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Herloop: bragas menstruales > Blog > Fase folicular – La antesala de la ovulación
La regla es mucho más que un par de días de sangrado. Aunque no solemos pensar en ello, la realidad es que detrás del periodo hay una fluctuación hormonal completa.
Cada fase del ciclo tiene su importancia: la ovulación, interludio o fase ovulatoria se encarga de liberar un óvulo maduro; la fase lútea de los preparativos para un embarazo viable -o, en su defecto, del periodo- y la fase folicular de poner los ovarios a trabajar.
Esta etapa tan maleable del ciclo menstrual será la protagonista del artículo de hoy. Conoce la fase folicular a profundidad con Loop y familiarízate con los cambios que se producen en tu cuerpo.
La fase folicular o estrogénica ocurre a la par de la menstruación (comienzo del ciclo menstrual). Por lo general, se lleva la primera mitad del ciclo, culminando justo antes de la liberación del óvulo maduro.
Como su nombre lo indica, la fase estrogénica es la encargada de despertar a los folículos para que el desarrollo de los óvulos transcurra sin problemas.
¿Sabías que… uno de los óvulos que se desarrolla durante la fase folicular será el que tu cuerpo libere durante la ovulación?
La fase folicular comienza con la llegada de la regla, aunque -técnicamente- la producción acelerada de estrógenos no ocurrirá sino hasta unos 4 o 5 días después del primer día de manchado. ¿Cuándo termina la fase folicular? Justo antes de la liberación del óvulo maduro, durante algo que conocemos como interludio menstrual, ovulación o fase ovulatoria.
La fase preovulatoria es la más maleable de todas. ¿Qué quiere decir esto? Que, a diferencia de las demás, es bastante flexible. Generalmente, se lleva 12 o 14 días contados a partir del primer día del ciclo menstrual (la llegada de la regla).
¿Esto siempre es así? No. Para ser sinceras, es común que la producción de estrógenos se retrase -en ciertos escenarios- haciendo que la fase folicular dure tanto como 20 o 22 días.
Para que te hagas una idea, un estudio publicado en 2019 arrojó, después de estudiar 600 000 ciclos menstruales, que la fase folicular realmente tiene una duración promedio de 17 días. Como ves, estos 12-14 días a los que se refieren muchos autores -la primera mitad del ciclo- son tan solo una aproximación, no la regla.
La fase folicular comprende varios cambios en el organismo:
Este conjunto de cambios ha llevado a los expertos a dividir la fase folicular en dos partes: una etapa secretora (expulsión de la regla) y una etapa proliferativa (estimulación de los folículos y preparación del útero para recibir a un óvulo fecundado). ¿Tienes dudas? ¡No te preocupes! Vamos a adentrarnos en este proceso en detalle.
La fase folicular comienza el día en que baja la regla y es una señal clara de que no se produjo una implantación embrionaria en el ciclo pasado. La duración de la menstruación dependerá de muchos factores, pero en términos generales, se llevará unos 3-7 días.
Durante esos 3-7 días del periodo, los niveles de estrógeno en el cuerpo serán realmente bajos; algo que cambiará a lo largo del ciclo. Cuando la regla finalice, el cerebro ordenará la producción de varias hormonas para estimular el desarrollo de un óvulo.
¿Alguna vez te has preguntado de dónde vienen los óvulos? Verás: cada una de nosotras nace con unos 500 000 folículos ováricos, unos pequeños saquitos que permanecen inactivos durante la mayor parte de nuestras vidas. Las hormonas que se secretan en la fase folicular activarán 25 o 35 folículos por ciclo. Es justamente en estos saquitos donde los óvulos se desarrollarán al máximo.
Cuando termine la regla, la hipófisis -una pequeña glándula que regula varias hormonas del organismo- ordenará que el cuerpo produzca FSH (hormona foliculoestimulante) para despertar a cada folículo. Los folículos activados por la FSH comenzarán a crecer, sobresaliendo de los demás (que seguirán dormidos).
A estos folículos -escogidos por la naturaleza, por así decirlo- se les conoce como cohorte folicular. De ahí saldrá el óvulo maduro en la fase ovulatoria.
Cuando la cohorte folicular sobresalga de los demás folículos y llegue a la superficie del ovario, el cuerpo liberará estradiol para bloquear la función de la FSH y así parar la producción de óvulos. Sin la hormona foliculoestimulante, los folículos dejarán de crecer y solo uno de ellos absorberá los restos de la FSH en el organismo.
Es justamente este folículo -científicamente conocido como folículo de Graaf– el que liberará al óvulo maduro. ¿Qué sucederá con los demás folículos de la cohorte? Pues, al no tener una misión, se degenerarán paulatinamente.
¿Sabías que… cuando el folículo de Graaf se abra y libere al óvulo maduro se convertirá en una glándula temporal? Esta glándula improvisada se conoce como cuerpo lúteo y será la responsable de la producción de los picos de progesterona en tu cuerpo.
Mientras la cohorte folicular se encarga de la ovulación, el cuerpo ordenará el incremento de los niveles de estrógeno. Esta será la señal que necesita el organismo para engrosar el revestimiento del endometrio -preparar el útero para la fijación de un óvulo fecundado- y producir el moco cervical.
La función del moco cervical es bastante simple: facilitar el viaje de los espermatozoides por el cuello uterino. No obstante, también se puede usar como una pista para calcular la mitad del ciclo menstrual (y así anticiparse a la llegada de la regla).
¿Nuestro consejo de Loop? Cuando veas el moco cervical en tu braguita, cuenta unos 12-15 días y saca tu tanga Paris. Así, estarás lista para darle la bienvenida a la regla.
¿Sabías que… el engrosamiento del endometrio se produce porque el cuerpo lúteo comienza a segregar un montón de estrógeno y progesterona? Si la implantación ocurre, el cuerpo lúteo trabajará hasta el segundo o tercer mes del embarazo. En ese momento, le pasará la antorcha a la placenta, que será la encargada de continuar con la producción de hormonas. ¿Qué ocurre si el embarazo no se produce? En ese caso, el cuerpo lúteo se degenerará y será expulsado con el flujo menstrual.
La fase folicular culmina con la ovulación. Hasta este punto, esta larga -pero necesaria- etapa habrá cumplido su misión: preparar el cuerpo para un posible embarazo o, en su defecto, para los días rojos del mes.
La respuesta corta -como habrás adivinado- es la ovulación, pero vamos a profundizar un poco más en esta respuesta. El final de la fase estrogénica o folicular marca la liberación del óvulo maduro y la transformación del cuerpo lúteo en una glándula temporal. En otras palabras, después de la ovulación -que dura tan solo unas horas- comenzará la fase lútea, conocida también como progesterogénica.
Sí. De hecho, puedes quedar embarazada en cualquier momento del ciclo menstrual. No obstante, las probabilidades son mucho más altas durante la ovulación. Como los espermatozoides pueden vivir varias horas dentro del cuerpo femenino, debes calcular que tu período de fertilidad comienza en los últimos 5 días de la fase folicular.
Recuerda. Ovular en dos fechas distintas del mes es más común de lo que se piensa. Es por ello que podrías quedar embarazada en cualquier momento del ciclo menstrual (siempre que tengas relaciones sexuales sin protección).
La forma más fácil de saber si ya entraste en la fase folicular es estar atenta al calendario menstrual. Como ya sabrás, el primer día del ciclo (la llegada de la regla) marca el inicio de la fase folicular. Ahora bien, dejando el periodo de lado, hay otras señales que podrías notar durante la fase estrogénica:
¿Recuerdas que dijimos que la fase folicular es la más cambiante del ciclo? Volvamos a este tema. Hay varias causas que podrían estar detrás de una fase folicular prolongada, pero ¡no te asustes! La mayoría de ellas son inofensivas:
La prolongación de la fase folicular puede ser normal, pero también podría ser un indicio de algo más, como un desorden endocrinológico, algún fármaco que inhiba la ovulación, el síndrome de ovarios poliquísticos, la endometriosis o una infección vaginal. Incluso la anemia y los trastornos alimentarios (anorexia, bulimia, entre otros) podrían retrasar la fase ovulatoria o producir un período de anovulación.
Si tienes varias faltas en el año (amenorrea), cólicos intensos o reglas demasiado abundantes, ¡anota tus síntomas y visita al ginecólogo! Él te ayudará a encontrar la causa y a regular tus ciclos.