricción corporal, el rebote de los senos y el aumento del tacto en la zona. La combinación de estos elementos puede causar dolor en los pezones o mamas, pero -afortunadamente- es leve y temporal. ¿Cómo aliviarlo? ¡Dándole tiempo! En 1-2 días, desaparecerá por completo.

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¿Puedo bañarme con la regla de forma cómoda, segura y con estilo? ¡Claro que sí!

Con el verano a la vuelta de la esquina, es casi imposible dejar de pensar en las vacaciones, ¿cierto? Y es que, tras un año caótico, pandémico y lleno de estrés laboral, cualquiera necesitaría tiempo libre para disfrutar del mar, la arena y el buen clima.

¿Te preocupa que la menstruación llegue en el peor momento? ¡Relájate! Bañarse con la regla no es una misión imposible y -afortunadamente- no afectará ni tus vacaciones ni tu autoestima. Puedes sumergirte sin miedos (y sin que nada te detenga).

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Derribando algunos mitos sobre nadar con la menstruación

Ya sabes que en Loop nos encanta derribar los mitos que giran en torno a la regla (de hecho, hemos venido haciéndolo uno a uno) y, aunque te sorprenda, hay un par de ellos relacionados con nadar mientras se tiene la menstruación.

Por eso, vamos a hacer una pausa en nuestro especial de verano para responder las preguntas frecuentes de nuestra comunidad. Una vez que todas las piezas estén en el tablero, ¡seguiremos con el resto!

¿Puedo nadar con la menstruación sin problemas?

¡Claro que sí! Al menos, siempre que quieras hacerlo. De hecho, la actividad física es estupenda para aliviar los calambres menstruales, la hinchazón y parte de las molestias asociadas al síndrome premenstrual.

Incluso si no te sientes como pez en el agua y prefieres tumbarte sobre un hinchable para recargarte con los rayos del sol, te caerá como anillo al dedo: mientras menos estrés tengas acumulado, menor será tu respuesta ante el dolor y viceversa.

Pero, ¿no es antihigiénico bañarse con la regla?

¡Para nada! Eso no es más que un mito. La menstruación, además de ser un proceso natural del que no debes avergonzarte, se puede controlar con ayuda de la protección higiénica adecuada. ¿Traducción? Si el manchado es lo que más te preocupa, ¡no debería!

En un par de párrafos, encontrarás una solución eficiente, cómoda y a la moda para que no tengas que limitar tu vida bajo el mar.

¿Sabías que… un estudio arrojó que más del 60 % de las españolas evitan ir a la playa o a la piscina durante la regla? Este número solía ser mayor, pero la aparición de nuevos -y más eficientes- métodos de protección e higiene menstrual ha hecho que el 40 % restante cambie de opinión. ¡Tú puedes ser una de ellas!

¿Es cierto que bañarse con la regla corta el sangrado menstrual?

No. Nuevamente, estamos ante un mito. Lo que sucede con la regla mientras te bañas en el mar o la piscina es que cuando nuestro cuerpo está en el agua fría los músculos pélvicos y vaginales tienden a contraerse, lo que disminuye el flujo.

No obstante, después de salir del mar o la piscina, tu periodo volverá a la normalidad. Poco a poco el cuerpo irá recuperando la velocidad de expulsión del flujo menstrual.

¿El cloro o la sal del agua puede dañarme durante la menstruación?

No. Las fórmulas químicas de las piscinas de interior y exterior -bromo o cloro, dependiendo del caso- han sido diseñadas para mantener las bacterias y otros microbios a raya sin perjudicar a quienes se sumergen en el agua. En otras palabras, ¡no hay un lugar más higiénico y seguro para nadar que este!

En cuanto al mar, ¡no te preocupes! Si bien no tiene halógenos de purificación y limpieza, es perfectamente seguro y no supondrá un riesgo para tu salud.

Si el agua está fría, ¿pueden empeorar mis calambres menstruales?

No hay una respuesta definitiva para esta pregunta. En principio, no debería. Pero sí que es cierto que hay una relación entre el frío excesivo y el dolor menstrual.

Ahora bien, ¡no dejes que esto te desanime! Muchas piscinas del mundo moderno cuentan con climatización. Además, en verano es difícil que las masas de agua alcancen una temperatura insoportable.

Por otro lado, recuerda que moverte y relajarte tiene el efecto contrario: en vez de sentir dolor, ¡disfrutarás un montón!

¡Sumérgete en el agua con la regla sin preocuparte por el manchado!

Si te preguntas cómo ir y disfrutar al máximo de la playa o a piscina con la regla, ¡llegaste al lugar apropiado! Con los accesorios adecuados, podrás saltar y nadar bajo el agua sin tener que preocuparte por un posible manchado.

¿Cómo bañarse en la piscina con la regla sin tampón ni compresas?

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En su época, los tampones fueron un producto revolucionario. Una de sus tantas ventajas era que las mujeres, niñas y adolescentes podían bañarse en el mar o la piscina con la menstruación. Sin embargo, tener que cambiarlo cada 4 horas para evitar infecciones o un shock tóxico desanimaba a muchas personas, alejándolas del agua.

Si no te gusta usar el tampón mientras estás nadando, ¡no eres la única! Afortunadamente, hay opciones más cómodas y eficientes. No, no hablamos de compresas menstruales. De hecho, moverse mucho bajo el agua con una compresa puede ser complicado. Recuerda que se hinchan al entrar en contacto con los líquidos y, siendo el agua uno de ellos, tendrías que estarte cambiando a cada momento. (Además, pueden ser bastante incómodas y hasta irritar la zona íntima)

Entonces, ¿a qué nos referimos? ¡A los trajes de baño menstruales! En Herloop, hemos diseñado bañadores y bikinis perfectos para disfrutar del mar o la piscina y protegerte del manchado, ¡todo al mismo tiempo!

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Además de contar con la capacidad de absorción perfecta para esos días, tiene un corte con mucho estilo que hará que nadar, saltar o simplemente estar en el agua sea tan fácil como respirar. ¿Conclusión? ¡Te verás y sentirás estupenda!

¿Cómo bañarse en el mar con la regla sin los métodos de protección tradicionales?

¡De la misma forma! El bikini menstrual Miami y nuestros bañadores Tampa y Pensacola también son aptos para el agua salada. Pueden absorber el equivalente de 1 a 2 tampones y conviene para flujos ligeros a moderados.

Cualquier modelo que elijas, te permitirá nadar con la regla sin tener que temerle a las fugas, manchas o incomodidades (y, por supuesto, sin renunciar a tu estilo).

¿Debo cambiar mi bikini o bañador menstrual Loop con frecuencia?

Claro que no. Cada pieza del catálogo de verano ha sido creada por diseñadores que comprenden tus miedos e inquietudes a la perfección. Nuestros bañadores menstruales te ofrecen hasta 12 horas de protección, ¡toda una vida bajo el sol sin preocupaciones!

¿Por qué puedes sentir náuseas antes de la regla?

¿Alguna vez te has sentido mareada o incluso con náuseas antes del día rojo? ¡No eres la única! La segunda mitad del ciclo menstrual inicia con un montón de cambios hormonales que generan algunos síntomas molestos (uno de ellos, las náuseas).

Por lo general, los expertos consideran que los calambres y cólicos en el bajo abdomen, los dolores de cabeza, el acné y las náuseas antes de la regla forman parte de algo que ya conoces como síndrome premenstrual (SPM).

Quizás por eso, no debería sorprendernos que estos mareos y ganas de vomitar hayan sido bautizados como náuseas premenstruales.

¿Qué son las náuseas premenstruales?

Las náuseas premenstruales son similares a cualquier otro tipo de náuseas. En palabras simples, podríamos definirlas como ese malestar estomacal que precede al vómito.

La diferencia entre las náuseas premenstruales y las demás que has experimentado a lo largo de tu vida está en la fecha del calendario: normalmente, aparecen de 7 a 10 días antes de la llegada de la regla.

Sabemos que las náuseas premenstruales son molestas, pero -afortunadamente- no son duraderas ni muy intensas. De hecho, a veces se activan solo ante un olor o comida específica.

¿Sabías que… las náuseas premenstruales también se definen como el asco o repulsión a la comida? Si bien no es común, en algunos casos pueden ser tan fuertes que provocan arcadas e incluso el vómito. Pero, ¡tranquila! Aunque sean intensas, es normal sentirlas y suelen ser inofensivas.

¿Por qué podrías sentir náuseas antes de la regla?

Las náuseas premenstruales forman parte del síndrome premenstrual. Por tanto, lo que se esconde detrás de ellas se resume en un desbalance hormonal. Según los expertos, durante esta segunda fase del ciclo hay un ácido graso (llamado prostaglandina) que -en sus niveles más altos- produce náuseas premenstruales, hinchazón, sensibilidad en las mamas, estreñimiento, cefaleas y dolores de espalda.

La prostaglandina es segregada por el organismo para ayudarlo a deshacerse del revestimiento uterino, es decir, tiene un papel fundamental en la menstruación. Si combinas su efecto con los cambios cíclicos de las hormonas sexuales –estrógeno y progesterona– obtendrías un cuadro de SPM con posibles náuseas premenstruales.

Ahora bien, aunque no podemos negar que las hormonas tengan mucho que ver en este tema, hay otras posibles causas para sentir náuseas antes de la menstruación:

  • Déficit nutricional. Que no necesariamente es sinónimo de mala alimentación o anemia. A veces, el cuerpo necesita un extra de nutrientes o sufre de una incapacidad temporal para absorber las vitaminas y minerales contenidos en la comida. Una bajada en los niveles de calcio y magnesio aumenta la sensibilidad del organismo ante el SPM y, en consecuencia, podría producir náuseas premenstruales.
  • Trastornos endocrinos. Enfermedades como la resistencia a la insulina, la diabetes y el hipotiroidismo suelen agravar los síntomas asociados al síndrome premenstrual. Regular la producción hormonal de la tiroides y la respuesta del cuerpo ante la insulina y el consumo de glucosa puede ayudar a mejorar la sintomatología.
  • Desnivel de serotonina. La serotonina es un neurotransmisor cerebral que regula el estado de ánimo. Cuando los niveles de serotonina decrecen, la sensibilidad ante los cambios hormonales se eleva como la espuma. Generalmente, una bajada de serotonina viene acompañada de depresión premenstrual, pero también podría generar náuseas y vómitos.
  • Trastorno disfórico premenstrual. El trastorno disfórico premenstrual (TDPM) es como el hermano mayor del síndrome premenstrual. Su sintomatología es prácticamente la misma. La diferencia está en la intensidad de los síntomas. Es por ello que las mujeres con TDPM suelen ser más propensas a sentir náuseas premenstruales.
  • Endometriosis. Cuando el crecimiento del revestimiento uterino se escapa de la cavidad y crece descontroladamente en la zona abdominal (endometriosis) puede provocar diversos malestares gastrointestinales, entre ellos, gases, diarrea, dolor abdominal, hinchazón y náuseas premenstruales.

¿Cuánto duran las náuseas premenstruales?

No hay una respuesta simple o definitiva para esta pregunta. Lo que se sabe hasta ahora es que pueden comenzar entre 1 y 2 semanas antes de la llegada del periodo y que suelen desaparecer con la bajada de la regla.

Sin embargo, ten en cuenta que podrían durar un poco más (aproximadamente, hasta el tercer día del ciclo menstrual).

Consejo de Loop. Las náuseas premenstruales pueden ayudarte a predecir la llegada de la regla. ¿Nuestra recomendación? Durante los días previos al periodo, usa una braguita menstrual para flujos y sangrados leves, como la tanga London. Así, te protegerás de un posible manchado sin dejar de sentirte cómoda y radiante.

¿Debería preocuparme si siento náuseas antes o durante el periodo?

Todo depende de tu cuerpo. Como sabrás, cada mujer es un mundo. Durante el síndrome premenstrual, algunas mujeres solo presentan hinchazón en las mamas, mientras que otras tienen un cuadro sintomatológico completo y mucho más intenso.

Por eso es importante prestar atención a los cambios que ocurren en tu organismo antes, durante y después de la menstruación. Eso te ayudará a crear tu propio concepto de “normal” y así identificar si hay algo fuera de lo común.

Consejo de Loop. Llevar un diario de síntomas te ayudará a visualizar tu propio patrón premenstrual con más facilidad. Si notas algo fuera de lugar, ¡consúltalo con tu médico de confianza!

La intensidad de los síntomas también es útil para determinar si esas náuseas que sientes son normales o no. Normalmente, las náuseas premenstruales no son tan fuertes.

Recuerda: las náuseas premenstruales son inofensivas, pero podrían llegar a ser una señal de alerta de endometriosis, infección vaginal o enfermedad pélvica inflamatoria si vienen acompañadas de:

Ante dos o más de estos síntomas, ¡pide una cita con tu ginecólogo! Es importante descubrir la causa detrás de la sintomatología para seguir el tratamiento adecuado.

Náuseas premenstruales versus náuseas durante el embarazo. ¿Cómo distinguirlas?

Si tu ciclo es irregular y tuviste relaciones sexuales sin protección o planeas quedar embarazada es posible que te preguntes cómo distinguir las náuseas premenstruales de un embarazo.

Si bien tener una fecha aproximada para la llegada de la regla sería un dato útil y relevante, hay otras formas de descubrir qué tipo de náuseas estás sintiendo:

  • Las náuseas premenstruales ocurren justo después de la ovulación, mientras que las náuseas en el embarazo aparecen en la novena o décima semana de gestación.
  • Las náuseas premenstruales no suelen durar mucho. En el peor de los casos, estarán presentes por 1-2 semanas. En cambio, las náuseas en el embarazo se quedan por semanas e incluso meses. Normalmente, desaparecen al finalizar el primer trimestre del embarazo, pero podrían durar mucho más.

Recuerda. Si sospechas que estás embarazada, ¡hazte una prueba rápida! En la actualidad, los test de embarazo caseros tienen un nivel de precisión muy alto. En caso de arrojar un positivo, no olvides hacer una cita con tu ginecólogo. Los cuidados prenatales son muy importantes durante la gestación.

¿Cómo aliviar las náuseas premenstruales?

Si sueles sentir náuseas premenstruales una o varias veces al año, ¡no te desanimes! Piensa que no estás sola y que solo se trata de algo momentáneo. Una práctica simple, como salir a dar un paseo al aire libre, reduce las arcadas y las ganas de vomitar. ¿Por qué? Porque incrementa la oxigenación y la circulación sanguínea.

En Loop, hemos investigado este tema con lupa y te traemos un par de trucos más que podrían ayudarte a mantener las náuseas premenstruales a raya. Esto será tu as bajo la manga:

  • Mantenerse hidratada. Antes y durante la regla, el cuerpo retiene y pierde más agua de lo normal. Mantenerte hidratada y reducir el consumo de sal te ayudará a minimizar las náuseas y cualquier otro síntoma del síndrome premenstrual.
  • Cóctel de vitaminas. Incrementar el consumo de vitamina B-6, D, E, ácido fólico, calcio y magnesio reduce la intensidad de las náuseas (e incluso las saca del mapa). Trata de incluir legumbres, espinacas, frutos secos, mariscos, aguacate, avena de grano entero, salmón, aceite de oliva y semillas de girasol en tu dieta diaria y te sentirás mucho mejor.
  • Confiar en la naturaleza. Algunos ingredientes naturales han demostrado su eficacia ante las náuseas premenstruales. El más famoso es el jengibre, pero hay otros, como la manzanilla y la menta. Añade una pizca de jengibre a tus ensaladas y postres o toma una infusión de menta a diario durante la semana previa al periodo. Esto te ayudará con las náuseas premenstruales.

Si las náuseas premenstruales y los demás síntomas del SPM interrumpen tu rutina, ¡no dejes de comentárselo al ginecólogo! Siempre que tu caso particular lo permita, podrías buscar y encontrar alivio en la terapia hormonal o la píldora anticonceptiva.

Ambos métodos han demostrado su utilidad en el tratamiento y reducción de los síntomas del síndrome premenstrual. Por ende, funcionan muy bien contra las náuseas menstruales.

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Acné hormonal del SPM – Cuando los granitos premenstruales son la regla

Según un artículo publicado en The Journal Clinical and Aesthetic Dermatology, al menos un 65 % de las mujeres notan un par de granitos nuevos antes de la regla. ¿La causa? La misma que hay detrás de la hinchazón, calambres y mal humor previo al periodo: el síndrome premenstrual (SPM).

Esos granitos dolorosos y repentinos se conocen en el mundo científico como acné hormonal del SPM. En este articulo, descubriremos los misterios detrás del acné premenstrual y también algunos trucos para aliviarlo un poco.

Pero primero, ¿qué es el acné premenstrual?

El acné premenstrual es uno de los tantos tipos de acné hormonal que existen en el mundo dermatológico. En apariencia, puede ser tan leve como 1-2 espinillas o tan fuerte como un brote moderado.

Este tipo de acné hormonal es similar al que aparece durante el embarazo o en plena crisis endocrinológica. La respuesta, como siempre, está en los niveles hormonales y su interacción con otras sustancias segregadas por el organismo.

¿Sabías que… el acné hormonal se manifiesta también en otras etapas, como la pubertad y la perimenopausia? Si bien no estaríamos ante un acné premenstrual, el origen es básicamente el mismo: un desequilibrio hormonal.

Causas del acné cómo síntoma del síndrome premenstrual

Un ciclo menstrual se lleva, en promedio, 28 días. Durante esos 28 días, habrá una fiesta hormonal en el cuerpo. En la primera etapa del ciclo, la progesterona hará su aparición (y será en grande). Sus niveles se elevarán hasta el límite para decrecer después de la ovulación.

Los niveles de estrógeno también fluctúan a lo largo del ciclo; así como las prostaglandinas que son segregadas por el organismo. Pero realmente la culpable de los granos hormonales del SPM es una hormona diferente: la testosterona.

Verás: antes y durante la regla, los niveles de testosterona alcanzan su pico máximo produciendo una serie de cambios en el cutis. Al combinar estas altas dosis hormonales con los efectos de la progesterona -que también estimula la producción de sebo cutáneo- obtenemos uno o varios poros obstruidos.

Si la testosterona sigue subiendo, las glándulas sebáceas de la piel secretarán aún más sebo, empeorando la condición. La grasa acumulada debajo de la superficie de la dermis (junto a la reacción inmunitaria del organismo) causará, además de hinchazón y picor, uno o varios granitos.

El tamaño, intensidad y aparición del acné hormonal dependerá de varios factores. Mientras que algunas mujeres no notan más que un brillo especial (producido por el extra de lubricación de las glándulas sebáceas) otras pueden sufrir de un brote de acné completo.

Hasta ahora, hemos visto los dos extremos. Sin embargo, muchas mujeres no desarrollan más que un par de espinillas o, en el peor de los casos, comedones blancos y pequeñas pústulas.

Recuerda. La testosterona no es una hormona 100 % masculina. Las mujeres también son capaces de producirla. La diferencia está en la concentración que, en el cuerpo femenino, es mucho más baja.

¿Cuándo aparece el acné premenstrual?

Podrás ver los primeros signos de acné hormonal durante el síndrome premenstrual, es decir, unos 7-10 días antes de la llegada de la regla. Justo en esta etapa, los niveles de estrógeno bajarán radicalmente abriéndole paso a la progesterona y testosterona.

La ciencia detrás del acné premenstrual es más simple de lo que parece: tanto la testosterona como la progesterona promueven cambios cutáneos. El cutis se sentirá más graso, segregará más sebo de lo normal y la piel se inflamará con facilidad.

¿El resultado? Uno o varios poros obstruidos con grasa, restos de maquillaje, polvo y suciedad que terminará cerrándose para crear un granito premenstrual.

Consejo de Loop. ¡No pellizques tus granitos premenstruales! Además de empeorar la situación, podrían quedarte marcas en la piel.

¿Cómo reconocer los granitos antes de la regla? Tipos de acné hormonal en el SPM

No todos los granitos premenstruales son iguales. Los más comunes son los comedones (puntos blancos que producen picor e inflamación) pero también podrían aparecer otros:

  • Pústulas. Es decir, los granitos de toda la vida. A diferencia de los demás, las pústulas son rojas, pequeñas y casi planas.
  • Puntos negros. También conocidos como comedones abiertos. La distinción entre un punto negro y un punto blanco o comedón clásico está en que no tienen cierre y quedan al ras de la piel. De ahí su apariencia.
  • Quistes de grasa. No son muy frecuentes, pero pueden aparecer durante el síndrome premenstrual, en especial si se tiene un problema de acné subyacente. Los quistes son bultos grandes, duros y dolorosos del color de la piel.
  • Pápulas cutáneas. Parecidas a las pústulas, pero con una diferencia: estos granitos están inflamados y pueden venir acompañados de ardor, sensibilidad o picor.

Ahora que ya conoces los tipos de acné hormonal del síndrome premenstrual, es momento de hablar de dónde aparecen. El cutis es la zona preferida de los granitos premenstruales, justo en la mandíbula, barbilla y cuello. No obstante, también podrían brotar en otros lugares, como la espalda.

Recuerda. El acné hormonal del SPM te permite tener una idea bastante clara de cuándo llegará la regla. No sería una mala idea comenzar a usar una braguita menstrual ante la primera señal.

¿Qué tan común es el acné hormonal en el síndrome premenstrual?

6 de cada 10 mujeres han tenido, tienen o tendrán acné premenstrual en cualquiera de sus formas y niveles de intensidad. Sin embargo, es más frecuente ante ciertos escenarios:

  • En el puerperio
  • Durante la pubertad
  • Después de la menarquia
  • Antes y durante la perimenopausia

Quienes sufren de trastornos endocrinos (como la diabetes, hipotiroidismo, hipertiroidismo, resistencia a la insulina, etc.) son más propensos a luchar contra el acné premenstrual.

Recuerda. Según las últimas investigaciones, el acné premenstrual suele ser más fuerte durante la adolescencia. No obstante, 54 % de las mujeres lo siguen experimentando en edad adulta.

¿Cómo combatir el acné hormonal del SPM?

Hay varias maneras de luchar contra el acné hormonal. Pero, ¡cuidado! El tratamiento adecuado dependerá de su grado, tipo, prevalencia e intensidad. Si tu acné hormonal es leve y no perjudica tu vida diaria, puedes seguir los siguientes consejos para reducirlo:

  • Cuidar el cutis. En especial, durante la tercera semana del ciclo menstrual (que es cuando los niveles de testosterona aumentan). Crea una rutina óptima de cuidado de la piel que incluya desmaquillante, algún gel limpiador, tonificante y crema hidratante. Recuerda escoger productos aptos para tu tipo de cutis. De lo contrario, podrías provocar el efecto contrario.
  • Protegerse del sol. El sol y el calor excesivo potencian los efectos del acné hormonal. Acostúmbrate a usar un protector solar con un factor de protección alto (+30 FPS) para evitar que se agrave el problema. Utilizar protector solar a diario también te ayudará a prevenir el envejecimiento prematuro y las marcas de acné. Así que será un ganar-ganar por donde quiera que lo mires.
  • Mantenerse activa. Hacer ejercicio o practicar algún deporte permite que la piel se limpie de manera natural, ya que los poros eliminan la suciedad y bacterias a través del sudor. ¡Ya tienes otra razón abandonar el sedentarismo!
  • Usar mascarillas faciales. Hay ingredientes naturales que previenen y combaten el acné hormonal. Nuestro preferido es la miel de abeja por sus propiedades antimicrobianas y antiinflamatorias. Además, ¡deja la piel como una seda! Puedes aplicarla sola o con algunos copos de avena. ¡Te verás estupenda!
  • Prestar atención a la alimentación. Y también a la ingesta de agua. Hidrátate bien y trata de alejarte de los alimentos procesados, especialmente durante la segunda fase del ciclo menstrual.

¿Tienes un brote de acné premenstrual severo? En este caso, tu mejor opción será visitar al dermatólogo o a un naturopata. Algunas cremas con retinoides, hormonas y otras fórmulas han demostrado su eficacia en el control y tratamiento de las pústulas y comedones. Tomar la píldora anticonceptiva también podría ser una buena opción porque su composición controla las fluctuaciones hormonales.
Eso sí: recuerda que solo un especialista podrá determinar cuál es el tratamiento más adecuado para tu acné hormonal. Si intentas eliminarlo por tu cuenta, podrías terminar empeorando el cuadro.

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Todo sobre la depilación íntima (en un vistazo)

La eliminación del vello púbico, en cualquiera de sus formas, se percibe desde hace un par de décadas como una práctica estética, saludable e higiénica. Pero, ¿realmente lo es? Eso es lo que trataremos de descubrir en éste artículo.

En Loop pensamos que la depilación íntima, más que una moda, es una decisión personal. A fin de cuentas, si bien forma parte de un hábito que ha calado con fuerza en la sociedad, no está exento de consecuencias.

Independientemente de si la amas, la odias o te da igual; es un tema que no podemos dejar por fuera, ¿no crees? Por eso vamos a profundizar sobre ello.

¿Qué es la depilación íntima femenina?

La depilación íntima femenina no es más que la eliminación parcial, total, temporal o definitiva del vello púbico. Las zonas a tratar suelen incluir la entrepierna, el pubis o monte de Venus y el área perianal.

Tipos de depilación femenina hay muchos. Sus efectos, acabados y -por qué no- desventajas, dependerán del que se escoja.

Mitos y verdades sobre la depilación íntima femenina

las verdades y los mitos sobre la depilación

Depilación definitiva, depilación con cera, depilación con cuchilla… Todas ellas están rodeadas de mitos. ¿Te preguntas qué es verdad y qué no? ¡Quédate con nosotros! En Loop, nos encanta derribar barreras.

#1 La depilación íntima reduce la incidencia de ladillas genitales – (Cierto)

La ausencia de vello púbico en la zona genital impide que las ladillas aniden en la piel.

#2 La depilación íntima mejora la higiene vaginal – (Falso)

De hecho, podría tener efectos adversos. El afeitado y otros métodos de depilación están relacionados con un incremento en los diagnósticos de infecciones dérmicas y también con desequilibrios del pH vaginal.

Esto podría hacer que la mujer sea susceptible ante ciertos tipos de hongos y, por ende, experimentar cambios en el flujo vaginal.

#3 La depilación íntima elimina el mal olor en la zona vaginal – (Falso)

El vello púbico no está relacionado con el mal olor vaginal. Sí, es cierto que la vagina tiene un olor característico, pero este es perfectamente normal. Un hedor insoportable suele ser sinónimo de infecciones vaginales y estas son más frecuentes en mujeres que eliminan el vello púbico.

#4 La depilación íntima se ha convertido en una tendencia estética – (Cierto y falso al mismo tiempo)

Sí. La depilación íntima femenina es una tendencia que ha calado con fuerza, en especial en la población joven. Sin embargo, no debe relacionarse con la belleza o la sensualidad.

Una vulva depilada es igual de hermosa que una al natural. ¿Qué quiere decir esto? Que nadie debería sentirse obligado a depilarse: eliminar el vello es una decisión personal que no recae sobre los amigos, la sociedad o la pareja.

#5 La depilación íntima genera irritación, vellos encarnados y forúnculos – (Cierto, pero no en todos los casos)

El problema específico y su incidencia dependerá del método de eliminación del vello. Tanto el afeitado como la depilación con cera pueden abrirle paso a la irritación, pero uno más que otro.

Pasarse la cuchilla está relacionado, además, con la aparición de vellos encarnados y forúnculos (folículos pilosos obstruidos que terminan infectándose generando inflamación, dolor y pus).

No obstante, hay métodos -como la depilación definitiva o con luz pulsada- que se alejan de estos efectos negativos.

#6 La depilación íntima podría elevar el riesgo de contraer enfermedades de transmisión sexual – (Cierto)

Los especialistas de la salud han detectado un incremento entre la depilación genital y el aumento de diagnósticos de enfermedades de transmisión sexual, como el virus del papiloma humano (VPH), clamidia y hepatitis C.

¿Por qué sucede esto? Porque el vello púbico es el encargado de proteger a la vulva y a la vagina de elementos externos, suciedad y bacterias. Además, reduce la fricción durante las relaciones sexuales, disminuyendo el riesgo de contraer una ETS por contacto.

Depilación íntima femenina, ¿buena o mala decisión?

Optar por la depilación intima ¿es buena o mala idea?

Más que buena o mala decisión, ¡es tuya! Si deshacerte del vello púbico no te parece una buena idea, ¡no hay problema! Si, por el contrario, quieres olvidarte de él para siempre, ¡tampoco lo hay!

La decisión que tomes, ¡estará bien! A fin de cuentas, hay maneras de compensar los contras de la depilación íntima para tener una salud vaginal óptima.

Consejo de Loop. Puedes reducir el riesgo de irritación, ardor y vellos encarnados usando ropa íntima 100 % de algodón. En cuanto a la higiene menstrual, te recomendamos escoger un método de protección que no impida la transpiración, como las braguitas Loop. ¡Te quedaran como anillo al dedo!

Los 5 métodos de depilación femenina más populares del mundo

Atrás quedaron los días en los que el único método de depilación íntima disponible era una cuchilla de afeitar. Ahora hay una gran variedad de opciones, desde espumas depilatorias hasta depilación definitiva con láser. Veamos cuáles son los más populares:

#1 Cuchillas de afeitar

El afeitado con cuchillas es la alternativa más rápida y económica para la depilación íntima femenina. Sin embargo, eso no lo convierte en el más recomendable. Sí, es cierto que corta el vello al ras y que se puede hacer en casa sin ningún tipo de ayuda.

No obstante, los resultados no son duraderos (1-3 días) y podría incrementar el riesgo de tener vellos encarnados, furúnculos, irritaciones, ardor y picazón.

#2 Depilación con cera

depilación con cera, una opción para retrasar el crecimiento del vello

La depilación íntima con cera deja la piel mucho más suave y minimiza las irritaciones y vellos encarnados. ¿Tiene contras? Sí: no es precisamente indolora y sus efectos son temporales. No obstante, retrasa el crecimiento del vello hasta por 4-6 semanas.

¿Sabías que… la fase del ciclo menstrual podría influir en la cantidad de dolor que se siente en una sesión de depilación con cera? Después de la ovulación el umbral del dolor disminuye haciendo que el cuerpo amplifique su respuesta ante los estímulos externos.

#3 Depilación definitiva con láser

la depilación laser ha sido aprobada por médicos y especialistas

La depilación definitiva con láser ha dejado atrás a los métodos tradicionales. ¿La razón? Además de tener el poder de eliminar los vellos para toda la vida, se ha ganado la aprobación de los médicos y especialistas.

Ahora bien, se debe tener cuidado porque no todas las técnicas de depilación definitiva son iguales. La mejor, según los doctores, es la depilación con láser de diodo porque:

  • Es completamente indolora.
  • Es apta para todo tipo de pieles.
  • Elimina el 90 % del vello púbico en 8-10 sesiones.

Por supuesto, no todo es una maravilla. La depilación definitiva con láser de diodo no funciona en los vellos canosos. Además, el adjetivo “definitivo” estaría de más: es posible que se necesiten retoques en el futuro.

Esto sucede porque el cuerpo humano se regenera una y otra vez (y el folículo piloso de la vulva no es una excepción).

Nota. La depilación definitiva es más costosa que la depilación con cera, la cuchilla de afeitar o cualquier otro método de depilación disponible en el mercado.

#4 Crema depilatoria

La crema depilatoria es un método rentable e indoloro que elimina el vello temporalmente de manera fácil y rápida.

La fórmula se aplica directamente sobre la piel. Después de un tiempo de reposo -que cambia según la marca- se aclara con abundante agua. Sus efectos son parecidos al afeitado, aunque tiene el poder de retardar el nacimiento del vello. Y es que, la crema, a diferencia de la cuchilla, penetra en el folículo piloso.

Hay algo que se debe tener en cuenta y es que las cremas depilatorias solo deberían utilizarse en la zona del bikini. Sus químicos son muy fuertes para un área tan delicada como la genital.

Por otro lado, este método está contraindicado en personas alérgicas o con pieles sensibles porque su fórmula suele ser abrasiva.

#5 Depilación íntima con IPL

La depilación íntima con IPL (luz pulsada o fotodepilación) ha ganado adeptos en los últimos años porque no es tan costosa como la depilación con láser, ofrece mejores resultados que el afeitado y es “casi” definitiva.

En este caso, el secreto está en la inhibición del crecimiento del vello. El dispositivo -que se puede comprar para tener en casa- emite unos flashes de luz con diferentes ondas que, al tener contacto con el folículo, provocan la caída del pelo.

La aplicación gradual e intermitente será la clave de la duración de sus efectos. Y es que, después de completar las sesiones, la zona genital puede quedar libre de vellos hasta por 6 meses.

Nota. En la fotodepilación, el color y tipo de vello o de piel importan, ¡y mucho! La luz pulsada no funciona apropiadamente sobre vellos que carecen o tienen poca melanina. También hay algunas contraindicaciones para pieles oscuras.

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¿Qué es el trastorno disfórico premenstrual o TDPM?

Al menos la mitad de la población mundial tiene, ha tenido o tendrá la menstruación. Y es que, la regla es una expresión natural del cuerpo femenino. Sin embargo, hay un par síntomas asociados a la llegada del periodo que no son tan comunes y que pueden confundirse fácilmente con el síndrome premenstrual. Hablamos del trastorno disfórico premenstrual o TDPM.

¿El trastorno disfórico premenstrual (TDPM): qué es?

El trastorno disfórico premenstrual (TDPM) es una forma severa del síndrome premenstrual (SPM). En palabras simples, es una afección endocrina que aparece aparentemente, por un desequilibrio hormonal.

¿Por qué decimos “aparentemente”? Porque ni siquiera los expertos están 100 % seguros de que esa sea la causa. No obstante, los últimos estudios arrojan que la sensibilidad ante los cambios hormonales es la principal razón de sus síntomas.

¿Sabías que… el síndrome premenstrual también es provocado por el cambio hormonal que experimenta el cuerpo de la mujer a lo largo del ciclo?

Lo que se sabe hasta ahora. TDPM: causas posibles

Se puede deber al cambio drástico en las hormonas

¿Cuáles son las causas del TDPM? Como decíamos en la sección anterior, los expertos aún no tienen una respuesta final para esta pregunta. La tesis mayoritaria sostiene que los síntomas del trastorno disfórico premenstrual son generados por 1) cambios hormonales abruptos que aparecen en la segunda mitad del ciclo menstrual y 2) un alto nivel de sensibilidad a estas variaciones.

Si bien el TDPM está en plena investigación, se han encontrado algunas afecciones o condiciones que podrían elevar el riesgo de que una mujer lo sufra en el futuro:

  • Alteraciones de neurotransmisores, específicamente en los niveles de serotonina y dopamina.
  • Factores hereditarios. Parece que podría haber un gen que incrementa el riesgo de desarrollar TDPM.
  • Haber sido diagnosticada con trastornos o episodios psicoafectivos, como la depresión clínica y ansiedad.

Algunos profesionales de la salud relacionan el aumento del cortisol (la hormona del estrés) y los desórdenes en la tiroides con el TDPM.

¿Qué tan común es el trastorno disfórico premenstrual?

una gran parte de mujeres sufre de SPM pero muy pocas son las afectadas por el TDPM

El TDPM es una condición recurrente que puede llegar a ser incapacitante. Afortunadamente, no es tan común como el síndrome premenstrual (que afecta a 5-7 de cada 10 mujeres al menos una vez en la vida). Según las investigaciones recientes, entre el 3 % y el 5 % de las mujeres en edad fértil experimentan sus síntomas.

Dato curioso. El trastorno disfórico premenstrual puede manifestarse tan pronto como después de la primera regla, pero esto no es común. Los estudios de prevalencia indican que las mujeres de 30 a 40 años de edad son las más afectadas.

Pero, ¿cuándo aparecen los síntomas del TDPM?

La llegada de los síntomas del trastorno disfórico premenstrual coincide con los del síndrome premenstrual. Por lo general, comienzan unos 7-10 días antes de la llegada de la regla; es decir, justo en la segunda mitad del ciclo.

Pueden atenuarse paulatinamente o desaparecer de forma abrupta con la bajada de la menstruación. No obstante, algunas mujeres han declarado que siguen luchando contra los síntomas incluso durante los primeros días del periodo.

¿Cuáles son los síntomas del trastorno disfórico premenstrual?

El TDPM está asociado a una sintomatología muy parecida a la del síndrome premenstrual. De ahí que sea tan difícil de diagnosticar. La diferencia principal está en el nivel de dolor o de incomodidad: el TDPM es mucho más severo.

Síntomas físicos del TDPM

dolores inexplicables durante el TDPM
  • Fatiga o cansancio sin razón alguna.
  • Migrañas y cefaleas sumamente fuertes.
  • Aumento de peso a causa de la retención de líquidos.
  • Dolor e hinchazón en los músculos y articulaciones.
  • Problemas digestivos, gases, diarrea o estreñimiento.
  • Sensibilidad mamaria. Podrías notar tus senos hinchados o con dolor.
  • Cambios en la alimentación. Generalmente, el TDPM viene acompañado de antojos o pérdida del apetito.
  • Problemas de sueño. El TDPM produce somnolencia, aunque hay mujeres que podrían sentir lo contrario (insomnio).

Nota. Aun cuando el TDPM puede estar presente en 3-5 de cada 100 mujeres del mundo, solo una de ellas desarrollará la sintomatología más extrema.

Síntomas emocionales del TDPM

existen sintomas emocionales que se presentan en el TDPM
  • Depresión.
  • Problemas de memoria.
  • Ansiedad o pánico súbito.
  • Llanto sin motivo aparente.
  • Cambios bruscos de humor.
  • Dificultad para concentrarse.
  • Pérdida de interés en actividades que solían ser placenteras.

Una de las posibles razones de la falta de respuestas sobre el trastorno disfórico premenstrual es el sesgo de género en el estudio de las enfermedades; algo que se ha venido denunciando desde 1970. La rareza del trastorno en sí mismo podría ser otra de las causas.

¿Sabías que… muchas pacientes con TDPM han recibido diagnósticos psiquiátricos errados? Dentro de los más comunes, encontramos el trastorno bipolar, el trastorno de personalidad y la depresión clínica. Afortunadamente, la tasa de diagnósticos equivocados ha disminuido gracias al testimonio de varias mujeres valientes.

¿Hay cura o tratamientos para el trastorno disfórico premenstrual?

como mejorar el trastorno distrofico premenstrual

Lamentablemente, el TDPM no tiene cura o tratamiento específico. Los médicos suelen recomendar que las pacientes lleven un diario con los síntomas, además de una vida más saludable.

  • Es aconsejable reducir o eliminar el consumo de ciertos productos dañinos para la salud, como el alcohol y el tabaco.
  • Algunos médicos recomiendan activar la producción de serotonina con “alimentos de la felicidad”, como el chocolate negro. No obstante, no hay suficientes pruebas sobre su efectividad.
  • Trotar, correr, caminar, meditar, hacer yoga o practicar algún ejercicio puede ayudar a las mujeres con TDPM a reducir el estrés, la hinchazón y los dolores musculares. Incluso una respiración consciente sería beneficiosa.
  • Se ha demostrado que una alimentación equilibrada y rica en vitaminas B6, C, D y E; ayuda con la retención de líquidos y la fatiga. Cereales enteros, el aceite de oliva y los vegetales de hoja verde también podrían disminuir los síntomas.

Ahora bien, hay terapias con fármacos, como antidepresivos, analgésicos y píldoras anticonceptivas, que han mostrado su efectividad en el alivio de los síntomas.

Eso sí: no se recomienda tomar ningún medicamento sin un diagnóstico previo y la recomendación de un médico de cabecera. Si crees que sufres de TDPM, ¡no te automediques! Pide una cita con tu ginecólogo.

Trastorno disfórico premenstrual: test diagnóstico

La única forma de obtener un diagnóstico acertado es acudir al médico. No hay un examen específico para descartar TDPM. La evaluación médica suele estar compuesta por: un examen físico, eco abdominal, perfil tiroideo y una evaluación psicológica.

Mantener un calendario de síntomas puede ayudar al profesional de la salud a llegar a un diagnóstico acertado con más facilidad.Consejo. El mejor test de TDPM es comparar lo que sientes con el cuadro sintomatológico del trastorno. Si presentas dos o más de los síntomas antes de la llegada de la regla, ¡haz una cita con tu médico! Solo él podrá decirte si se trata de TDPM, SPM o cualquier otra afección.

¿Por qué se me adelanta la regla? Las causas más frecuentes

¿Tu menstruación llegó antes de tiempo? ¡No te preocupes! Si bien el cuerpo humano trabaja a su propio ritmo, no es tan exacto como un reloj suizo. De hecho, hay varios factores que podrían acelerar la bajada de la regla, aunque afortunadamente suelen ser inofensivos. ¿Conclusión? Tener la menstruación un par de días antes es normal. Recuerda que el periodo baila al son de las hormonas y cualquier desequilibrio temporal entre ellas puede causar que tu ciclo menstrual sea más corto o largo que el anterior. al son de las hormonas Dato curioso. Si tu regla se adelanta unos cuantos días, ¡mantén la calma! A veces, ni siquiera hay una buena razón para ello.

En Loop, ¡contestamos tus dudas! ¿Por qué se me adelanta la regla?

Hay dos componentes que son esenciales en la menstruación: 1) las hormonas y 2) la ovulación. Si la fase ovulatoria de tu ciclo se retrasa, la menstruación también lo hará y viceversa. Incluso cuando la ovulación ocurre sin problemas, hay algunas variables que podrían acelerar la llegada de la regla. ¿Nos acompañas a verlas?

#1 La edad

llegar a la madruez sexual La llegada a la madurez sexual podría estar detrás del adelanto en la menstruación. Y es que, durante la pubertad, el cuerpo femenino comienza a producir las “hormonas de la fertilidad”. En pocas palabras, ¡no hay de qué preocuparse! Tan solo necesitas tiempo para adaptarte a los cambios de la adolescencia. “No estoy en la pubertad. Entonces, ¿por qué se me adelanta la regla?” Si dejaste a la adolescencia atrás y tus 50 están a la vuelta de la esquina, el aumento de la hormona FHS (relacionada con la perimenopausia) podría ser el origen de todo. ¿Es normal? Sí, en especial si te sientes demasiado acalorada. ¿Sabías que… Loop tiene una colección especial para adolescentes? Con nuestras Firstloop, las adolescentes estarán frescas, protegidas y cómodas hasta por 12 horas. ¿Lo mejor? ¡Pueden usarse unos días antes de la menstruación para evitar que la regla les tome por sorpresa!

#2 El estrés

exceso de actividades que causan estres Si trabajas bien bajo presión, quizás veas al estrés como tu mejor amigo. Sin embargo, tu útero no piensa lo mismo. Los problemas laborales, la falta de sueño y vivir en un constante período de alerta afecta el equilibrio hormonal ypor tanto la llegada de la regla. ¿Solución? ¡Relájate! Encuentra un pasatiempo o aparta una hora al día para ti. Incluso un baño caliente podría hacer maravillas.

#3 La rutina

cambiar larutina causa adelanto de regla Si cambias tu rutina, la regla podría bajar antes de lo esperado. ¿Por qué? Porque viajar a otro país, aceptar un nuevo empleo o incluso comenzar a trabajar en un horario diferente al habitual afecta al ritmo circadiano. Si tu reloj natural se desajusta (aunque sea un poco) la menstruación también lo hará.

#4 El peso

cambiar de peso drasticamente Específicamente, las fluctuaciones en el peso corporal, en especial si son abruptas y de bajada. Reducir el porcentaje de grasa corporal de forma rápida encenderá ciertas alarmas en tu cuerpo. En un escenario como este, la producción de las hormonas de la fertilidad se paralizará momentáneamente y, por ende, la regla podría venir antes o después de lo esperado.

#5 Tener relaciones sexuales

tener sexo adelanta la regla ¡Tranquila! El sexo en sí mismo no hará que tu regla se adelante. No obstante, tener orgasmos un par de días antes de la menstruación podría relajar tus músculos uterinos y hacer que el periodo baje antes de lo esperado. ¿De cuánto tiempo estamos hablando? De un día o dos, como máximo. ¿Estas son las únicas causas por las que se te adelanta la regla? No, pero son las más comunes. La diabetes, los desórdenes en la tiroides, el consumo de anticoagulantes y la píldora anticonceptiva también podrían hacer que tu “día rojo” se salte unas cuantas casillas y llegue a la meta antes de tiempo. ¿Cuándo deberías visitar un médico? Si el adelanto de la regla viene acompañado de dolor durante la relación sexual, micción frecuente, calambres menstruales insoportables o un flujo vaginal amarillento y con muy mal olor.
Consejo. Llevar un calendario menstrual es la mejor manera de saber qué es normal en tu ciclo. ¡Anímate! Hay aplicaciones móviles muy fáciles de usar que te ayudarán en la tarea. También puedes utilizar nuestras braguitas antes de la fecha indicada, así estarás protegida en caso de un adelanto.
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Síndrome del tampón. ¿Qué es? ¿Existe?

Dormir con un tampón puede ser inofensivo… o no. Y es que cuando hablamos de tampones, hay una regla de oro que jamás se debe romper: cambiarlo frecuentemente. Pero, ¿qué es “frecuentemente”? Según la medicina y los fabricantes de estos productos, cada 4-8 horas, en especial si tu sangrado es abundante.

¿Eso quiere decir que, si sangras levemente, podrías dejarte el tampón por más tiempo? No deberías. El síndrome del tampón (Científicamente conocido como síndrome de shock tóxico) es real, aunque no sea tan común como se piensa.

Empecemos, ¿qué es el síndrome del tampón?

La enfermedad de los tampones no es una leyenda urbana. Sin embargo, no todo lo que se dice sobre ella es real. Afortunadamente, despejaremos todas tus dudas enseguida.

El síndrome del tampón -síndrome de shock tóxico- es una afección causada por una grave infección bacteriana. Esta enfermedad se produce cuando una bacteria específica (la Staphylococcus aureus) se multiplica dentro del canal vaginal y entra al torrente sanguíneo.

¿Por qué se conoce popularmente como el “síndrome del tampón”? Veamos:

  • Cuando las mujeres no cambian su tampón a tiempo y tienen un flujo moderado a alto, promueven, sin quererlo, la proliferación de bacterias dentro de la vagina. En resumen, un tampón que ya ha cumplido con su vida útil debe reemplazarse cuanto antes porque crea el ambiente perfecto para una infección vaginal.
  • El tampón en sí mismo es un producto higiénico. Sin embargo, el Staphylococcus aureus puede estar en tu cuerpo sin que lo sepas. El lado negativo es que solo un 20 % de los seres humanos la tienen en su organismo. ¿El lado positivo? Un tampón usado, ¡la hará crecer sin control!
  • El diseño del tampón podría no ayudar a frenar el avance de esta bacteria. Cuanto más grande y absorbente sea, más humedad retendrá y, por ende, ayudará a las bacterias a reproducirse. Además, su puesta o retirada puede rasgar el conducto vaginal, algo peligroso si se toma en cuenta que la Staphylococcus aureus necesita entrar al torrente sanguíneo para liberar su toxicidad.

¿Cuáles son los síntomas del síndrome del tampón?

En un principio, los síntomas de la enfermedad de los tampones no parecieran ser tan graves como los de otras patologías, pero podrían llegar a serlo¿Por qué? Porque esta es una afección fatal que tiene la capacidad de avanzar a la velocidad de un rayo. ¿Cómo reconocerla? ¡Vamos a verlo!

Por lo general, los síntomas del síndrome de shock tóxico aparecen entre 3-5 días después del uso de los tampones. Esta aparición puede ser progresiva o de un momento a otro y variar en intensidad:

  • Náuseas
  • Vómitos
  • Fiebre alta
  • Escalofríos
  • Hipotensión
  • Dolor de cabeza
  • Dolor de garganta
  • Dolores musculares
  • Baja frecuencia cardíaca
  • Diarrea o malestar estomacal

Como ves, muchos de los signos del shock tóxico son similares a los de una gripe. Sin embargo, hay uno que podría salirse del molde, la mayoría de las mujeres que han sido diagnosticadas con el síndrome del tampón notan que las palmas de sus manos y pies se pintan de rojo a causa de una erupción.

Consejo. Si notas que tienes uno o más de estos síntomas, ¡acude a un centro de emergencias lo antes posible! El síndrome del tampón puede causar convulsiones, una falla multiorgánica e incluso la muerte.

¿Cómo evitar el síndrome del tampón?

La enfermedad de los tampones es sumamente rara. De hecho, menos del 2 % de las mujeres del mundo podrían sufrirla en cualquier momento. ¿Por qué este número es tan bajo? 1) Sólo el 20 % de las personas -hombres y mujeres- tienen esta peligrosa bacteria en su cuerpo y 2) la mayoría de las mujeres cambian su tampón con regularidad.

Como ves, no tienes tanto de qué preocuparte. Sí, estamos ante una enfermedad peligrosa, pero su incidencia es tan baja que quizás no conozcas a nadie que la sufra (ni hoy ni en el futuro). No obstante, queremos darte algunos consejos que te mantendrán segura en todo momento:

  • Si duermes más de 8 horas al día o te cuesta despertarte, ¡no te vayas a la cama con un tampón! Puedes usar unas compresas o nuestra opción preferida, una braguita menstrual. En Loop tenemos modelos que, además de adaptarse a cada parte de tu cuerpo, son cómodos, permiten que el aire circule, reducen la humedad, tienen una capacidad de absorción alucinante y evitan la proliferación de las bacterias.
  • Mantente alejada de las duchas vaginales. Tu vagina tiene su propio mecanismo de limpieza. Aunque creas que la ducha vaginal te puede ayudar, no lo hace. Más bien afecta al pH de tu zona íntima y, por ende, al proceso de higienización natural del cuerpo.
  • Escoge tampones apropiados según tu flujo menstrual. Si finalmente no puedes pasarte de los tampones, asegúrate de comprar los adecuados. Cada tampón está identificado con un nivel de absorción determinado. Usa el que más se ajuste a tus necesidades.
  • Sé cuidadosa al momento del reemplazo del tampón. Es importante que laves muy bien tus manos antes de retirar el viejo tampón (y también antes de ponerte el reemplazo).

Dato curioso. Aunque esta enfermedad está relacionada con el tampón, también puede originarse por el uso de la copa menstrual o de diafragmas, esponjas y otros métodos anticonceptivos femeninos de tipo barrera. Incluso puede afectar a los hombres y niños, en especial después de una cortada profunda, quemadura o cirugía en cualquier zona del cuerpo.

¿Olvidaste cambiar tu tampón? No te asustes: no contraerás la enfermedad tan solo por dejarlo en la vagina un par de horas más. ¿Qué deberías hacer? Quitarte el viejo tampón y mejor aún, para evitar dolores de cabeza,  remplazarlo por una tanga menstrual 😉

Eso debería bastar para evitar que las bacterias sigan en aumento. Eso sí: mantente atenta a cualquier síntoma. Si los primeros signos de la enfermedad del tampón aparecen, ¡llama a tu médico inmediatamente!